Jairo Buitrago "Durante el fin de semana, los turistas tuvieron una razón más para llegar hasta Bocas de Ceniza, y observar desde el Tajamar Occidental el encallamiento de dos barcos en el canal.La varada del Chios Wind, cerca al Tajamar Oriental, tiene bloqueado hace cuatro días el ingreso de barcos mercantes al puerto de Barranquilla. Cuatro buques permanecen fondeados cerca a Bocas de Ceniza, además de varios de ellos que han sido desviados. Se habla de más de tres embarcaciones.
También está varado el Magnum Power, desde hace más de 10 días, pero no entorpecía la salida y entrada de barcos. Está a un costado del canal.
Cada buque aproximadamente puede dejarle ingresos a cada sociedad portuaria de unos 150.000 dólares, según el tipo de carga. Se estima que un barco trae unas 25.000 toneladas, a razón de 6 dólares.
O sea que por los cuatro que están esperando autorización para ingresar representan unos 600.000 dólares. Ellos son: Giovanni, Clipper Ann, Falcon Traveler y CFS Pamplona. Y si a ello se suman lo que se fueron se llegaría a un valor aproximado de un millón de dólares. Esto sin incluir otros costos que deja la actividad portuaria.
Por eso la angustia de las sociedades portuarias para que se solucione pronto el encallamiento de Chios Wind, desde el pasado jueves en la noche.
Ayer con apoyo de todos los estamentos, en cabeza de la autoridad portuaria, se autorizó la salida de cuatro embarcaciones: Tradewind Palm, Orawa, Kopalnia Halemba y Sanago. Solo queda Caribe Star, que debe zarpar hoy en la tarde.
La directora de Asoportuaria, Patricia Montoya, dice que al mes el puerto recibe unas 600.000 toneladas, o sea que en tres días de cierre no ha recibido unas 60.000 toneladas.
“Hay valores que son cuantificables, pero hay otros que no lo son como es la parálisis. Esto lleva al puerto a perder credibilidad y ahuyenta a las empresas navieras”, aseguró.
Ayer en la tarde en la reunión del Comité de Seguridad se acordó no autorizar el ingreso de ningún barco hasta tanto no se haga el rescate del buque encallado en la entrada al canal navegable. La decisión se adoptó para que no haya otro incidente que puede afectar más al puerto barranquillero.
Esto para el gerente de operaciones de la Sociedad Portuaria de Barranquilla, Pablo Riveira, es grave. “Aquí no se ha hecho nada por tratar de rescatar el barco. Es la verdad, para qué la vamos a esconder”, añadió el ejecutivo.
Riveira afirma que ninguna cifra que se deje de recibir es cuantificable con la mala imagen que ha empezado a tener el puerto entre los navieros. “Lo que vendrá más adelante es incalculable”, advierte.
Está en camino un remolcador procedente de Estados Unidos. Se trata del Uranos, de 280 toneladas de bollard pull (potencia). Llegará el martes en la mañana y se espera que arranque el rescate.
Entre hoy y el martes está previsto el arribo de siete barcos más: Houdson River, Warnia, Satigni, Hanne Danica, Faoborg, BB Portugal y Pacific.
El director general de Invías, Carlos Rosado, dijo que la salida de cuatro buques es un avance y se trabaja en el plan de salvamento, incluyendo el nuevo remolcador que viene de la Costa Este de EU.
“Lamentablemente hasta el miércoles vamos a tener cerrado el puerto. Se acordó no dejar entrar barcos porque puede venirse una peor tragedia”, sostuvo Rosado.
Ante los cambios que está teniendo el río Magdalena se está mirando la posibilidad de configurar las futuras operaciones portuarias con el fin de evitar nuevas emergencias. Incluso se evaluarán las obras construidas, que le han dado más velocidad al Río.
En operación el dragado
Con el fin de ayudar a reducir el sedimento en la zona marina, la draga La Arenosa ha logrado remover 5.500 metros cúbicos en 16 horas de trabajo. De acuerdo con el Invías, en dos bancos de arena en la línea de enfilación del canal pueden estar depositados unos 160.000 metros cúbicos de sedimentos cada uno. “Solucionar el problema no es tan rápido”, afirmó el director de Invías, Carlos Rosado, quien ha estado al frente del problema.
Se agota existencia de maíz blanco
El encallamiento del buque Chios Wind y Magnum Power en el canal de acceso al puerto de Barranquilla tiene también sus consecuencias económicas para algunas empresas que tienen como materia prima los graneles importados. Se confirmó ayer que algunas compañías del interior del país están casi paralizadas al no tener maíz blanco para trabajar.
La única existencia de este cereal la tienen, precisamente, los dos barcos que están varados en el puerto de Barranquilla. Se habla de que en las dos embarcaciones hay un stock de unas 14.000 toneladas. El gerente de operaciones de la Sociedad Portuaria de Barranquilla, Pablo Riveira, dijo que igualmente los barcos tienen en sus bodegas trigo y harina de soya, pero muchas plantas están en dificultades al no tener maíz blanco. “La situación es grave para muchas empresas, no solo para el puerto”, dijo.
Por Jorge Montaño
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