
Colombia y, en particular la ciudad de Medellín, comenzaron a vivir desde hoy las delicias que significa tener en su calles y avenidas a más de 90 poetas de 50 países que en diferentes modos e idiomas defienden la importancia de este género en la vida del hombre.
Y es que desde sus trincheras levantadas con rimas, los poetas coincidieron en que este género, tal vez el más difícil de la literatura, está más vivo que nunca.
La 'Babel' en la que se convirtió la rueda de prensa que abrió el XXI Festival Internacional de Poesía de Medellín dejó ver diferentes conceptos, pero una única conclusión: la poesía es importante para el hombre y el mundo de hoy.
Para el italiano Lello Voce, la poesía ahora parece estar muerta, pero resulta evidente que 'está viva', al reflexionar sobre la cantidad y calidad de colegas que se dan cita en esta ciudad colombiana.
Resaltó la importancia del género porque, en su concepto, 'el hombre no puede imaginar sueños nuevos con palabras viejas'.
Por su lado, la keniana Shailja Patel opinó que la poesía es la que 'permite ver la brutalidad del mundo', y señaló que hoy en día el cúmulo de información que se recibe es muy grande y esta 'entra al cuerpo' a todo momento.
A su turno, la argentina Graciela Aráoz indicó que la poesía es 'un movimiento continuo del ser', al resaltar la importancia y el valor que han tenido los poetas 'en las grandes luchas sociales'.
'Los poetas somos los que estamos al frente de las luchas sociales y es (la poesía) la que permite que la humanidad no se calle lo que otros quieren callar', explicó la poetisa en medio de aplausos de los asistentes.
Otro que llevó la palabra en el acto fue el mexicano Marco Antonio Campos, que desde la profundidad de su voz señaló que la poesía 'ha sido formadora de pueblos'.
Agregó que lo que demuestra el Festival Internacional de Poesía de Medellín es que 'la gente puede ser tocada por la poesía', porque esta es 'vida' y porque ofrece varias perspectivas de las cosas y hace sensibilizar 'ante las cosas'.
Entre tanto, el afgano Kamran Mir Hazar resaltó no solo la importancia de la poesía y de los poetas, sino el papel fundamental que desempeñan los lectores, especialmente.
Indicó que los poetas crean y se dan a la tarea de renovar el lenguaje y, por eso, la poesía tiene aceptación y hay personas que 'están dispuestas a comprarla y leerla'.
Aunando su voz a la de sus colegas, el argentino Gabriel Impaglioni señaló que, al contrario de lo que se piensa, hoy en día la poesía tiene más oportunidad para conocerse, pues existen los medios masivos y la internet.
En su sentir, los poetas tienen la virtud de 'escuchar a la gente' y 'meterle voz a lo que la gente dice', pues admitió: 'nosotros somos poco lo que inventamos'.
Por lo demás, la organización se mostró satisfecha de la presencia de tan alto y selecto grupo de escritores, entre los cuales no estaba el premio nobel de Literatura de 1992, el santalucense Derek Walcott.
En un breve comunicado, acompañado de una certificación, Walcott señaló que su médico le indicó que no era prudente que viajara a Medellín por cuanto está aquejado por un virus que le afecta las vías respiratorias.
'Hubiera sido una bendición disfrutar de su compañía', dice el mensaje del poeta nacido en el estado caribeño de Santa Lucía y quien había sido anunciado como una de las figuras centrales del festival, que arrancó este sábado y que se extenderá hasta el próximo 9 de julio.
En esta versión del Festival (integrante de la Red Nuestra América de Festivales Internacionales de Poesía), se rendirá un homenaje al Espíritu del Origen encarnado en la poesía africana y su música.
Es así como gozan de un lugar especial en el festival africanos como las cantantes Chiwoniso Maraire y Madosini Latozi Mpahleni (artista tradicional sudafricana de origen xhosa), acompañadas del músico Pedro Espi Sánchez y el poeta Marcelino dos Santos, héroe nacional de Mozambique.
Y también los poetas Lebogang Mashile (Sudáfrica), Werewere Liking (Camerún), Haji Gora Haji (Zanzíbar), Shailja Patel (Kenia), Antonio Goncalves (Angola), Pitika Ntuli y Iain Ewok Robinson (Sudáfrica). EFE




















