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'¿Quién viene por ahí, que el aeropuerto anda revolucionado?'. La pregunta la lanzó una de las personas que llegó ayer a recibir a uno de sus familiares al Ernesto Cortissoz. Cuando le respondieron que uno de los personajes que los medios de comunicación estaban esperando era Gerard Piqué, el flamante defensor del Barcelona, el señor se sorprendió y no lo podía creer. '¡¿El mismo que juega en el Barsa?! ¡¿El de la Selección España?!', preguntó admirado. '¡Bah! Qué va a venir ese ‘man’ por acá', replicó después con incredulidad.

Cuando se regó la noticia de que Piqué vendría a Barranquilla, los taxistas, los vendedores y los trabajadores del aeropuerto comenzaron a bromear.

'Piqué viene pa’l Junior'. 'Claro, esa es la figurita que dijo don Fuad'. 'Se aburrió del Barcelona y viene a sacar al Junior campeón'. 'Piqué es defensa, pero en el Junior yo lo pongo de delantero'. Los comentarios jocosos relacionando a la estrella azulgrana con el club rojiblanco no faltaron.

Las horas pasaban y todos seguían a la expectativa, esperando al zaguero y a la madre de sus hijos, la reconocida artista barranquillera Shakira.

Un niño se pegó a la reja que da a la pista de aterrizaje de los vuelos comerciales y, mientras la apretaba fuertemente, decía ilusionado: 'Mami, desde aquí sí puedo ver a Piqué, estoy en una buena posición, apenas lo vea le voy a gritar duro'.

La ansiedad se fue incrementando con cada avión que aterrizaba. La prensa, que llegó desde las 9 de la mañana, estaba impaciente y planeando su mejor estrategia para una buena ubicación y así capturar las mejores imágenes de los ilustres visitantes.