El Heraldo
Muchos paraderos en la capital sucreña se encuentran en mal estado y otros son usados como bahías por los mototaxistas. Cortesía
Sucre

En Sincelejo abundan los paraderos, pero no hay buses

En los últimos 20 años la capital sucreña ha experimentado tres modelos de transporte público. El más reciente fue en la administración anterior, cuyas busetas hoy están parqueadas en un lote en las afueras de la ciudad.

La última vez que Senaida Álvarez utilizó el servicio de transporte público masivo de pasajeros (busetas) en Sincelejo fue hace seis años.

“Recuerdo que pasaban por el frente de mi casa. Para montarme a las busetas solo debía atravesar la calle y listo, me iba para el trabajo de una forma segura”, anota la mujer que desde entonces y en contra de su voluntad se vio en la obligación de empezar a transportarse en mototaxi “porque ese es el transporte que nos ofrecen en Sincelejo”.

Se consideraba una asidua usuaria de los buses y busetas que tuvo esta ciudad porque en su casa, desde que ella tenía 8 años, la mandaban en el bus de Pepe Paternina para el colegio. La ruta era Florencia- San Carlos y luego cuando ingresó al bachillerato era Florencia-Majagual, a la sede del colegio Lenis.

“Yo iba y venía del colegio en el bus de Pepe, que era el papá del exalcalde Jesús Paternina. Era de los pocos medios masivos que había en el Sincelejo de ese entonces”, puntualiza.

Como ella muchos otros ciudadanos recuerdan el auge del transporte público en la ciudad, en especial los de la ruta San Carlos-Camilo-La Selva que era prestada en buses de hasta 45 pasajeros y con cobradores puesto a puesto que durante toda la ruta, si tenían cupos disponibles, iban ‘conquistando’ pasajeros.

La comunidad se ha visto obligada a utilizar las motos para movilizarse. Cortesía

Con el paso de los años llegaron las busetas y fueron reemplazando los viejos buses que entonces quedaron para transporte escolar, pero ya cumplieron su ciclo y dejaron de rodar. Uno que otro, pero menos de 10, sobreviven realizando el traslado de personas a los cementerios que están en las afueras de Sincelejo. La ciudad fue creciendo y la demanda de pasajeros también, pero lo que se quedó estancado fue el servicio de transporte público masivo de pasajeros.

 Franklin Donado Buelvas, líder cívico de Sucre, presidente de la Asociación de Usuarios de los Servicios Públicos e integrante de la Secretaría Técnica de la Mesa Sucreña por la Paz, asegura que la no tenencia de transporte en una ciudad capital denota la existencia de gobiernos incapaces. “Sincelejo ha tenido tres intentos fallidos de transporte público masivo de pasajeros. Eso denota la incapacidad de los gobiernos en esta ciudad capital, la única de este país sin transporte público”, dice.

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Promesa incumplida

El alcalde Andrés Gómez Martínez recibió una ciudad sin este servicio y a 280 días de finalizar su gobierno se puede decir que no ha cumplido con su promesa de transporte, la cual sustentó además en la audiencia ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) cuando le estaban promoviendo la revocatoria de su mandato.

Para febrero de 2021 Gómez Martínez dijo: “Gestiones importantes que se han venido haciendo con diferentes consultores, definiendo las rutas, la capacidad transportadora, el parque automotor, la cofinanciación del sistema. En ese trabajo estamos y tenemos la convicción de que en el mes de junio debemos estar nosotros con un transporte público en la ciudad”.

Los ciudadanos cuestionan que Sincelejo esté inundada de señales y paraderos para buses que podrían superar los 400 y el 99 % de ellos están en mal estado, al igual que los paraderos con espacio público (PEP).

Coinciden en afirmar que “cuando los buses quieran llegar a esta ciudad ya el mobiliario no existe”.

EL HERALDO hizo un recorrido por la ciudad y encontró que los paraderos que están en La Selva, Variante a Tolú, Barlovento, Los Pioneros, Nuevo Pioneros, avenidas Argelia y Alfonso López, El Cortijo, Florencia y El Centro están destruidos por el paso del tiempo y desvalijados. Algunos perdieron el techo, en otros se llevaron los canastos para la basura y en el peor de los casos unos están ladeados, a punto de caer.

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En Nuevo Pioneros los vecinos critican que en un paradero hubiesen ubicado dos señales iguales sobre el sistema de transporte. “Una es más vieja que la otra. La primera se oxidó esperando las busetas que no han llegado”, dijo un morador de la zona al vernos tomar la fotografía.

En El Cortijo, en la calle principal, se pudo constatar que los mototaxistas se instalan en el paradero de buses esperando pasajeros y cubriéndose del sol y la lluvia.

Sobre la instalación del mobiliario y las acciones para que la llegada de las busetas sea una realidad en Sincelejo y que de paso perdure el servicio, la gerente de Metrosabanas, Diana Baquero Tobías, reconoció que los paraderos en efecto han sufrido el paso del tiempo, pero también la acción de ciudadanos con poca cultura, a los que precisamente les pidió tener un compromiso con este mobiliario necesario para la operación del sistema.

Informó que en la ciudad hay 441 paraderos en los que invirtieron más de 2.651 millones de pesos.

En Sincelejo no le han apostado al transporte colectivo, como en otros años, porque siempre va a fracasar debido a que hay más usuarios de motos que de busetas, de allí que ha demorado para ir seguro con un servicio atractivo como lo es el SEPT.

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