El Dane acaba de divulgar la noticia de que la tasa consolidada de desempleo en 2013 terminó en el 9,6%. Esta es la cifra más baja de los últimos 13 años, según indicó el presidente Juan Manuel Santos, quien no ocultó su satisfacción porque, bajo su Gobierno, el desempleo se haya situado por debajo de los dos dígitos.
Los guarismos en materia de empleo formal en el país empezaron a mejorar a partir de agosto pasado, mes en que ya empezó a reflejarse en un solo dígito. Según el Dane, esta tendencia se mantuvo durante los meses finales del año, y en diciembre los niveles de desocupación llegaron al 8,4%. En los meses finales de 2013, los sectores con más demanda de empleo fueron los de servicios comunales, comercio, hotelería y restaurantes. Por contra, los sectores donde más se produjeron desvinculaciones laborales fueron la industria manufacturera y la agricultura.
De acuerdo con el informe, en el último mes de 2013 los ocupados ascendieron a 21.584.000, mientras que los desempleados bajaron a 1.990.000. Según el Gobierno, gran parte de los empleos generados fueron trabajos formales, con todas las prestaciones de ley. Gracias a esta disminución del desempleo, los aprendices del Sena van a ganar el 100% del salario mínimo en sus prácticas, frente al 75% actual, ya que la Ley 789 de 2002 así lo establece cuando el desempleo baja a solo un dígito. Este beneficio cobijará a 250.000 estudiantes, en su mayoría provenientes de estratos populares, que van a realizar sus prácticas laborales en el presente año.
Hay, sin embargo, elementos que invitan a la cautela a la hora de analizar las cifras. Por una parte, el 9,6% de desempleo es de los más altos de los países de la región, sobre todo si se le compara con Brasil (5,4%), Ecuador (4,57%) o Panamá (3,8%).
De otro lado, el informe también refleja las dos grandes preocupaciones que sigue generando la empleabilidad en Colombia: el alto grado de informalidad laboral y la mala calidad del trabajo.
En los últimos meses del año, el trabajador informal ascendió al 48,4%, es decir, a casi la mitad del mercado laboral. En lo que se refiere a la calidad del trabajo, el informe pone de manifiesto que falta aún mucho trecho por recorrer en este aspecto. A todo ello se suma que la baja cifra de desempleo se consigue, en buena medida, gracias al hecho negativo de que la tasa de inactividad (personas que han desistido de buscar empleo y, por tanto, no cuentan como parte del mercado laboral) es muy elevada en Colombia. Si esas personas salieran en masa a buscar trabajo, y no los encontrasen, la tasa de desempleo se dispararía.
En síntesis, el dato de desempleo en 2013 fue positivo, pero debe tomarse sin triunfalismos. Más bien ha de asumirse con suma precaución, pues encierra serios problemas del mercado laboral colombiano que deben resolverse si lo que se pretende es construir una economía más dinámica y, al mismo tiempo, con mayor justicia social.