El Heraldo
La reina Nataly Patiño Amaris estuvo acompañada del cajero Carlos Díaz y el guacharaquero Iván Becerra. Hansel Vásquez, enviado especial a Valledupar.
Sociedad

“Mi mamá desde el cielo me mandó fuerzas para lograr esta corona”

Este año fue la revancha para la valduparense Nataly Patiño Amarís, la nueva reina del acordeón que en 2020 perdió a su progenitora en plena final.

Haber ganado 56 festivales nacionales dedicados a la música de acordeón no eran suficientes para la acordeonera valduparense Nataly Patiño Amarís, a ella le faltaba en su palmarés el más importante, el que la desvelaba, el Festival de la Leyenda Vallenata.

Desde los 8 años ha participado en las diferentes categorías en búsqueda de la corona y solo la noche de este sábado, con 22 abriles cumplidos, consiguió su objetivo, ser Reina en la categoría de Acordeonera Mayor. El año pasado había ocupado el segundo lugar, siendo superada solo por la bolivarense Yeimi Arrieta, luego de recibir quizá la noticia más dura de su vida, la partida de su madre, Karina Amaris Vega.

Hoy es a ella a quien dedica su triunfo y agradece porque desde el más allá la sigue respaldando. “Mi mamá desde el cielo me mandó fuerzas para lograr esta corona y sé que debe estar muy orgullosa de mí. La verdad tengo muchos sentimientos encontrados porque quisiera que ella estuviera aquí a mi lado como siempre lo hacía, pero Dios sabe hacer sus cosas. Ustedes fueron testigos de lo que lloré el año pasado en plena presentación en mi ronda final, me dolía el alma por la muerte de mi madre”, expresó Nataly con la voz quebrada en conferencia de prensa en el Parque de la Leyenda Vallenata Consuelo Araujonoguera.

La muerte de su madre ocurrió el 2 de octubre de 2021 y Patiño conmovió al mundo vallenato debido a que en sus redes sociales compartió varios videos quebrada en llanto y manifestando que debió empeñar uno de sus acordeones para poder darle cristiana sepultura. Requería más de cinco millones de pesos para poderla sepultar y tras no tener los recursos suficientes se vio obligada a ceder uno de sus acordeones. “Me tocó desprenderme de algo muy especial, pero eso fue lo de menos porque lo hice para despedir al ser que me trajo a este mundo. Por fortuna Dios también me ha respaldado durante este duro año y aquí estamos entrando a la historia de este prestigioso concurso cultural”.

Luego, en la transmisión de la gala final, se le vio ejecutar su acordeón y cantar con tristeza por la partida de su ser querido. Sus ojos hinchados revelaban todo el dolor que sentía, pero ahora esos ojos tienen un brillo especial debido a que hay “júbilo” en su alma.

“Es un orgullo ser Reina vallenata, lo estoy sintiendo desde el instante en que dieron el veredicto y quiero invitar al resto de mujeres que tocan el acordeón a que se esmeren y luchen por este trono, las mujeres también podemos, somos muy talentosas. En el vallenato hay machismo, pero si nos unimos como género podemos lograr grandes cosas”, aseveró a EL HERALDO.

Esta residente del barrio Don Carmelo, que el año entrante estudiará Arquitectura, había intentado en tres ocasiones convertirse en la reina del acordeón. Con su genética luchadora confía en que Dios la tiene lista para grandes cosas. “He tenido una carrera muy fructífera, había ganado 56 festivales a nivel nacional, pero me faltaba el más importante de todos y para la gloria de Dios se me ha dado, Él es el único que restaura corazones”.

Coqueteo a Silvestre

Nataly Patiño, que para la gala decisiva apareció con un vestido plateado y tenis blancos, estuvo acompañada del cajero Carlos Díaz y del guacharaquero y cantante Iván Becerra para interpretar el son Mi acordioncito, de Andrés Beleño; el paseo Qué dolor, de Luis Enrique Martínez; el merengue La fiera de Nafer Durán y la puya De local, de su inspiración, robándose el espectáculo al tocar varias notas con una sola mano.

Sus rivales Jenifer García, Sara Arango, Karen Rodríguez y María Vega, se convirtieron en testigas de la noche mágica de esta vallenata que hizo respetar su casa.

Los encargados de calificar a estas mujeres fueron El Mono Cotes, Jenny Cabello, Irina Fernández, Miguel Meza y Lourdes Baute.

“Este año fue muy duro, pero siempre he dicho que Dios premia el esfuerzo. Mi sueño musical ahora es tocar con Silvestre, él ha dicho públicamente que su próximo compañero de fórmula debe ser una mujer y bueno aquí está Nataly Patiño, la nueva reina del acordeón (risas). Quiero seguir adelante y ser una grande en la música vallenata”.

¿Será que el cantante urumitero Silvestre Dangond escucha el coqueteo de la nueva ‘diosa coronada’ del Festival Vallenato?. Tocará esperar a ver qué ocurre, mientras tanto, Nataly Patiño que hace un año lloraba para despedir a su madre, hoy con este título encuentra un motivo suficiente para sonreír.

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