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Colombia

Senado vota sí a la refrendación del nuevo Acuerdo de Paz con las Farc

Se cumplió este martes durante casi 13 horas la extensa sesión. Centro Democrático no votó. Hoy se aborda el tema también en la Cámara.

Tras casi 13 horas de debate, el pleno del Senado aprobó este martes, por 75 votos a 0, la refrendación del nuevo acuerdo de paz con las Farc.

El Centro Democrático, aunque participó intensamente en la discusión, no votó al final la proposición por la que se planteó la refrendación del nuevo documento suscrito el pasado 24 de noviembre en el Teatro Colón.

En la extensa sesión, mientras los negociadores de paz pidieron refrendar el documento, el uribismo solicitó negarlo.

La jornada arrancó con la intervención del jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, pidiendo unas rápidas refrendación e implementación, justificando el 'fast track' para ello y afirmando que "la discusión importante" es sobre "salvar vidas".

"Este es el debate, probablemente no del siglo, pero sí del medio siglo", inció diciendo De la Calle, señalando además la legitimidad del Legislñativo para la refrendación: "el Senado recoge la totalidad de las opiniones".

Puso, acto seguido, el foco en lo que considera lo importanmte del debate: "sin embargo, hay grandes ausentes en este debate, y son los más de 1.200 uniformados que han salvado su vida desde el cese al fuego".

Por ello, advirtió que"el imperativo moral era acudir a La Habana, a buscar una solución, para que primara la vida".

Sobre los temas, criticados por el No, de la supuesta sustitución de la Constitución y del presunto ingreso del pacto al bloque de constitucionalidad, precisó: "la expresión 'bloque de constitucionalidad' no existe en el acuerdo. Si alguien la encuentra, me corto la coleta. La teoría de la sustitución de la Constitución se ha convertido en el refugio de quienes defienden el status quo, pero en realidad lo que estamos haciendo es defendiendo la Constitución de 1991, que se fundamentó en la paz".

Y concluyó al respecto: "hoy, el acuerdo como un todo, no ingresa a la Constitución", agregando que "si la Corte Constitucional va a hacer el control de constitucionalidad del acuerdo con una guerrilla, es de gran significado".

Advirtió además sobre la actual condición de las tropas de la guerrilla: "el cese del fuego actual es frágil, en la medida en que el traslado de las Farc a las zonas veredales no se ha dado".

Por lo que clamó por unas prontas refrendación e implementación: "si no ratificamos el Acto Legislativo para la Paz, nos tocaría esperar meses para que operen las zonas veredales y la JEP".

En este sentido, explicó que, a su manera de ver, "el 'fast track' no es autocracia, es garantizar que logremos llegar a la otra ribera estando en la mitad del río".

Negó, en contrasentido de lo que pregona la oposición, que no hubo 'conejo' a los del No con el nuevo acuerdo: "oímos la totalidad de las objeciones, no desdeñamos ninguna, y se hicieron los ajustes. No hubo 'conejo'".

Explicó así mismo que "no fuimos a buscar la rendición de las Farc, sino a buscar acuerdos, y ganamos el hecho de que las Farc desaparezcan. ¿Por qué no una rendición?, porque ya está bueno, porque tenemos 8 millones de victimas y 220 mil muertos".

Frente al espinoso tema de la justicia y los reclamos del No por medidas de cárcel para las Farc, señaló: "respeto a quienes consideran que las Farc deben ir a la cárcel, e incluso respeto más a quiénes dicen que otros, todos los responsables, también deben ir", pero, anotó, "para una víctima es preferible que su victimario repare, pida perdón, dé la cara, más que el hecho de que pase años en La Picota".

Finalmente, habló sobre el polémico asunto del enfoque de género, que fue calificado por sectores del No y de iglesias cristianas como 'ideología' de género: "con el tema de género hubo un manejo truculento de la información. Me gustaría que hibieran escuchado a las campesinas de los Montes de María, quienes tienen la verdadera concepción del enfoque de genero, entre otras cosas, porque allí violaron a 200 de ellas".

Y concluyó De la Calle: "si la prenda es buena, no importa el precio", refiriéndose a la necesidad de "comprar" la paz.

El comisionado

El comisionado de paz, Sergio Jaramillo, quien exhibió una matriz con las propuestas del No que se incluyeron en el nuevo acuerdo, aseguró que en el pacto quedaron consignadas "un 90 por ciento de ellas".

Señaló también en medio de su pronunciamiento: "no pretendemos que se dé un consenso absoluto. Es imposible. Lo que sí podemos lograr es un acuerdo general".

