El Heraldo
Momento del funeral de la escritora española. EFE
Sociedad

Entre poemas y música despiden a Almudena Grandes

“Gracias Almudena”, gritaron sus lectores en el funeral. La escritora española falleció a causa de un cáncer a los 61 años.

“!Gracias, Almudena!” fue el grito que se escuchó en el cementerio civil de Madrid donde miles de lectores, familiares y amigos despidieron a Almudena Grandes este lunes. En el funeral abundaron grandes fotos de la escritora y una de sus frases: “No hay amor sin admiración”.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz; artistas como Joaquín Sabina, Pedro Almodóvar, Ana Belén o Miguel Ríos y escritores como Luis Landero son algunas de las muchas personas que acompañaron al marido de Almudena Grandes, el poeta y director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, y al resto de su familia en el entierro.

Desde primeras horas de la mañana del frío y soleado lunes que hacía en Madrid varios centenares de personas comenzaron a llegar al Cementerio Civil portando un libro de Almudena Grandes, como homenaje a la escritora, y leyeron fragmentos con sus novelas bajo una gran bandera republicana.

A las 12 del mediodía llegó el féretro al cementerio donde miles de personas aplaudieron a la comitiva, mientras la actriz y cantante Ana Belén comenzaba a leer un texto de la escritora, titulado Una falda de plátanos.

En este texto, la escritora recordaba la impresión que le había causado saber que sus dos abuelos de jóvenes habían ido a ver bailar a Josephine Baker en un teatro de Madrid. Y cómo descubrió dos cosas: “la primera, que el progreso no es una línea recta. La segunda, en qué clase de país me había tocado vivir”, decía.

“Ahora sé que el principal reto que afronta mi generación consiste en llegar a ser tan modernos como fueron nuestros abuelos. No lo tenemos fácil”, termina el texto de Almudena, que fue sido leído entre aplausos.

A continuación, el actor Miguel del Arco leyó el poema La ausencia es una forma de invierno de Luis García Montero, dedicado a Almudena Grandes, y que acaba con los versos “Pues todo se me olvida si tengo que aprender a recordarte”.

Estos versos han circulado estos días por las redes sociales desde el fallecimiento de la escritora y forman parte del libro de Luis García Montero, Almudena, publicado en 2015 por Valparaíso ediciones.

El acto de homenaje finalizó con la canción de Joaquín Sabina, que se encontraba entre los asistentes, Noches de boda en la versión que cantó con Chavela Vargas.

Y mientras Luis García Montero y su hija depositaban flores en su tumba, los asistentes comenzaron a cantar el himno La Internacional. En ese momento se empezaron a corear gritos como “Sin memoria no hay democracia” y vivas a la República.

Una forma de recordar que Almudena Grandes, fallecida a los 61 años, estaba convencida de que la “batalla por la memoria” terminaría ganando en España y por lo que emprendió en 2010 un proyecto, su proyecto literario más querido: los Episodios de una guerra interminable.

Eran seis novelas para dar voz a los perdedores de la guerra y de ellas publicó cinco, la última de ellas La madre de Frankestein, en febrero de 2020. Pero antes ya había hablado de estos españoles en otras de sus muchas novelas, que portaban ayer sus lectores que llegaron a darle el último adiós.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el domingo asistió al tanatorio, acompañó a Luis García Montero hasta la puerta del cementerio, donde se fundieron en un emocionado abrazo.

Al entierro asistieron también representantes del Instituto Cervantes y de la editorial Tusquets, donde Almudena Grandes publicaba sus libros.

Algunos de los lectores que acudieron al acto recordaron lo que ha supuesto la literatura de esta escritora: “En sus libros aprendí lo que era la historia de España porque la que contaban en el colegio era distinta”, indicó Adela Martínez.

Rosas y claveles rojos fueron también llevados por los asistentes y, además de banderas republicanas, portaron algunas del Atleti, equipo de fútbol del que Almudena Grandes era seguidora.

El pasado sábado la escritora falleció en su casa en Madrid a los 61 años a consecuencia de un cáncer de colón.

Su primer gran éxito fue Las edades de Lulú, en 1989, XI Premio La Sonrisa Vertical de novela erótica, traducida a más de 20 idiomas, mientras que con Malena es un nombre de tango llegó en 1994 su consagración, con otro de sus títulos llevados al cine.

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