Hacer hielo en Barranquilla requiere algo de magia

Aunque en un par de ocasiones la ciudad ha visto sus escenarios convertirse en pistas de hielo, siempre llama la atención el hecho de que alguien se atreva a desafiar el calor de Barranquilla y traslade a sus teatros y recintos la helada magia de las temperaturas bajo cero. El escenario del Teatro José Consuegra Higgins fue el escogido esta vez para llevar a los espectadores al mundo del hielo, con una pista donde se presentará esta noche el Circo de Moscú. Pero la pista de la que muchos solo tienen buenos comentarios y que genera preguntas acerca de la forma como se mantiene en la temperatura barranquillera, que por estos días supera los 30 grados centígrados, requiere un trabajo de casi 24 horas para llegar a su consistencia final y estar en óptimas condiciones para la presentación de los artistas del circo. Desde hace seis años Alexander Arkhipov, un técnico europeo especialista en refrigeración, es el encargado de montar este tipo de espectáculos en Colombia y toda Latinoamérica con la compañía de Alexánder González, que se ha dedicado a presentar estos ‘shows’ en varios países del mundo.  El especialista reconoció que ante un calor como el que hace en Barranquilla es más difícil lograr que el hielo quede perfecto para las presentaciones, pero contó que ya lo ha hecho en varias ocasiones en otros recintos de la ciudad y “el hielo siempre queda perfecto, como lo necesitamos”. Sin embargo, comentó que el trabajo por mantenerlo es mayor que el que debe hacerse en cualquier otro lugar. El procesoPara la creación de una pista de hielo, se debe contar con una maquinaria que distribuye un líquido especial entre un sistema de tuberías. La que se utilizó ayer en el Teatro José Consuegra es de fabricación colombiana y la única que existe en el país, pues el empresario de estos eventos se vio obligado a gestionar su fabricación en vista de que las máquinas europeas demandaban un mayor gasto de energía y representaban mayores costos. Antes de poner a funcionar la maquinaria, se cubre la superficie a congelar con láminas de icopor a las que le sigue un plástico especial y luego, más icopor. Sobre estas capas se arma un sistema de mangueras que debe ser conectado a la máquina principal donde se encuentra el compuesto de propilenglicol, el líquido ‘mágico’ que ayuda a crear el hielo. Una vez el sistema esté conectado y listo para funcionar se vierte hielo picado que ayuda a acelerar el proceso. “Si no lo usamos también podemos crear hielo, pero a una temperatura como la de Barranquilla demoraríamos casi tres días más”, advirtió Arkhipov. Una vez está todo listo en la superficie, se activa la máquina que usa el propilenglicol, o glicol, como lo usan los técnicos para abreviarlo, y se pone a funcionar la máquina para lograr la congelación total de la superficie. El artefacto no se apaga hasta que la pista no deja de usarse. ¿Qué hace el glicol?El compuesto que utiliza la máquina con la que se congela la superficie de la pista es un compuesto orgánico usualmente insípido, inodoro, e incoloro. Entre sus aplicaciones puede contarse que es utilizado como solvente para coloración de alimentos y saborización. Sin embargo, en lo que se refiere a la creación de pistas de hielo artificiales el propilenglicol es utilizado como anticongelante. Su tarea consiste en bajar el nivel de congelamiento del agua, de modo que se congele a 25 grados bajo cero y no a cero grados, como sucede normalmente. De esta forma, el líquido que circula por las mangueras sigue entrando y saliendo por los conductos necesarios y logra que la superficie se congele sin que pase lo mismo con la máquina y las piezas. Solo se congela lo que debe ser. Por Jeniffer Varela Rodríguez Twitter: @JenVRod