Enseguida, explicó algunos de los ajustes que se hicieron en el nuevo documento: "se hizo mejor el punto de reforma agraria integral y se aclaró sobre la propiedad privada", así mismo: "las circunscripciones transitorias de paz para las víctimas son un tema innovador. Busca la participación de las zonas afectadas por el conflicto".

Y puso de presente, además, que "las Farc con sus activos responderán con la reparación de las víctimas".

Por último, manifestó que en la mesa de Cuba llegaron "francamente, al límite de lo que es posible hacer en una negociación de paz".

Y advirtió sobre los más de 50 líderes sociales asesinados durante lo que va corrido del año: "la incertidumbre en que estamos nos ha llevado a asesinatos contra la Marcha Patriótica que no pueden ocurrir en el Siglo XXI".

El uribismo

Ya en el turno de los voceros de las bancadas, Iván Duque, del Centro Democrático, reconoció que "Colombia ha tenido una larga historia de violencia inclemente", pero, advirtió, "en nombre de la justicia social se han cometido muchos crímenes, y en nombre de la rebelión se han querido justificar".

Puso de presente el senador opositor de derecha que "un país democrático no puede ser tolerante con los crímenes de las Farc", y añadió que "es cierto que muchos gobiernos han intentado la negociación, pero siempre ha habido un consenso nacional".

Criticó además Duque que "el Gobierno empezó a utilizar la paz para satanizar a quienes tenían posiciones críticas y a usarla como plataforma electorera".

Y en este sentido aseguró: "les digo, mirándolos a los ojos, que la campaña del No se adelantó con el principio de que los del Sí no eran nuestros enemigos", y señaló que en las urnas "los colombianos entendieron que el voto por el No era reclamar una Colombia donde la justicia permitiera cimentar la paz.

Por ello pidió votar no a la refrendación: "no refrendemos este acuerdo en contravía de la voluntad de los colombianos".

'Ideología' de género

El pastor cristiano John Milton Rodríguez, vocero del No, insistió en que en el nuevo documento "hay 'ideología' de género' y por eso lo rechazamos".

En su intervención, Rodríguez reclamó "el reconocimiento de la familia como principal víctima de la guerra. Nos inquietaron las cartillas con 'ideología' de género y el nuevo acuerdo va en ese mismo sentido".

Se quejó además el líder religioso que "se nos estigmatizó, eso es una falta de respeto, por nuestra posición sobre la 'ideología' de género. Y en el acuerdo se mencionan 114 veces conceptos que tienen que ver con 'ideología' de género".

Finalmente, dejó en claro que "no aceptamos el uso del enfoque del género, y somos especialistas en restaurar familias en la Iglesia Cristiana".

De otro lado, la líder cristiana, Jenny Neme, vocera del Sí, dijo que "en Colombia no existe una sola vocería de las iglesias", ya que "hay diferentes iglesias que hemos hecho un llamado por la paz".

Y concluyó: "estamos convencidos de que Dios nos ha dado esta oportunidad para la paz".

"Sus hijos no van a la guerra"

Richard Moreno, representante de las negritudes del Chocó, exclamó, en medio de una enérgica intervención: "refrendando ustedes el acuerdo nos dan más días de vida y nos quitan el fusil de la espalda. La paz es ya, no tengan miedo, que los vamos a respaldar, y a los que se queden en el tren de la paz, la historia les reclamará".

Les advirtió además a los parlamentarios que "sus hijos no van a la guerra; quienes llevamos el plomo estamos convencidos que ustedes harán lo correcto, que es refrendar", y añadió que "si ustedes, valientemente, sacan adelante esta refrendación, no solo valió la pena que sean congresistas sino también que sean seres humanos".

Pinto vs. Uribe

Yolanda Pinto, viuda del gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, asesinado por las Farc durante un intento de rescate del Ejército, le reclamó al expresidente Álvaro Uribe la orden impartida para dicho operativo y le reclamó el hecho de que ahora no apoye la paz.

Inicialmente, Pinto, vocera de las víctimas por el Sí, manifestó: "vengo a reclamar de ustedes que con el corazón limpio refrendemos este acuerdo. Es un acuerdo posible. Y es porque yo también espero que las Farc nos digan la verdad que apoyo este acuerdo".

Además, advirtió que "este acuerdo recoge las angustias de los que votaron por el No. No podemos anteponer el debate político al logro de la paz".

Acto seguido se dirigió al senador y líder del No: "usted sabe, senador Uribe, que el operativo de rescate de mi esposo fue una chambonada, pero tengo claro que fueron las Farc la que le dispararon", y concluyó en este sentido: "permita ahora la paz".

En respuesta, el expresidente señaló: "mi padre está en el cielo, después de haber sido asesinado por las Farc. La operación de rescate de Guillermo Gaviria no fue una chambonada, hubo fallas, tuvimos un informante, lo único que quise fue que los pudieran liberar, el Ejército procedió con entrega".

