La Semana de la Moda de Nueva York demostró su eclecticismo entre el universo psicodélico de Coach, el nuevo desafío conceptual de Vaquera y la elegancia contenida de Gabriela Hearst.
El color fue el protagonista en la propuesta de Coach. La idea se materializó sobre todo en vestidos y blusas elaboradas en un material muy fluido, tipo muselina, que a veces daba un aire casi virginal a las modelos, algo muy inusual en la marca.
Los motivos también se vieron en sacos y, más sorpresivo, en bolsos, accesorios que con esta firma suelen ser más sobrios.
Fiel a su tradición, Coach también mostró mucho cuero, especialmente en chaquetas que también incluían color, todo ante la mirada del actor Michael B. Jordan ('Creed' y 'Pantera Negra'), nuevo embajador de la casa.
Jordan reemplazó a la cantante Selena Gómez, quien fue musa de Coach e inspiró una colección cápsula el año pasado.
Por su parte, la marca Vaquera exhibió una colección inspirada en 'los lazos (de la decoración de interiores) con la vestimenta',según explicó después del desfile Bryn Taubensee, una de las tres cabezas creativas de la marca.
Vaquera también cuestionó el poder de la representación al desestructurar completamente la indumentaria, incluido un traje minúsculo o, a la inversa, una versión tan grande que cubre hasta los tobillos.
La diseñadora Gabriela Hearst se mantuvo fiel al espíritu de su marca, que exalta sobre todo la silueta.
Sus modelos son una celebración del largo y la verticalidad, con vestidos y faldas que a menudo llegan al tobillo, así como los abrigos.