
‘Memorias guerrilleras’: una toma de paz en el cine
Cinco reincorporados narran sus vivencias en la guerra y su proceso de dejación de armas. La cinta participará en festivales internacionales.
Era 2 de octubre de 2016. El pueblo colombiano decidía en las urnas si le darían el “Sí” o el “No” al Acuerdo de Paz a través del plebiscito. Al mismo tiempo, en La Elvira, corregimiento de Cali, en el Valle del Cauca, más de 50 excombatientes de las Farc empezaban a escribir una nueva historia. Como parte del proceso de dejación de armas quisieron capacitarse en varios campos de la industria audiovisual, buscando cambiar sus armas por los reflectores, las cámaras y los micrófonos.
No fue hasta 2017 cuando a los reincorporados les llegó la oportunidad de hacer parte de un proyecto cinematográfico. En ese momento ante la respuesta unánime del grupo, el director y productor colombiano Ricardo Coral decidió dar inicio a los planes para rodar Memorias guerrilleras, “la primera película colombiana grabada, escrita e interpretada por excombatientes”, según el realizador.
Estrenada el pasado 2 de octubre, exactamente cinco años después del triunfo del “No” en el plebiscito, esta producción narra las historias de cinco firmantes del Acuerdo que durante mucho tiempo empuñaron las armas. En 1 hora 45 minutos relatan con anécdotas sus experiencias y su cotidianidad en la guerra.
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Donde todo nació
En mayo de 2017, el director Ricardo Coral llegó a la zona veredal de La Elvira mientras hacía una investigación sobre el fallecido comandante de las Farc, Manuel Marulanda Vélez. “Al llegar encontré a esos 50 guerrilleros tomando cursos de manejo de cámaras, de narración audiovisual y comunicación, fue sorprendente”, recordó.
Fascinado por lo que veía, no pensó en otra cosa más que en hacer un filme de ficción donde ellos fueran los protagonistas. “Quería que se dejara de ver a los guerrilleros como los más sanguinarios y malvados”, dijo.
Con varios permisos concedidos, inició el proyecto junto a un grupo de cineastas, que en primera instancia prestaron los equipos para grabar.
La preproducción se completó en agosto de 2017. El rodaje se llevó a cabo en el mes de septiembre de ese mismo año. Fuera del “rigor militar”, el productor dio rienda suelta a esos talentos empíricos de los personajes en cuanto a escritura, actuación y dirección. Coral y el resto de cineastas fueron “solo asesores”.
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Hace cuatro años se finalizó el rodaje de Memorias guerrilleras, pero por falta de recursos económicos no había sido posible terminar el filme. Sin embargo, en 2019 la propuesta ganó el premio de posproducción del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico, que les permitió financiar el montaje y la edición de la cinta con toda la calidad que exige la industria.
“Con la película queremos mostrar los beneficios de la paz, por eso utilizamos la vía del streaming, intentando hacer que todos la vean. Además, la película tiene un alto contenido en términos sociales y de derechos humanos”, concluyó Coral.

Diana Pardo quiere encontrar a su hija pero hasta ahora sus esfuerzos para contactarla no han dado frutos. Según sus cálculos, hoy debería tener 21 años. Su historia arranca desde que entró por voluntad propia a las Farc teniendo 15 años. Graves problemas con su familia, que se quedó a cargo de su pequeña, la motivaron a incorporarse a este grupo guerrillero con el que aprendió de las armas, pero también de resiliencia, afirma.
En la película interpreta a una mujer con miedo a reintegrarse a la vida civil. Aunque el personaje fue creado por otra excombatiente, Pardo sentía que estaba contando su propia historia. “Cuando estábamos en el proceso de paz teníamos miedo porque veía que nos estaban matando, ver que asesinaban a los líderes y a los combatientes nos asustaba. Interpreto a una mujer con miedo de la nueva vida que nos esperaba afuera. En esos momentos ante la sociedad uno era un monstruo”, narró.
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Para ella, los mejores años de su vida los dedicó “a la lucha”, aprendiendo a vivir entre la guerra. No obstante, recuerda que en varias ocasiones pudo llevar obras de teatro a comunidades aledañas y hacer presentaciones de baile, algo que le apasionaba.
Actualmente Pardo reside en Cali, tiene 35 años y estudia Diseño Gráfico, trabaja en un proyecto de costura y estampados, y es emprendedora.
Xiomara Martínez fue una de las sonidistas de la producción. Al lado de varios profesionales pudo adquirir los conocimientos para participar proactivamente del rodaje, en el que incluso en algunas escenas interpretó un papel como actriz. En un principio estuvo en Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR) en La Elvira donde se inscribió en un curso de redes sociales.
Martínez, cuenta, proviene de una familia campesina víctima de la guerra.
“A los 13 años me fui a las Farc porque no encontré otra salida. Yo quería estudiar, aprender a hacer algo y trabajar por mi comunidad. En esta película estamos mostrando lo que se vive en el campo y no queremos hacerle apología a la guerra como dicen algunos, pero en realidad es entender que el que no conoce la historia termina repitiéndola”, añadió Martínez.

La historia de Boris Guevara lleva la huella de un soñador. Se integró a las Farc en el año 2000 siendo un joven vendedor ambulante que cargaba el peso de un futuro incierto y con pocas posibilidades de progresar.
“Terminé en las Farc por la necesidad de sobrevivir y la falta de oportunidades que lo obligan a uno casi que a decidir cómo quiere morir”, dijo Boris, actor del filme.
“En Memorias guerrilleras explico desde que llegué a la zona. Cuando entré a las Farc hice parte del grupo de comunicaciones detrás de las campañas. Siempre me había gustado la comunicación pero nunca se me había dado la oportunidad, y en las Farc lo pude hacer con los cursos que se dictaban”.
Incluso, el bogotano llegó a La Habana (Cuba), y estuvo en la mesa de conversaciones como encargado de las comunicaciones. Con sus conocimientos empíricos hasta logró participar en el ETCR en La Elvira donde dictaba clases de comunicación, y donde coincidió con Ricardo Coral para trabajar en equipo.

Guevara también se abanderó del desarrollo de la plataforma por donde es exhibida la película. “Nos tomamos tres meses haciendo la planificación de diseño UX – UI, que fue desarrollada en una forma inicial en frames, y luego en un programa de simulación llamado Figma. Después pasamos a la fase de desarrollo web y buscamos la plataforma que más se acoplara a nuestras necesidades”.
Actualmente Guevara tiene 38 años y es el vivo ejemplo de que nunca es tarde para intentar cumplir los sueños. Está en octavo semestre de Diseño y Comunicación Visual en la Universidad Javeriana de Cali, enfocado en el desarrollo de estrategias de comunicación.
Para disfrutar de la película, el público puede ingresar a la página www.memoriasguerrilleras.indyon.tv donde debe hacer un aporte de 10 mil pesos que van destinados al equipo de excombatientes que participaron en la producción.