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El padre Julio Balza en eucaristía virtual para su comunidad parroquial.
Sociedad

“Que se haga la voluntad de Dios”, las últimas palabras del padre Julio Balza

El sacerdote de la parroquia ‘Los doce apóstoles’, en el barrio La Unión, falleció por causa de las secuelas de la covid-19.

Vestidos de blanco, usando tapabocas y manteniendo el distanciamiento social, sacerdotes de la Arquidiócesis de Barranquilla, familiares, amigos y feligreses de la parroquia ‘Los doce apóstoles’ le dieron un último adiós al padre Julio Balza Tatis, en la eucaristía de exequias presidida por monseñor Pablo Salas Anteliz.

Este martes, desde las 6:30 de la mañana, el cuerpo del sacerdote barranquillero se mantuvo en cámara ardiente, en la Catedral Metropolitana María Reina, para que fieles y allegados al párroco pudieran despedirse del hombre que hasta su último día de vida fue servidor de Dios.

Durante casi dos meses, el barranquillero estuvo internado en la clínica luego de dar positivo para covid-19, ser intubado, librarse de la batalla contra el coronavirus, pero quedar con secuelas en su cuerpo que lo afectaron. Sus problemas cardíacos y de azúcar, según cuentan sus amistades, fueron “fulminantes” en el estado de salud del presbítero, que falleció este lunes 24 de mayo.

La partida de Julio Balza representa para sus familiares y la comunidad parroquial una “pérdida enorme”, como lo expresan a través de las redes sociales, pues con su alegría y energía contagiaba cualquier recinto, desde la iglesia hasta una charla con sus amigos. Es precisamente esa personalidad carismática y encantadora la que será recordada por las personas que lo conocieron.

Su sencillez y positivismo fueron características de Balza. Ser parte de la Iglesia Católica y seguir los pasos de Jesús fueron el impulso diario de Julio, que duró 21 años siendo sacerdote y 49 en este mundo.

El arzobispo de Barranquilla, Pablo Salas, presidió la eucaristía de exequias.

Una gran personalidad

Balza fue un aficionado empedernido del fútbol. En una entrevista dada a EL HERALDO el 1 de abril de 2021, que exaltaba su labor evangelizadora a través de las plataformas digitales como YouTube, habló sobre su “sueño frustrado” de ser jugador del Real Madrid y sobre la lesión en su rodilla que lo alejó de las canchas en su juventud, pero que lo acercó por completo a Dios.

“Toda mi vida quise ser futbolista, todavía es la hora y sueño estar con el Real Madrid (risas). Eso no se dio por una lesión en la rodilla, nunca me operé y me alejó de las canchas. Yo entrenaba con Pachequito, Valenciano y también me faltó la palanca”, puntualizó.

Aunque no tuvo la oportunidad de ejercer la carrera futbolística, soñó con ser un campeón mundial que levantara la copa. Para su gracia alcanzó a levantar todos los días “la copa que es el cáliz”.

El padre Johan Acendra, su colega, confirmó el gusto de Balza, incluso indicó que hacía parte de la selección de fútbol de sacerdotes. El último torneo lo jugaron juntos en el barrio Chiquinquirá, en Barranquilla.

“Nos va a hacer mucha falta. Las secuelas de la covid hicieron mucho daño en él, siempre estuvo en la clínica y, bueno, el Señor ya lo tiene gozando de su santa presencia”, expresó Acendra.

Otra de sus pasiones fue la música, sobre todo el vallenato. Justo para el tiempo en el que falleció Jorge Oñate (28 de febrero de 2021), el presbítero también confesó “lo mucho” que le había dolido la partida del ‘Jilguero”.

“Me ha dolido mucho la muerte de Jorge Oñate, tengo mucha sensibilidad hacia los artistas y yo tenía como la ilusión de cantar al lado de él, así que me impactó mucho, le hice un video a la familia, no lo he montado en YouTube pero ya está hecho”, contó en entrevista a esta casa editorial.

De la misma forma, el padre Johan recordó entre risas que Balza “tenía una gran personalidad, era amante al canto, al vallenato, aunque tal vez la voz no lo acompañaba”.

Amigos, familiares y fieles de ‘Los doce apóstoles’ se despidieron del sacerdote.

Sus últimas palabras

 “Mi querida comunidad de ‘Los doce apóstoles’: qué bendición poderles enviar un saludito después de tantas situaciones difíciles por las cuales he atravesado, pero gracias a la voluntad de Dios, la intercesión de la Santa Virgen María y la oración de ustedes, he ido venciendo poco a poco todas estas situaciones. Falta mucho por recorrer, pero confiemos, simplemente, en que se haga la voluntad de Dios”. Con estas palabras el líder católico envió un mensaje especial a su comunidad el domingo 23 de mayo, un día antes de su fallecimiento.

