La clasificación fue planteada por la aclamada académica Barbara Fredrickson.
Una investigación publicada en la revista ‘Brain Structure and Function’ señala que la exposición continua al ruido puede afectar el cerebro, mientras que períodos sostenidos de silencio favorecen el desarrollo de nuevas neuronas y reducen el estrés.
Para la investigación se analizaron los datos genéticos de más de un millón de personas.
Más de 72.000 hospitalizaciones y 8.700 ingresos a UCI se han registrado en lo que va del año por enfermedades respiratorias. Expertos insisten en vacunación, diagnóstico temprano y prevención individual.