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Silva Pacheco posa con la pantaloneta que usó en la Selección Colombia de 1975 y dos fotografías en Junior, en una de ellas cuando le tocó actuar como arquero. Jesús Rico.
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“El Barsa tiene a Messi-Suárez-Neymar y Junior tuvo a Caldeira, Ephanor y yo”: Nelson Silva Pacheco

El exgoleador del Junior en la década del 70 disfruta hoy de su pensión en Puerto Colombia, lugar donde se radicó hace 26 años. Feliz por la carrera que realizó, en la que anotó 85 goles como rojiblanco.

Con el corazón dividido en dos, Nelson Silva Pacheco (72 años) vivirá un duelo especial este martes, cuando su país de nacimiento, Uruguay, y el que le dio todo en lo deportivo y en lo personal, Colombia, se midan por la Eliminatoria al Mundial Rusia 2018. “Prefiero que empaten, no me queda bien irle a uno solo”, dice.

Este exdelantero colombo-uruguayo que alcanzó la cifra de 85 goles con Junior —157 en el fútbol colombiano— es feliz con todas las decisiones que tomó en su vida, especialmente dos: nacionalizarse colombiano y quedarse a vivir en Barranquilla. “Es lo mejor que pude hacer, me siento barranquillero y es un orgullo vivir en esta linda y cálida tierra”.

‘El Tanque’, como era apodado, cuenta su historia en un tranquilo diálogo con EL HERALDO en su casa en Puerto Colombia, con vista al mar, donde pasará el resto de su vida junto a su esposa, la barranquillera Beatriz Velásquez.

¿Qué hay de la vida de Nelson Silva Pacheco?
Estoy viviendo en Puerto Colombia, organizado desde hace 26 años por acá. Me vine de Barranquilla y acá tengo mucha tranquilidad junto al mar.

¿A qué se dedicó luego que le dijo adiós al fútbol activo?
Trabajé 17 años como director de deportes de la Universidad Autónoma del Caribe y me jubilé en esa gran institución. Anteriormente había trabajado como técnico en el fútbol colombiano y venezolano, pero en un lapso corto.

¿Por qué no siguió la carrera de técnico?
Me ofrecieron el trabajo en la Autónoma y me pareció mucho más tranquilo realizar eso, porque iba a estar con mi familia todos los días, mientras que uno en la carrera de entrenador le toca viajar mucho.

¿Feliz por haber decidido quedarse a vivir en Barranquilla?
Muy feliz, me siento un barranquillero más, como el más barranquillero de todos, aparte de eso toda mi familia es de acá. El cariño de la gente, el calor humano de la Costa no lo hay en otro lado. Es un orgullo vivir en esta linda y cálida tierra.

Para los que no conocieron a Nelson Silva Pacheco. ¿Cómo se define como jugador?
Fui un jugador de fuerza, llegé al fútbol colombiano como volante de marca y terminé como goleador.

Si llegó como volante de marca, ¿cómo terminó jugando de delantero?
Yo comencé a jugar como centro delantero en Uruguay, de ahí me fui para Argentina y allá jugué de volante de contención, de número seis. Me vine para Colombia y acá comenzaron a utilizarme de defensa central, para luego pasarme al mediocampo. Un día, en el Quindío, por necesidad, el técnico argentino Ricardo el ‘Tanque’ Ruiz me colocó de delantero. Ganamos 4-1 y yo hice los cuatro goles, y más nunca me movieron de ahí (risas).

¿Lo apodaban el ‘Tanque’ por eso?
(Risas)… No, era por la fuerza que tenía, yo chocaba con los defensas, ellos caían y yo seguía. También me decían el ‘Tractor’.

¿Qué recuerda de su paso por el Junior?
Los mejores recuerdos, no solo del Junior, sino de toda Barranquilla. Pasé unos años increíbles y todavía los sigo pasando, porque la gente me quiere mucho, la gente me recuerda. Voy por las calles y la gente se pone a hablar conmigo del fútbol de esa época, para mí eso me trae mucha felicidad. Junior es muy importante en mi vida.

La gente recuerda mucho la forma como Édgar Perea lo trataba. ¿Qué recuerda de esa disputa?
(Risas) Hay una anécdota con Edgar (Perea), que Dios lo tenga en su gloria. Edgar, cuando narraba, me decía el número 9 del Junior, no mencionaba mi nombre, y cuando se equivocaba y decía: ‘la lleva el número 9 del Junior, Silva Pacheco... perdón, el número 9 de Junior’, corregía de inmediato (Risas). Con todo y que no me nombraba seguíamos siendo buenos amigos, nos encontrábamos en la calle, hablábamos, nos hacíamos chiste, pero cuando llegaba el día del partido y entraba a su cabina a narrar, ahí terminaba Silva Pacheco para Perea (risas).

El exdelantero colombo-uruguayo, jugando para Junior.

