El Heraldo
Franklin Hernández , director de la escuela musical, realiza los encuentros los fines de semana con los niños y niñas de la comunidad. Cortesía
Cultura

Famía Rí Tabalá, los guardianes de la herencia musical palenquera

35 niños hacen parte de este proyecto que mantiene viva la identidad propia de la comunidad. El recién fallecido Rafael Cassiani fue vital en la consolidación de la escuela.

Desde el asentamiento que realizaron hace más de 300 años, producto de aquella memorable lucha contra la corona española, la música ha estado presente en sus vidas, al punto de convertirse en la expresión inmaterial más notable de su cultura.

San Basilio de Palenque es un corregimiento ubicado en el municipio de Mahates, Bolívar, que goza de tener intactas sus tradiciones africanas como consecuencia de los esclavos africanos que llegaron a esta región del país en la época de la Colonia.

Con instrumentos autóctonos del Caribe y otros heredados de la cultura africana, cantos en lengua criolla y numerosos bailes, esta comunidad ha transmitido sus saberes de generación en generación, un aspecto clave para mantener viva su identidad palenquera. 

Desde hace tres años nació Famía Rí Tabalá, la única escuela musical de Palenque que busca brindarles a niños y niñas las herramientas necesarias para mantener un legado musical.

UN MÚSICO APASIONADO
Franklin Hernández Cassiani. Cortesía.

Franklin Hernández Cassiani, fundador y director de la escuela, habló con EL HERALDO del surgimiento, el objetivo y camino que ha tenido este proyecto musical.

La idea surgió en su etapa de estudiante, quien confiando en su vocación de enseñar y conociendo la realidad del corregimiento, vio una oportunidad de generar espacios de enseñanzas con las nuevas generaciones. 

“Cerca de mi casa vivieron grandes músicos como Graciela Salgado, Dolores Salinas, Paulino Salgado, Rafael Cassiani y Siman Congo, entre otros grandes referentes. A punta de vista, oído y practica aprendí a tocar los instrumentos tradicionales”, sostuvo el músico.

Actualmente, Hernández tiene 29 años y además de tener en “andas” su escuela musical, está cumpliendo un sueño que tenía desde muy niño.

“Siempre quise ser parte de Sexteto Tabalá, el grupo musical más representativo de la comunidad palenquera. Desde el momento que me propusieron ser parte, me llené de felicidad”, dijo.

LA GESTACIÓN DEL PROYECTO
Ensayo en el patio de una casa en Palenque. Cortesía.

Al crecer, Franklin decidió salir de su Palenque y abrirse paso en el mundo de la música. “Luego de vivir un tiempo en Necoclí, Antioquia, realizando talleres musicales, me di cuenta que allá apoyaban las escuelas de música y casas de la cultura, y en Palenque no había ninguna entidad que se preocupara por ese tema”, afirmó.

Al llegar a San Basilio, Hernández dio el salto y se atrevió a darle forma a aquel sueño que tenía desde la escuela: crear Famía Rí Tabalá (Familia Tambó).

“La escuela nació a finales de 2019 y desde ese momento incentivé a los niños de la comunidad para que hicieran parte de este proyecto, hoy tengo 35 entre niños y niñas”. 

Hernández afirmó que “el propósito de la escuela no ha sido solo formar grandes músicos, sino también líderes que reconozcan la importancia de la cultura palenquera”.

LA INFLUENCIA DE RAFAEL CASSIANI
Rafael Cassiani grabando el disco junto a los niños. Cortesía.

La voz líder del reconocido Sexteto Tabalá, el recién fallecido Rafael Cassiani, contribuyó significativamente al proyecto desde sus recomendaciones, anécdotas y sugerencias.

“Los fines de semana íbamos donde el maestro Cassiani a las diez de la mañana y él compartía con nosotros. A pesar de sus 87 años, y de su problema de Alzheimer, por momentos les comentaba a los niños sus anécdotas, sus canciones y cómo aprendió a cantar. Son momentos que quedarán marcados en los niños”, confesó Hernández.

En el patio del maestro Cassiani se mezclaban las ganas de aprender, la inocencia de los niños y los sabios consejos que este les daba a las futuras generaciones de la música palenquera.  

El cantautor disfrutaba aquellos momentos rodeados de niños y niñas sedientos de adquirir conocimiento.

UNA DIFÍCIL TAREA
Hernández y algunos niños de la escuela en un ensayo. Cortesía.

En el inicio de la escuela, Hernández únicamente contaba con dos tambores.

Al mismo tiempo, los niños buscaban la manera de ingeniárselas y utilizaban cualquier otro objeto para producir sonidos, entre ellos algunos tanques y sillas.

Al subir un video de un ensayo, un amigo residente en Inglaterra le propuso hacer un crowdfunding (recaudación de fondos por internet), el cual pusieron en marcha, recaudando 750 euros.

“Con el dinero recaudado compramos diez tambores alegres, cuatro tamboras, tres llamadores, dos juegos de maracas, tres pares de gaitas, un tablero y mandamos a hacer camisetas para los niños, entre otros gastos”, afirmó el músico.  

Hernández agregó que los instrumentos han sido donados por colegas, amigos y personas enamoradas de la cultura. “El maestro Cassiani nos donó la marímbula y un bongó, así hemos conseguido lo que tenemos”.

APRENDIENDO A TOCAR
Niños de Famía Rí Tabalá Cortesía.

Yeider Márquez Salgado tiene 13 años, es oriundo de San Basilio de Palenque, y hace parte de esta escuela musical. Afirmó sentirse contento por aprender.

“Estoy en la escuela desde hace dos años y ensayamos los fines de semana. Nosotros aprendemos mucho en la escuela, yo toco el bongó, maracas, gaita y otros intrumentos”, sostuvo el niño.

María Sofía Miranda es una niña de 11 años que canta y toca en la escuela musical.

“Estoy aquí porque quiero aprender acerca de los ritmos tradicionales de mi comunidad. Lo que hace el profe Franklin es muy bueno porque se mantiene el legado cultural”, confesó Miranda.

Hernández continuará sembrándoles a los niños y niñas de su comunidad el amor por la música y el deber que tienen de mantener el legado que les ha sido transmitido.   

“Estoy convencido que estos niños serán los próximos Rafael Cassiani, Graciela Salgado, Paulino Salgado y otros grandes músicos de la comunidad. Hay algunos que tienen como referente estos artistas, realmente son talentosos y eso quiere decir que nuestra tradición musical va a perdurar en el tiempo”. 

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