A pesar que se aprobó un presupuesto de $2 billones 245 mil millones de pesos para el 2016, los barranquilleros hemos quedado sorprendidos con las premuras fiscalistas de la Administración saliente y entrante, con la aprobación precipitada del Concejo saliente del impuesto al teléfono. Se nos ha dicho que la situación de las finanzas publicas del Distrito es excelente, con buenas calificaciones de la firma que siempre contratan para la evaluación de las mismas, por ello, nadie entiende la carrera por afectar mas el bolsillo de los ciudadanos. Da la impresión que como ya no se puede plantear una valorización III, hay que ver de donde se sacan mas recursos para la administración. Ahora la excusa son los jubilados de la EDT y EPM, empresas depredadas por la clase política local, y otras necesidades. Se les olvida que si por algo la ciudad anda mal en el Indicador de Doing Business en el ranking de las ciudades colombianas, es precisamente por las numerosas estampillas que cobran y ahora estos nuevos impuestos telefónicos. Es sabido incluso que a los contratistas del Distrito, en forma exabrupta se les cobran las estampillas y los impuestos, sobre el valor incluyendo el IVA, algo que no se practica en la Gobernación. El Distrito no ha publicado sus balances desde Dic. 31 del 2014. Allí la deuda entre pasivos corrientes y no corrientes llegaba a $1.54 billones de pesos, sin que sepamos como cerraron esos pasivos al cierre del 2015. Si las finanzas públicas están tan bien, llama la atención todos los trucos que se han hecho para mantener la estampilla prohospitales, basándose en la extraña demora en ejecutoriar la conocida sentencia del Consejo de Estado. Ahora, a pesar de los alegatos jurídicos de los abogados del régimen local, el MinTIC y Andesco han señalado que el tal impuesto al teléfono es ilegal. Pero como lo demuestra el caso de la estampilla prohospitales, la estrategia parece ser aprobarlas y cobrar mientras la gente demanda, gracias a nuestra justicia paquidérmica. Se nos dijo que ya íbamos a salir de la ley 550 en el pasado Diciembre, ahora la medida se aplaza. Las concesiones siguen sin ser revisadas. ¿Cuál será la verdad de las Finanzas distritales?
Jairo Parada es Economista, PhD