Una fortaleza de hielo y frío
El blanco cubre el paisaje. Como durmiendo sobre el suelo la nieve se hace protagonista y el viento helado viene. Los pinos resaltan verdes como pinceladas aisladas sobre lienzo virgen mientras montañas imponentes se levantan en escala de grises creando una fortaleza de hielo y frío. Es Tignes, una comunidad francesa escondida en los Alpes, donde se vive en comunión con la naturaleza. Allí cada detalle parece sacado de un libro de cuentos de Navidad.