"Entreguen los 700 secuestrados"

La vocera de las víctimas por el No, Diana Sofía Giraldo, solicitó "gestos humanitarios de parte de las Farc, Colombia necesita verdad, esa fue nuestra súplica. Vi propuestas serias y valiosas en la mesa con el Sí, pero tenía fe ciega en que iban a pensar en Colombia, y me dolió este plan b del Gobierno".

Agregó Giraldo que ella entiende "perfectamente el dolor de que las Farc pasen de La Habana al Congreso sin un simbolismo que se llama verdad" agregando que "la vocación de perdón no puede servir para que se diluyan los derechos de las víctimas".

Por último, reclamó: "deben retornar los más de 700 secuestrados por las Farc para que se cierre el duelo y se pueda pensar en reconciliación".

"Su obligación es parar el conflicto"

Todd Howland, representante para Colombia de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, le dijo a los congresistas que "es su obligación parar el conflicto con las Farc".

Howland, quien aportó el punto de vista del ente multilateral que encabeza la misión de verificación el cese al fuego y desarme en el país, inició su intervención manifestando: "tengo miedo por su país".

Advirtió entonces a los legisladores en el pleno de la cámara alta: "señores congresistas, su obligación es parar el conflicto con las Farc y no arriesgar más el derecho a la vida de 2 millones de colombianos que viven en las zonas de conflicto".

En este sentido, el funcionario de la ONU indicó: "estoy aquí para pedir poner en prioridad a las víctimas, porque todos, los del Sí y los del No, tienen la responsabilidad de buscar una salida".

Reportó así mismo que los asesinatos de líderes sociales son vistos con preocupación por el organismo: "hemos registrado 37 homicidios de líderes comunales en estas semanas, y es importante ponerse en los zapatos de estos 2 millones de personas que viven en áreas de conflicto. La gente que vive en zonas de conflicto son colombianos y merecen los mismos derechos que ustedes".

Al destacar la necesidad de una pronta implementación de lo pactado, advirtió que "sin implementación, las zonas de preagrupamiento son una bomba de tiempo, porque cada día que pasa sin una solución crecen la incertidumbre y la amenaza de disidencias".

Señaló al respecto que "el dialogo de la ONU con estos guerrilleros es franco y sincero y ellos nos han manifestado que temen por su sustento y el de sus familias y que les ofrecen trabajo en otros grupos criminales, yo creo que han contado con mucha suerte pues en este grado de incertidumbre ya debería haber más disidencias, que ya existen, como en el caso de Tumaco, donde fue una disidencia la que terminó enfrentándose con el Ejército y dejando varios muertos".

También se refirió Howland al plebiscito del pasado 2 de octubre, y dijo que hubo votantes que les preguntaron a los funcionarios de la ONU, como observadores del proceso, que dónde estaban los buses y las lanchas que los llevaban a los sitios de votación durante las elecciones parlamentarias y presidenciales, y señaló que eran personas que deben viajar muy lejos y durante mucho tiempo para votar, pero que como los partidos no estaban en una contienda electoral, no les interesó transportar a estos votantes: "no se garantiza a las personas de regiones apartadas que puedan ejercer su derecho al voto".

Explicó que "todos los procesos de paz son inestables y el cese bilateral es muy frágil. Es mejor implementar bien un acuerdo con reparos que esperar a que haya un acuerdo perfecto".

Finalmente, admitió que "los acuerdos de paz son imperfectos, y estos de Colombia no son la excepción. Trabajar por un acuerdo perfecto afectará a millones que siguen bajo amenaza", invitando de esta manera a una refrendación positiva del nuevo pacto entre el Gobierno y las Farc.

Los partidos

Igualmente, las bancadas políticas expusieron sus puntos de vista frente al documento.

El primero en hablar por los partidos fue Marco Avirama, de ASI: "los indígenas estamos convencidos de que la solución al conflicto debe ser negociada. Tenemos derecho como indígenas a defender la paz en nuestros territorios".

Enseguida, Hernán Andrade, del Partido Conservador, recordó que "la paz es un derecho de todos los colombianos, esa es una premisa básica que no está en discusión" y reiteró que "ningún acuerdo de paz en Colombia ha tenido refrendación, ¿cuándo se refrendó el acuerdo de Ralito? Se trajo aquí directamente".

A su turno, Carlos Fernando Galán, de Cambio Radical, expuso que este proceso de paz "ha buscado las condiciones para que los guerrilleros pasen a la vida civil" y que "el hecho de que participaran empresarios y militares retirados en el proceso le dio garantías".

