El Heraldo
Nataly Galán acompaña el proceso de algunos estudiantes desde los laboratorios de la Unisimón. Orlando Amador
Sociedad

Las ‘notas’ científicas de Nataly, bisnieta de Pacho Galán

La soledeña Nataly Galán es PhD en Química y ha participado en la creación de tres patentes. Hoy es directora del Centro de Ciencias de la Vida de la Universidad Simón Bolívar.

Su marcada influencia musical la sedujo en muchos momentos. Siendo bisnieta de Pacho Galán, ‘El Rey del Merecumbé’, y nieta del trompetista Armando Galán, intentó seguir el legado, pero pudo más la Química Pura en el proyecto de vida de Nataly Galán Freyle.

La soledeña, criada en Cartagena, hoy tiene una larga trayectoria que la exalta como una de las científicas con más patentes en el Caribe, específicamente tres.

Actualmente es directora del Centro de Ciencias de la Vida (CICV) de la Universidad Simón Bolívar de Barranquilla. Ha trabajado en grandes proyectos innovadores facilitando procesos médicos, detectando explosivos o partículas en el aire, o incluso mejorando el tratamiento de aguas.

Aunque ha tenido una satisfactoria vida laboral y ha estado llena de triunfos, nunca olvida su vehemente pasión por la música,  su “otro amor”, ese que años atrás le regaló tantos recuerdos que conserva como su “tesoro más valioso”.

Sin marcha atrás
La química sigue el proceso de una impresora 3D.

Galán es profesional en Química Pura de la Universidad de Cartagena. En 2011 hizo su maestría y su doctorado en Química Aplicada, específicamente en el área de materiales, en la Universidad de Puerto Rico, donde se graduó en 2016.

Allí trabajaba de la mano del Departamento de Defensa de Estados Unidos desarrollando sensores para detectar explosivos a distancia, buscando así no comprometer al personal humano que hacía el análisis.

“Esto lo hacíamos con láseres y técnicas espectroscópicas de última generación”, dijo.

A finales de 2016 regresó a Colombia. Al llegar, fue la Universidad Simón Bolívar la que le abrió las puertas. Ha trazado su experiencia en los campos de salud, tecnología y medioambiente, trabajando con laboratorios como AudacIA y Macondo Lab.

Patentes

La primera patente la registró en 2019 y consistía en un recubrimiento para dispositivos médicos, llamado ‘Recubrimiento antibacteriano’.

“La principal problemática que vimos es que cuando se hace una operación con implantes, a estos les pueden crecer biopelículas de bacterias, así que tratamos de hacer una investigación utilizando nanotecnología y componentes biológicos como los fagos, que son unos virus que tienen una actividad lítica sobre las bacterias, es decir, las matan”, explicó la PhD.

Lo que encontró el grupo investigador es que esto podría ayudar a proteger los dispositivos para impedir el crecimiento de las “películas bacterianas”.

“Puede ser utilizado no solo en el sector de la salud, sino también en la industria alimenticia y de tratamientos de agua”, apuntó.

En 2021 patentó ‘Rally’, un dispositivo para determinar material particulado en aire. La idea surgió porque encontraron que es común que los cuartos donde se hacen cirugías se contaminen.

“Pensamos en cómo podíamos hacer esa detección sin que el analista tuviera que tomar la muestra, luego llevarla al laboratorio y esperar varios días para que crezca. ‘Rally’ manda alertas cuando reconoce que hay bacterias de material particulado orgánico o inorgánico en el aire”.

‘Rally’ utiliza una especie de inteligencia artificial (IA) a través del reconocimiento de imágenes, tiene láseres que generan una dispersión de la luz y que crea una fluorescencia que con cámaras que capturan el movimiento de partículas.

Actualmente desarrolla otra patente: ‘Victa’. “Es sobre un prototipo para determinar diferentes parámetros físicoquímicos, sea pH, conductividad, oxígeno disuelto, temperatura, y otras cosas, en las aguas de forma remota. Este es un emprendimiento”, contó la especialista.

Uno de sus sensores tiene una metodología distinta a la que ya se utiliza para ver turbiedad del agua.

“‘Victa’ es una especie de boya flotante que se carga por sí sola porque tiene paneles solares, además se puede monitorear por el celular”.

Hay más proyectos que suman a su lista de investigaciones. Por ejemplo, al iniciar la pandemia, cuenta, se emprendieron diferentes estudios para realizar pruebas de covid-19.

Crearon un modelo de Inteligencia Artificial (IA) que permite determinar si un paciente es positivo, negativo o si hay alguna anomalía.

También ha aportado su conocimiento a investigaciones dirigidas al diagnóstico temprano del virus del papiloma humano en mujeres.

“Diseñamos una metodología rápida y precisa a través de una espectroscopia infrarroja, que no es invasiva, donde podíamos determinar qué tipo de virus tiene una paciente con papiloma humano, buscando alertar acerca de un posible cáncer de cuello uterino”.

También ha recibido reconocimientos por parte de la Alcaldía de Barranquilla (2017), la Gobernación del Atlántico (2021), y de la Real Academia de Ingeniería del Reino Unido, a través de la Fundación Newton. Este último se dio en 2018 tras aplicar a la convocatoria Leaders in Innovation Fellowship 2017-2018.

Victa, dispositivo para medir componentes del agua.
Una mujer familiar

Jocosamente Nataly rememoraba los tiempos en los que junto a sus tres hermanos bailaba en ronda al son del merecumbé. La música estaba en sus venas y era una pasión que iba más allá del legado musical que había inmortalizado su bisabuelo, el fallecido maestro Pacho Galán.

“Desde los 4 años yo cantaba mariachi en la Plaza de Soledad y en el colegio, y también recitaba poesías. Esa parte artística siempre me ha llamado la atención. Estuve casi nueve años como corista en la Orquesta de Pacho Galán, con la que viajé a diferentes ciudades del país”, recordó la científica.

En su adolescencia, relata Nataly, fue una decisión difícil elegir entre la música y la ciencia. En los inicios de su carrera de Química lo alternó con clases de técnica musical, pero al final optó por el mundo de las fórmulas y los experimentos.

“Siempre he creído que el arte y la ciencia van muy de la mano. En ambas tiene mucho que ver la disciplina, el sacrificio y la pasión. (...) Soy una mujer entregada, que se exige mucho a sí misma. Siempre trato de dar lo mejor de mí, tanto en mi trabajo como a mi familia”, añadió.

También es una “madre todoterreno”. Sus dos pequeñas hijas son su mayor motivación para seguir cumpliendo sus metas.

Cuenta que ha aprendido a distribuir su tiempo y a cumplir con sus responsabilidades como madre y científica.

En cuanto a cómo ve el panorama de las nuevas generaciones que siguen interesándose por las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) dice: “Nos estamos moviendo bien y muy rápido en estas áreas porque estas últimas generaciones, y más con la pandemia, se han enfocado en lo relacionado con la tecnología y la sistematización de las cosas”.

De igual forma, reconoce que la baja participación de las mujeres en estas disciplinas se debe al fuerte factor cultural machista que apunta a que el género femenino “no tenga cabida” en estas carreras.

“Ahora hay más posibilidades, pero todavía existen estereotipos, las mujeres debemos demostrar que somos capaces de todo”, concluyó.

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