Los entes de control deben actuar ya para impedir que reglas quebrantadas, opacidad financiera, violencia política y contratación atípica sean la norma a seguir.
Caída en producción, deudas por subsidios y falta de proyectos ponen en riesgo la seguridad energética mientras el Ejecutivo ignora alertas de la Contraloría.
Una mala hora para Gustavo Petro, a quien la incoherencia de sus discursos y acciones le están devolviendo como un bumerán todas sus estrategias como opositor.
El microtráfico, homicidio y extorsión comandados por estructuras criminales se han expandido a municipios en los que la tranquilidad era su bien más preciado.