Fira, criptoarte a un solo trazo
Con la tecnología ‘blockchain’, la artista Camila Fierro vende sus obras digitales.
En una tableta con su lápiz digital traza la única línea que conforma su obra. No es una línea recta, es un juego de trazos y curvas entrelazadas que contienen un dibujo, cuya técnica se basa en no levantar el lápiz hasta que esté terminado.
Auténtica, única e irrepetible como su criptoarte. Así es Camila Fierro Ramírez, conocida como ‘Fira’, la primera artista colombiana que utiliza la tecnología blockchain para vender sus obras de arte digitalmente.
Para comprender de qué tratan sus creaciones, Fira explica en qué consiste el blockchain. También conocida como cadena de bloques, esta es una tecnología de seguridad, la cual consiste en crear cadenas en forma de bloques en las que se aloja la información de las transacciones en Internet.
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Esto permite, entre otras cosas, mayor seguridad y trazabilidad de la información, ya que no puede ser alterada. Hace las veces de un sello de autenticidad. Del blockchain, lo más famoso es la criptomoneda bitcoin.
Su especialidad son los rostros, y su técnica es a un solo trazo, esto quiere que decir que en la realización del dibujo, en ningún momento levanta el lápiz y conecta todas las líneas, de tal manera que dé el resultado esperado. A partir de este punto, Fierro cuenta que “Conectados a un solo trazo” es su manifiesto.
Conoció sobre el criptoarte gracias a una red social. Investigando y estudiando todo sobre esta industria, vio una oportunidad de hacer realidad su sueño de llegar a diferentes rincones del mundo “conectando personas”.
Así descubrió Open Sea, un mercado digital que permite comprar y vender obras de arte y otros ítems con la tecnología blockchain. Los compradores que entran a esta plataforma para adquirir los artículos, son usuarios que manejan las criptomonedas, específicamente la Ether (Etherium).
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Artista sin copia
En conversación con EL HERALDO, Fira cuenta que vendía sus obras de arte por redes sociales y simplemente ponía su firma, sin embargo, considera que es un documento que fácilmente puede ser modificado y perder su valor.
No ha desplazado del todo esta manera de comercializar sus productos, así que aunque ella esté en “la onda” del criptoarte, quienes no manejen estos activos digitales también pueden comprarle.
“Esta tecnología blockchain usa las tres T: trazabilidad, transferencia de valor, y transparencia. Lo que permite es que la gente vea quién compró mi obra, a qué hora, cuándo lo hizo y por cuánto”, indica.
La joven de 25 años es ingeniera civil de profesión. Es oriunda de Bogotá y una viajera entusiasta. Ha conocido muchas culturas y con satisfacción cuenta que sus dibujos han llegado a más de 20 países.
Ama “locamente” el Carnaval de Barranquilla. Cada vez que tiene oportunidad, no duda en tomar un vuelo para venir a disfrutar de los desfiles, danzas, disfraces y comparsas de esta gran fiesta.
Camila es una artista empírica. Por fortuna ha tenido al alcance la tecnología, que hoy es su herramienta de trabajo. Ser la primera mujer colombiana en utilizar estos medios para darse a conocer es algo nuevo hasta para ella.
Además, desea contribuir a difundir el mensaje de empoderamiento femenino en cada uno de sus trazos.
A sus 17 años creó la fundación ‘Ya tengo donde escribir’, donde hacía cuadernos con cajas de cereales y hojas recicladas para niños de escasos recursos.
Gracias a esto se convirtió en embajadora de One Young World, una organización mundial sin ánimo de lucro que convoca a jóvenes líderes para desarrollar soluciones a los problemas que aquejan a la sociedad. Hace dos años representó a Colombia en Londres y para este 2021 irá a Alemania.
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Semanas atrás también recibió la noticia de que su nombre figura en la lista de expositores de Expo Dubái, evento realizado cada cuatro años en los Emiratos Árabes Unidos.
Camila Fierro señala que en su arte se percibe “buena vibra, espontaneidad, alegría”, también algo de surrealismo y “locuras”, reflejos de su personalidad y naturaleza creativa.
Por otro lado, también ha sacado provecho a su creatividad y ha emprendido con su línea de ropa en la que plasma sus diseños. El conocido cantante de reguetón J Balvin, por ejemplo, portó una de las camisas de su tienda.
El ‘boom’ del arte
Las cantidades de dinero que se mueven en estos escenarios son una muestra del momento que está viviendo el arte digital. Así lo destaca Fira.
Lo interesante de su talento no es solo que complace a sus compradores, sino que también un porcentaje de sus ganancias están destinadas a la compra de tabletas para personas que no tienen acceso a la tecnología. Esto como una manera de estimularlos y ayudarlos a descubrir las oportunidades que tienen con el criptoarte, que ella ha sabido aprovechar.
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Según cuenta Fierro, el criptoarte empezó a tomar impulso durante el segundo semestre de 2020, pero el boom no se produjo sino hasta finales del año pasado.
Aunque la bogotana aún se está empapando de todo lo que hay detrás de esta nueva industria, de cómo se maneja este mercado, reconoce que es una ventana para los artistas emergentes y los experimentados que quieran generar más rentabilidad con sus creaciones.
