Tres horas de pánico por incendio en Los Ángeles
Las llamas, según vecinos, se originaron en el interior de una fábrica recicladora, a las 5:30 p.m. de ayer • Bomberos reportaron cuatro viviendas afectadas, un vehículo incinerado y ninguna persona lesionada.
“¡El incendio es para allá!”, grita desesperada una mujer señalando con su mano la columna de humo negra que se veía por encima de los techos del barrio Los Ángeles, etapa III. Eran las 6:30 de la tarde y el intenso olor a quemado presagiaba una conflagración grande.
En efecto, los alrededores de la calle 111 con carrera 11 se encontraban atiborradas de personas que vigilaban la labor que realizaba el Cuerpo de Bomberos con la ayuda de vecinos del sector para sofocar las llamas.
“¡Pásame el balde con agua, rápido!”, gritaba un hombre que se encontraba sin camisa y mojado, tratando de apagar la intensa llama naranja que amenazaban con ingresar a su vivienda.
El incendio, según vecinos, se había originado a las 5:30 de la tarde de ayer en el interior de una recicladora, donde se “encontraba almacenado gran cantidad de plástico”.
“Creemos que fue un corto lo que originó las llamas. De repente comenzó a salir el fuego de allí y le dimos el aviso a los bomberos, pero estos tardaron como media hora en llegar hasta este sector. Fue la comunidad que ayudó a apagar el incendio”, aseguró Marta Aurela, vecina del sector.
Sin embargo, otra versión que se corría entre los vecinos daba fe de que la conflagración se había originado en la canalización de un arroyo que divide los barrios El Pueblo y Los Ángeles.
“Dentro del caño habían unas personas desde temprano prendiendo unos cables y unos neumáticos”, dijo un testigo.
Las autoridades
Según el Cuerpo de Bomberos que atendió la emergencia, la situación “se controló a tiempo” y “no hubo ninguna persona afectada”, solo se registraron pérdidas materiales: la fábrica de plásticos arrasada, además de cuatro viviendas afectadas y un vehículo incinerado.
El capitán Jaime Pérez, comandante de Bomberos, señaló que fue necesario movilizar tres máquinas con 5.500 galones de agua hasta la zona de la emergencia, que “presumimos se dio por un cortocircuito”.
“Se nos dificultó la llegada oportuna debido al tráfico que había en la Avenida Circunvalar. Resaltamos la ayuda de la comunidad que evitó la propagación del incendio hacia otras casas”.
Otro de los uniformados, que se que se encontraba en la emergencia, afirmó que las llamas “demoraron tres horas en ser extinguidas”.
El incendio provocó la caída de varios cables del tendido eléctrico, y hubo varias personas que recibieron descargas eléctricas.
Ayuda de la comunidad fue vital. Érika Conde, quien vive a pocas casas del lugar, aseguró que de no ser por la ayuda de la comunidad el incendio hubiese sido de mayores proporciones.
Con la voz aún acelerada por la impresión de las llamas, cuenta que pasadas las 5:00 de la tarde escuchó los gritos de una vecina que advertía que un incendio empezaba a propagarse.
“En menos de un minuto todos los vecinos empezaron a salir con baldes de agua, mangueras y palas para echarle arena al fuego, pero las llaman crecían cada vez más”, contó.
En medio del desespero y la impotencia al ver cómo las llamas se expandían con celeridad, la comunidad se agolpaba cada vez más para tratar, a su manera, de evitar que el fuego consumiera más viviendas.
Los minutos pasaban y el desespero seguía aumentado, fue entonces cuando Marta Quintero decidió empuñar en su mano un rosario, y, en medio de lágrimas, empezó a rezar.
“El sofoco que se sentía era grande, yo veía esas llamas cada vez más cerca y altas, sentí eternos los minutos que pasaban y me angustiaba porque no llegaban los bomberos, definitivamente Dios metió su mano y nos salvó de una tragedia”, relató la mujer que recibió atención médica por el susto.
Para Henry Ortega las llamas no fueron impedimento para entrar a la casa contigua donde se originó el incendio y ayudar a su vecina a sacar sus pertenencias.
“Los cables de la electricidad caían pero yo como pude me metí y entre varios rompimos la pared para sacar las cosas de la señora, afortunadamente fue solo el susto y logramos asegurar sus cosas”, expresó.
Ortega aseguró, además, que “ayer habíamos hablado con el dueño de la fábrica, para que tomara precaución de la situación que se podría presentar, además del fuerte olor a químicos que salían de allí”.
Inseguridad
Vecinos del sector denunciaron algunas personas aprovecharon el incendio para hurtar objetos de las casas afectadas. “No respetaron lo que pasaba, se metieron a las casas e inclusive sacaron objetos que estaban en medio de las llamas”, dijo una vecina.
En el lugar hizo presencia la Policía, que impidió que se siguieran saqueando las viviendas.
Otro grupo de vecinos señaló que personas que se encontraban “al otro lado del arroyo”, en el barrio El Pueblo, intentó interrumpir la labor de los bomberos al lanzarles piedras para que se retiraran del sector.
