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El ajedrez, la música y las matemáticas son las tres actividades que producen más niños prodigio, ¿por qué? La clave puede estar en que las tres son abstractas, aunque la experiencia te ayuda a tocar bien el piano o crear una fórmula matemática o producir una partida de ajedrez, lo realmente esencial en esas tres actividades no es la experiencia, sino el talento innato enriquecido por el entrenamiento, siempre que estemos hablando de prácticas a nivel de la élite, y no como una simple afición.

Por el contrario, es prácticamente imposible que niños adolescentes sean escritores muy brillantes (ningún genio de la historia de la literatura escribía como tal a los 14 años), aunque tengan mucho talento y dominen la técnica de la escritura, porque a esa edad no han vivido lo suficiente ni escrito lo bastante para alcanzar el nivel de los virtuosos de la literatura, un campo donde la experiencia es fundamental. Además, hay otros factores comunes entre el ajedrez, la música y las matemáticas; por ejemplo, el orden, la armonía, la concentración, la necesidad de anticiparse a los que va a ocurrir, de manera que la nota musical, el número o la pieza que tú eliges es un momento dado que tú crees que va a pasar más tarde.

Esto explica que muchos niños con gran talento para el ajedrez lo tengan también para las matemáticas y/o la música, hay un matiz importante: el progreso de la informática aplicada al ajedrez ha originado una aceleración tremenda del aprendizaje de los niños, que ahora absorben en un día lo que hace solo veinte años requería un mes por lo menos.

Fabio Hernández Núñez