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Sociedad

“El trasplante me transformó la vida”

En el marco del Día Mundial del Trasplantado, la periodista y modelo Adriana Betancur habla sobre su experiencia luego de adquirir un nuevo riñón.

Convertir la pérdida en esperanza es uno de los grandes estímulos de un trasplante de órganos. Su capacidad para transformar vidas no tiene límites y poder ver la luz en medio de la oscuridad es la añoranza de más de 3 mil colombianos que actualmente esperan ser beneficiados con una donación.

Este viacrucis lo ha vivido de cerca la modelo y presentadora antioqueña, Adriana Betancur, quien fue sometida a un trasplante de riñón, debido a una insuficiencia renal que padece hace 14 años. Sin embargo, está próxima a entrar a la lista de espera para un segundo trasplante, pues después de siete años, su cuerpo rechazó su primer trasplante.

Betancur es recordada por haber sido virreina nacional tras representar a Antioquia en 2004, también presentó la sección de Entretenimiento de Noticias RCN entre 2009 y 2010, y además, compartió la franja de Muy buenos días con el fallecido Jota Mario Valencia y Laura Acuña.

A sus 41 años, la mujer enfrenta una batalla que pronto espera librar. Y es que a su corta edad, una enfermedad silenciosa se estaba apoderando de ella. Luego de un diagnostico incorrecto, los médicos pudieron establecer que padecía insuficiencia renal.

“Me realizaron una biopsia y el nefrólogo de ese momento me diagnosticó la enfermedad de Lupus. Yo empecé a leer sobre esto y pensaba: esto no coincide con lo que tengo”.

Esta insuficiencia describe la pérdida gradual de la función renal. Los riñones filtran los desechos y el exceso de líquidos de la sangre, que luego son excretados en la orina. Cuando la enfermedad renal crónica alcanza una etapa avanzada, niveles peligrosos de líquidos, electrolitos y los desechos pueden acumularse en el cuerpo.

Desde el 2014, Betancur pudo recibir el trasplante de riñón que, de acuerdo con el Instituto Nacional de Salud (INS), la lista de espera para este tipo de trasplante aumentó 17 % en el último año y actualmente 3.328 personas esperan este órgano.

Además, la tasa de donación en el país es de 6.4 personas donantes por millón de habitantes, mientras la tasa de trasplantes es de 23.2 por millón de habitantes. Los donantes cadavéricos se incrementaron en 24 % durante el 2022, con respecto a 2021, lo que repercutió en la mejora de las tasas registradas. 

Una feliz transformación

Al darse cuenta que solo tenía  el 3 % de función renal, sabía que  debía iniciar el procedimiento de diálisis inmediatamente. 

“Duré año y medio en esta terapia que reemplazaba mi función renal y al mismo tiempo estaba en lista de espera de mi primer trasplante”.

De acuerdo con la presidenta de la Asociación Colombiana de Trasplante de Órganos (Acto) y nefróloga, Paola García, padecer esta enfermedad no permite que el paciente desarrolle con normalidad sus actividades.

“Tiene una función renal muy baja que no les permite tener una vida normal y esos pacientes necesitan de una terapia de reemplazo renal que es la diálisis. Puede optar por la diálisis o el trasplante. Lo ideal es que el paciente acuda al trasplante porque ofrece mayor calidad de vida y menor mortalidad”.

Desde que Adriana adquirió este nuevo órgano, ha sido el reflejo de la gran trasformación que es capaz de generar un trasplante en la vida del ser humano, por lo que expresó aquellas reflexiones que le han dejado poder hacer parte de este grupo poblacional.

“Un trasplante te cambia la vida completamente, no vuelves a hacerte diálisis, todo vuelve a la normalidad. Es un choque emocional muy grande, pero también es un momento de agradecimiento infinito porque hay tantas personas que no quieren donar. Sin embargo, cuando una persona decide hacerlo hay que agradecerles toda la vida”.

La fe sigue intacta

Pese a que luego de siete años, la mujer tuvo un rechazo humoral y esté otra vez en lista de espera, confía en que los avances científicos le devuelvan el riñón que ahora no posee.

“Los médicos y los científicos le aportan demasiado a la humanidad. Por eso, soy una de las que espera que con los avances de la ciencia algún día se cuente con el riñón mecánico y ya no tenga que esperar la voluntad de otro paciente o de una familia para salvar mi vida y la de las personas que pierden sus riñones nativos.

La nefróloga Paola García explicó por qué fue rechazado este trasplante en el cuerpo de Adriana: “El rechazo humoral es mediado por anticuerpos, eso significa que hay anticuerpos en el organismo que se activaron y que atacaron las células del injerto renal y pese al tratamiento no responde y ganan la batalla los anticuerpos. Cuando el riñón deja de funcionar, debe volver a la diálisis”.

Además, precisó la duración que pueden tener estos órganos. “El trasplante de un riñón no es para toda la vida y depende de si el donante estaba vivo, tiene una supervivencia aproximada de 20 años o si fue un fallecido la tiene de 12 a 15 años”.

Derribar los mitos

La desinformación y falta de conciencia sobre el tema fue otro de los aspectos en los que hizo énfasis Betacur, afirmando que aún quedan muchos mitos por derribar en este panorama.

“Todo el mundo cree que son poquitos a los que les pasa, pero no se imaginan lo común que es perder un órgano vital, hay miles de pacientes en una unidad renal. Es tan fácil donar, pero hay una inconsciencia total, a pesar de que se han hecho muchas campañas”.

Asimismo, la nefróloga, resaltó que no todas las personas con insuficiencia renal crónica requieren de un trasplante. “Ellas tienen que conocer cómo está la función de sus riñones especialmente los diabéticos, hipertensos, con cáncer, con falla cardiaca o mayores de 70 años”.

Además, los trasplantados y pacientes, deben adquirir hábitos saludables como disminuir el consumo de sal.

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