Vía WhatsApp, Balza agradeció por la unión en oración de sus amigos, familiares, feligreses e integrantes de la iglesia católica. Vigilias y cadenas de petición por la sanidad física del sacerdote eran lideradas por su comunidad parroquial. 

“Hoy para la iglesia es una fiesta muy importante, es el nacimiento, el cumpleaños de la iglesia, la efusión del Espíritu Santo. Disfruten de este día, es el día del Señor, el día de nuestra fiesta patronal y disfrutémosla al máximo desde la distancia, estaré conectado con ustedes en la participación de la eucaristía. Dios les pague, he estado muy bien atendido en esta clínica y todo se dio gracias a Dios. Qué Dios bendiga y dé salud a todos los enfermos, cuídense mucho y que el Espíritu Santo los llene de gozo, de alegría. ¡Viva la Iglesia Católica!”, finalizó Balza en el audio.

“Que se haga la voluntad de Dios”, las últimas palabras del padre Julio Balza

El sacerdote ‘youtuber’

El padre Julio fue reconocido por su labor evangelizadora a través de las redes sociales y plataformas digitales. En YouTube contaba con 25.700 suscriptores que esperaban fervorosamente el “buenos días” del sacerdote, todas las mañanas.

En pandemia nunca dejó de estar al servicio de su comunidad y de buscar alternativas para mantener la cercanía, incluso llegó a ser visto por fieles que lo seguían de otras ciudades y países. Su oración matutina y nocturna se volvió pan de cada día para sus seguidores.

Gregoria Sandoval, feligresa de ‘Los doce apóstoles’, resaltó que Balza fue un “ser maravilloso”, que nunca frenó su servicio y que se mantuvo más cerca de los suyos, aun en la distancia.

“Él se hizo querer. En pandemia, sin que tuviera tanto contacto con las personas del barrio, se hizo querer enormemente y a través de su canal de YouTube mandaba su mensaje en la mañana y en la noche. Acompañó todas las actividades de la parroquia de manera virtual, todo el tiempo trabajó y la gente siguió caminando. Gracias a él la parroquia nunca paró”, expresó a EL HERALDO.

La despedida

Sus conocidos nunca dejaron de orar. Vigilias y cadenas de oración por la sanidad del padre Julio no faltaron, y la mayoría se realizaron de forma virtual. Miladys Kalil, coordinadora del equipo parroquial EPAP, trabajó de la mano con el barranquillero y de la misma forma estuvo pendiente del estado de salud del párroco durante el tiempo que estuvo en la clínica.

“Las vigilias y oraciones por la sanación del padre se hicieron a través de la virtualidad, por Zoom, para mantener en obediencia las disposiciones de la Arquidiócesis de Barranquilla. Sin embargo, hubo un momento en el que sentimos la necesidad de la presencialidad y monseñor Pablo Salas nos ayudó en este proceso”.

Asimismo, con un gran número de personas en la Catedral, muchas de ellas con pañuelos para secar sus lágrimas provocadas por la partida del presbítero, se le dijo adiós a ese ser carismático que trabajó por la unidad de la comunidad y que tuvo como prioridad a niños y jóvenes.

“El padre tenía un espíritu joven, amaba mucho a los jóvenes y a los niños, tuvo muy buena comunicación con ellos, estuvo a su lado impulsándolos en cercanía. Fue muy cercano con nosotros, un amigo, nunca nos dejaba sin responder a nuestras inquietudes, fue un gran pastor”.

En la eucaristía, el arzobispo de Barranquilla, Pablo Salas, despidió al sacerdote e hizo una misa de acción de gracias porque después de una dura batalla Balza “venció la muerte”.

“Es en la prueba y en el sufrimiento donde resplandece nuestra condición cristiana, nuestra condición de discípulos del Señor. El que quiera seguirlo que se prepare para el sufrimiento. Cada vez que llega un dolor como este le pedimos a Dios que nos permita asumirlo en la fe, porque fuera de la fe no hay cómo entender el dolor y el sufrimiento, no hay cómo entender el misterio de la muerte, solo en la experiencia de Cristo resucitado se puede comprender”.

Finalmente, de forma organizada, asistentes a la ceremonia se acercaron al lugar donde reposaba el cuerpo del padre para despedirlo y orar por su recibimiento en el cielo.

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