¿Por qué se dio esa disputa con el ‘Campeón’?
No sé, es algo jocoso. Nosotros tuvimos una diferencia en el campo profesional, pero no fue una diferencia que hubiésemos mantenido por mucho tiempo, yo creo que a los dos o tres días estábamos bien. Yo terminé queriendo mucho a Edgar (Perea) y la verdad me dolió mucho su fallecimiento.

Usted conformó en Junior un tridente de ensueño junto a Víctor Ephanor y el ‘Diablo’ Caldeira. ¿Qué recuerda de esa época?
Si el Barsa tiene a Messi, Suárez y Neymar, Junior tenía en esa época a Ephanor, Caldeira y Silva Pacheco (risas)… no mentira, es broma. En el año 74, entre los tres, hicimos 81 goles. Nos entendíamos muy bien, nunca teníamos egoísmo entre uno y otro. Muchas veces los jugadores que se destacan en cualquier equipo tienen diferencias entre ellos, nosotros nunca jamás tuvimos problemas. Es más, hoy en día yo me sigo comunicando con Víctor Ephanor en Río, quedó una linda amistad. Era un tridente que se complementaba, teníamos velocidad en Caldeira, habilidad en Víctor Ephanor, que no tenía una pierna, tenía una mano, hacía lo que quería con el balón, y yo estaba solo para meterla (risas).

Muchos aficionados rojiblancos lo incluyen en el equipo ideal de la historia del Junior. ¿Qué significa eso para usted?
A mí me emociona, porque imagínate, mis nietos y mis hijos, que no me vieron casi jugar, leen o escuchan eso y se sienten orgullosos.

¿Qué duelo futbolístico es el que más recuerda?
Fíjate las cosas de la vida. Gaona, un paraguayo que jugó en el Deportivo Pereira, era un jugador fuertísimo, cada vez que chocábamos sacábamos fuego. Un día, no hace mucho, estoy en Internet y se comunica conmigo su hijo, y hemos entablado una linda amistad que aún perdura. Fue el jugador más fuerte que me tocó enfrentar a mí. Medía 1, 80 y pico, de una fuerza tremenda, pero era muy leal.

La gente también recuerda sus duelos con el papá de Jorge ‘El Patrón’ Bermúdez…
(Risas) Si, claro, ese era terrible… Bermúdez pegaba de la rodilla para arriba, de la rodilla para abajo no le pegaba a nadie, de la rodilla para arriba a todo el que se le acercaba, era tremendo. Y tenía algo, le tiraba la patada a la pelota, le pegaba y mantenía el pie arriba, si te descuidabas te afectaba (risas).

¿Cómo ve al Junior?
Está bravo, no es que Junior tenga un mal equipo, todos los equipos se han reforzado, tienen buenos equipos, y se ha hecho muy parejo el fútbol colombiano. Esta es una plaza exigente y pide siempre resultados. El equipo de a poco  irá encontrándose, pero para eso hay que dejar trabajar a Giovanni. Ojalá no pase como con Alexis, que no lo dejaron culminar su proceso. Un técnico que demostró que tenía mucha capacidad.

Uno de los grandes problemas en la actualidad es la falta de gol. ¿Por qué es tan difícil encontrar delanteros con gol hoy en día?
Junior siempre se destacó por tener goleadores, pero en este momento le hace falta uno, no tiene ese artillero y eso lo está afectando.

Si tuviera la oportunidad de volver a decidir en su carrera, ¿volvería a firmar por el Junior?
Sí, claro, no tanto por el equipo sino por la afición, que tiene algo que hace que el jugador se enamore.

¿Por qué decide nacionalizarse colombiano?
Quiero mucho a Colombia, me nacionalicé colombiano porque quise, no lo hice por negocio, me nacionalicé porque quiero a este país, tengo a toda mi gente colombiana, mi esposa, mis hijos, mis nietos, entonces yo también me siento de acá y quiero mucho a este país.

Y tuvo la oportunidad de vestirse de tricolor, representando a Colombia en un Sudamericano…
Todo un honor. Representé a la Selección Colombia en el año 75, en un sudamericano donde quedamos subcampeones. Gran experiencia, esa Selección tuvo un gran equipo con Zape, Segovia, el difunto ‘Boricua’ Zarate, ‘el Gordo’ Miguel Escobar, Calero, Retat, Willintong Ortiz, Ernesto Díaz, Víctor Campaz, Jairo Arboleda, uno de los mejores volante que vi en el fútbol colombiano. Esa Selección no tenía presa mala y la pasamos realmente bien.

Si tuviera que elegir el mejor jugador de la historia de Colombia, ¿cuál sería?
El mejor jugador de la historia del Junior y de Colombia se llama Carlos ‘El Pibe’ Valderrama, sin ninguna duda. Es más, no solo de Colombia, ha sido uno de los mejores del mundo.

¿El fútbol le dejó alguna deuda?
Mi gran deuda fue no haber jugado un Mundial.

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