En su momento, Jorge Robledo, del Polo Democrático, aseguró que "no hay nada en los acuerdos que se pueda decir que destruye a Colombia. Se puede decir pero no demostrar" y puso de presente que "este Congreso, por deficiente que sea, representa a la nación colombiana para refrendar el acuerdo".

Luego, en una explosiva intervención, Claudia López, de la Alianza Verde, recordó que "los líderes del Chocó y Toribío que estuvieron aquí le rogaron a este Congreso que detenga la balacera. Cuando a uno le apuntan con un fusil no importa de quién es, o si los paramilitares son mejores que la guerrilla. Aquí, rodeados de escoltas, decimos que la paz puede esperar, mientras los campesinos nos piden que los saquemos de esta tragedia".

Señaló además que "en la primera Ley de Justicia y Paz que presentó el gobierno anterior había cero cárcel para los paramilitares, ¿pero para las Farc es impunidad?".

Y aseveró en este sentido que "los uribistas están rechazando este acuerdo de paz por cálculo político, no por principios. Tenemos que aprender a ganar elecciones sin balas, sin cálculos mentirosos de quienes aspiran a una triple reelección".

Posteriormente, Álvaro Uribe, como segundo vocero del Centro Democrático, se quejó: "evité que la anterior intervención me enloqueciera y me llevara a desordenar esta intervención mía".

Contó que al conocer que se había llegado al nuevo acuerdo de paz "le pedí al presidente que el acuerdo no fuera definitivo, y se anunció el acuerdo como definitivo".

Empezó acto seguido a criticar algunas de las disposiciones del pacto que según él no son adecuadas: "en la tutela se le quita autonomía a la Corte Constitucional para compartirla con una sala en que estarán las Farc".

Sobre el espinoso tema de la cárcel para la guerrilla, indicó: "hubo restricciones de la libertad para las Farc muy inferiores a las que se le imponen a un colombiano que tiene casa por cárcel", que "la pena a las Farc no cumple con la Convención Americana de Derechos Humanos ni con la Corte Penal Internacional" y que "la pena para las Farc no cumple con la función punitiva que requiere la justicia restaurativa para poder disuadir al criminal".

Finalmente, planteó que "sin una refrendación popular no se puede activar el fast track ni las facultades extraordinarias al presidente", por lo que conlcuyó: "el Centro Democrático no puede votar una proposición sin una refrendación de democracia directa".

La voz fue entonces para Roy Barreras, de La U, quien manifestó: "hoy en este Congreso vamos a refrendar este acuerdo que hará verdad que la guerra con las Farc ha terminado. Este es un voto bello, un voto que nos hará llegar orgullosos a nuestras casas por haber acabado la guerra".

Reiteró el legislador oficialista que "todos los presidentes anteriores hicieron procesos de paz y jamás le preguntaron a nadie".

Y, por último, respondió una pregunta del expresidente opositor: "preguntaba Uribe que cuál era el afán de la paz, y se lo responden los líderes sociales asesinados en estas semanas, que han dejado huérfanos pequeños".

Del mismo modo, Horacio Serpa, del Partido Liberal, criticó el hecho de que "no deja de sorprender que quienes estaban en contra del plebiscito del 2, pidan ahora otro plebiscito. Además, no es cierto que la Corte Constitucional haya dicho que se requiere una refrendación popular para este nuevo acuerdo".

Y sentenció que "lo del bloque de constitucionalidad lo han convertido en un galimatías sorprendente para confundir a la gente".

A su vez, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró que "todas las propuestas de los cristianos sobre enfoque de género fueron incluidas. Hubo una sola petición que no fue atendida, que era eliminar el término 'enfoque de género', porque eso no se inventó en Cuba, eso hace parte del ordenamiento jurídico colombiano desde hace rato, incluso la Procuraduría del doctor Alejandro Ordóñez emitió documentos usando esa expresión".

Agregó al respecto que "tanto se aclaró el tema del enfoque de género que la Iglesia Católica, al pronunciarse sobre el acuerdo, lo avaló".

Finalmente, invitó a la oposición "a que mantengamos el diálogo que tuvimos estas semanas, ahora durante la implementación de este nuevo acuerdo".

Mientras se debatía ampliamente en el recinto de la cámara alta, la Plaza de Bolívar también se dividía a las afueras. Por un lado, decenas de manifestantes del Sí dispusieron una 'alfombra blanca' pidiendo la paz y montaron fotos de cada uno de los 102 senadores en tablas de madera, en las que marcarían quiénes votaron sí, no y quiénes no asistieron. Y por el lado del No, algunos manifestantes, luciendo orejas de conejo y exhibiendo carteles, rechazan el nuevo acuerdo con las Farc.

Este miércoles, el maratónico debate se cumplirá en el pleno de la Cámara de Representantes.

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