El Heraldo
Nibaldo Castro, director de la Cofradía, durante la producción de ‘Plató Teatral’. Cofradía Teatral
Teatro

La Cofradía Teatral que sobrevive en la virtualidad

La compañía suma 27 años de promover encuentros teatrales. Con ‘Yo público soy parte de la escena’ acaban de ser becados por Mincultura.

En teatro es conocida una expresión que alude a la convivencia y la confluencia física entre individuos del mismo campo: “Convivio”. Del latín convivium, el término significa banquete, convite, reunión: todas acciones que hoy, debido a la cuarentena de la Covid-19, resultan riesgosas o están prohibido realizar.

Esa confluencia, por un lado, de estudiantes, artistas de oficio y profesionales, y por otro de la comunidad de espectadores, ha sido promovida por Cofradía Teatral desde sus comienzos, hace 27 años, cuando empezaron llevando a los colegios piezas que adaptaban libremente. Como anfitriones, han movilizado (en el marco del proyecto ‘La ciudad como aula de aprendizaje’ y de Enitbar: Encuentro Internacional de Teatro de Barranquilla en el Atlántico y la Región Caribe) a sus “convidados” a las salas del Teatro Amira de la Rosa, el José Consuegra Higgins, además de decenas de teatros y auditorios escolares.

El director de la Cofradía, Nibaldo Castro, recuerda que al inicio eran 14 estudiantes de Arte Dramático y otras áreas de la Universidad del Atlántico con la intención de llevar el teatro a las aulas. Más tarde invitaron a los estudiantes para que salieran al ‘aula’ de la ciudad e hicieran una fila, compraran una boleta y se sentaran en la butaca de un recinto donde se apagarían las luces antes de la función. Lo primero lo hicieron a través de versiones de Crónica de una muerte anunciada, Diatriba a la ausencia, El renacuajo paseador, El maravilloso mundo de Andrea; después con funciones de compañías procedentes de España, Francia, Chile, México, así como de otras ciudades y municipios colombianos.

Sólo en Enitbar, que se ha realizado de 2007 a 2019 sin interrupciones, “han contado con unos 288 mil espectadores, 201 compañías de teatro y más de 1.200 artistas invitados”, informa Castro. Su agenda la componen presentaciones, talleres, seminarios, proyecciones cinematográficas, celebraciones del Día del Niño, lecturas dramáticas, etcétera.

 Aunque tengamos contacto virtual no es lo mismo si no creamos desde los cuerpos un territorio afín, un movimiento, en presencia de una mirada o de un gesto

“La formación de públicos era poca o nula”, dice Castro refiriéndose a los primeros años. “Por eso buscamos contribuir al crecimiento tanto de la parte creativa como la formación de público, las dos caras de la moneda del convivio teatral”.

Con sus actividades han propiciado encuentros pedagógicos y de entretención en la escena teatral local. De acuerdo con Castro, algunos de esos alumnos de colegio que asistieron a presentaciones en el marco de Enitbar hoy son egresados de los programas de Arte Dramático de la Facultad de Bellas Artes, a cuyo teatro, por razones obvias, también han llegado.

“Cofradía teatral, más que una compañía, es una familia que pone la creación por encima de cualquier cosa. Si llegas a Cofradía con el gran sueño de crear, ella te acoge y hace ese sueño suyo”, dice Andrea Angulo, actriz, maquilladora y docente egresada del programa de Arte Dramático de Bellas Artes.

La actriz Paola Puello en su unipersonal de la versión libre del ‘Enfermo imaginado’, de Philippe Car. Cofradía Teatral

Plató en pandemia

A partir de la cuarentena sus procesos tanto de financiamiento como de puesta en escena cambiaron. El teatro, tan urgido de espacios como buena parte del sector cultural, vive de otros modos la ausencia de espectadores por la crisis sanitaria. “Nuestro oficio depende del encuentro con el público”, como señaló en entrevista con EL HERALDO Dario Moreau, director de la Asociación Cultural Ay Macondo, tras las cancelaciones de la temporada teatral de marzo y abril.

