¿Y ahora qué?
Habló el pueblo y, por estrechísimo margen, dijo ‘No’ al acuerdo de paz del Gobierno con las Farc. Pese al duro revés, Santos afirma que seguirá en su empeño; Uribe tiende la mano, y las Farc lanzan un mensaje de sosiego.
El pueblo se pronunció y dijo ‘No’ al acuerdo de paz que el Gobierno tejió con las Farc durante casi cuatro años. El resultado ha sido un balde de agua fría a las encuestas, que pronosticaban la victoria del ‘Sí’. También ha dejado estupefacta a la comunidad internacional, que tan solo seis días atrás había arropado a Santos en Cartagena en la firma del Acuerdo con la guerrilla. Y deja a Colombia enfrentada a un escenario de incertidumbre.
Fue un plebiscito bastante reñido, fiel reflejo de la polarización que vive el país: el ‘No’ obtuvo el 50,2% de los votos, frente al 49,8% del ‘Sí’. Para completar este retrato hay que destacar que un 62,6% de los ciudadanos con derecho al voto se abstuvo de acudir a las urnas; un porcentaje elevado, sin duda, aunque similar al de otras convocatorias electorales.
El resultado supone un duro revés para el presidente Santos, que ha empeñado todo su capital político en el proceso de paz con las Farc. Sin embargo, el mandatario, lejos de anunciar su dimisión, reafirmó anoche su voluntad de agotar su mandato para “garantizar la estabilidad institucional” y “seguir buscando la paz”.
Santos apeló, precisamente, al estrechísimo margen de la victoria del ‘No’ para justificar su decisión de mantener la apuesta de paz con las Farc. Sin embargo, admitió que el resultado de la consulta popular crea una nueva situación que lo obligará a aproximarse a los detractores del acuerdo, con el expresidente y senador Álvaro Uribe a la cabeza.
En su primera reacción, Uribe se mostró comedido, dispuesto a buscar un “gran pacto nacional”, e hizo un llamado a las Farc para que mantengan su compromiso de abandonar las armas. ¿Se producirá la paradoja de que Uribe acabe ‘apropiándose’ del proceso de paz? Así como Santos eludió adelantar detalles de su estrategia, el expresidente no desveló la suya.
A su vez, las Farc reiteraron su voluntad de dejar la violencia y abrazar la democracia. Se da la circunstancia de que este compromiso viene a dar la razón a Uribe, quien a lo largo de la campaña del plebiscito intentó tranquilizar a los votantes indecisos asegurando que el Acuerdo no se iría al garete de triunfar el ‘No’, sino que cabía su renegociación.
¿Qué sigue ahora? Para despejar el enigma, habrá que esperar a que los principales actores de este complejo rompecabezas muestren sus cartas.
También habrá tiempo para analizar los pormenores de la jornada de ayer. En concreto, las razones por las que fue derrotada la apuesta de Santos, que era –en teoría– apoyada por los barones políticos más poderosos del país. Asimismo, habrá que analizar quiénes ganan, además de Uribe, con lo sucedido.
De momento, lo único que se aprecia de manera nítida e incontestable es que, en contra de casi todos los pronósticos, ganó el ‘No’.
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