Para empezar lima las uñas hasta dejarlas uniformes y en el tamaño que desees. Es importante aclarar que si eres de las que prefiere cortarlas, puedes hacerlo con un cortauñas.
Luego, sobre el área de la cutícula, aplica el removedor de cutícula y con ayuda de un palito de naranjo levántala y llévala hacia arriba de la uña.
Como tercer paso retira la cutícula que levantaste y ten en cuenta que puedes hacerlo hasta donde desees llegar, pero, en este caso, solo retiramos la que esté levantada.
En cuarto lugar lava tus manos como de costumbre o, en caso de tener un exfoliante, puedes utilizarlo y luego retirarlo con agua. Después, con la ayuda de una gasa o toalla, frota sobre las uñas y sécalas.
Luego aplica la base y deja que seque durante dos minutos.
Pon la primera capa del color de tu preferencia. Hazlo suavemente y sin llegar hasta la cutícula para no mancharte alrededor de los dedos. Pero, si llega a pasar, apóyate con el palito de naranjo para retirar el exceso antes de que seque.
Tras esperar otros dos minutos, aplica la segunda capa de esmalte y nuevamente limpia los excesos. Para evitarlos se recomienda no untar mucho la brocha del esmalte.
Por último aplica el brillo y déjalo secar durante dos minutos más. Y listo.
Resultado final: unas uñas arregladas para lucir en el día a día.
Paso a paso de una manicura casera
Aprende una forma práctica de arreglar tus uñas cuando no alcanzas a ir a una peluquería.