El asunto se torna aún más espinoso si consideramos el trabajo de vestuaristas, maquilladores, payasos, titiriteros, que sin convivio ni apoyo financiero saldrán fácilmente de la crisis.

Castro dice que en un momento de la pandemia quedaron “estáticos”, pero luego empezaron a ofrecer actividades desde la virtualidad. Dice que la “capacidad de resiliencia” de los artistas locales ha impedido que “el teatro muera en la ciudad”, y que “el propósito es hacer del teatro un bien común y que la ciudad se apropie de él”.

“Este es un momento en que la gestión cultural cambió, el ejercicio de la creación cambió, porque la pandemia lo que ha hecho es alejar los colectivos. Aunque tengamos contacto virtual no es lo mismo si no creamos desde los cuerpos un territorio afín, un movimiento, en presencia de una mirada o de un gesto”, añade. 

La situación obligó a Cofradía a organizarse en sus procesos de creación con otros espacios y compañías de teatro. En su encuentro ‘Yo público soy parte de la escena’ han entrevistado a 40 personas entre técnicos, periodistas, escritores, actores, actrices, directores de casting, investigadores, casas teatrales. Con la beca que recibieron el pasado 30 de julio por parte de MinCultura pretenden dar el paso para crear “la primera escuela de formación de público de Barranquilla”.

En las convocatorias habilitadas por la Secretaría de Cultura del Distrito, varios integrantes de Cofradía, como Paola Puello, su codirectora, se presentaron en áreas de creación individual, con el propósito de acceder a lo colectivo desde el confinamiento. “Plató teatral” es una muestra de ese trabajo surgido en cuarentena. Para su producción, un artista maneja con la ayuda que tenga al alcance y  los recursos necesarios la cámara, la iluminación, el vestuario, el maquillaje, la escenografía. Y, por supuesto, la historia.

El resultado: una plataforma de circulación virtual y una puesta escena imaginada desde el encierro, con los artificios completos. Y piezas pregrabadas pues no todos los interesados tienen conexión regular a internet.

No se trata de ‘reinventar’ el convivio, sino de mostrar que sigue ahí, en el contexto de la crisis.

En la sede de Cofradía Teatral se organizan eventos culturales para todo público. Cofradía Teatral

La sede

Cofradía se formalizó ante la Cámara de Comercio en el 2006. En 2017, gracias a la convocatoria para asignar recursos de la Contribución Parafiscal de Espectáculos Públicos para las Artes Escénicas, adquirieron su sede ubicada en la calle 68 # 54-66, en el barrio El Prado. Antes estuvieron en el barrio Chiquinquirá.

Para referirse a este espacio, Castro lo sintetiza como “774 m2 dedicados a las artes escénicas y todas las artes; un lugar que protege la poética”.  Cuando lo recibieron, era casi un despojo: paredes desconchadas, techos agujereados, escombros y humedad. Tras las adecuaciones progresivas se convirtió en sala de conciertos, puestas en escena, sala de exposiciones y de charlas con público. Un espacio de celebración cultural que hoy urge proteger, como tantos otros de la ciudad que están en riesgo de desaparecer.

Programación

Plató Teatral, la plataforma virtual de artes escénicas de Casa Teatro Cofradía, inaugura hoy una serie de unipersonales producidos durante la pandemia. Hoy, mañana y el sábado estarán presentando a las 8:00 p.m. tres versiones libres tituladas ‘Julio, el maestro de ceremonia’, ‘Victoria’ y ‘El Augusto’, por la cuenta de Instagram @cofradiateatralbaq. El proyecto Plató Teatral fue ganador del portafolio de estimulos de la Secretaría de Cultura de la Alcaldía de Barranquilla.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.