El reality que rompe los estándares de belleza
Yo soy Internacional’ es el nombre del concurso que busca promover el amor propio en mujeres de talla grande. Su tercera edición fue lanzada recientemente en Puerto Colombia.
Desde la antigüedad, la sociedad ha establecido distintos cánones de belleza a los que ha querido responder el ser humano.
Poseer el rostro, el cabello y el cuerpo ideal hizo parte de un imaginario colectivo que hasta la fecha continúa vigente, siendo este un aspecto contribuyente a la presencia de complejos en la mujer.
Por ello, las apariciones de términos como modelos plus size han querido dejar atrás el modelo de cuerpo hegemónico, y ahora el mercado textil incluye ropa para todo tipo de tallas y gustos.
Izar la bandera de estas mujeres es uno de los principales objetivos de Yo soy Internacional, el primer reality en Colombia enfocado en promover el amor propio en las mujeres de tallas grandes.
El concurso, que nació en Bogotá en 2020, llegó a Barranquilla para llevar a cabo su tercera edición. ‘La Casa de Lilo’, ubicada en el municipio de Puerto Colombia, se convirtió en el epicentro del lanzamiento de esta iniciativa.
Además de resaltar las cualidades de las concursantes, envía un mensaje de amor propio a todas las mujeres que han sentido no encajar con los estándares de tallaje que posee la sociedad.
Tara Rodríguez fue la creadora de esta iniciativa, la también modelo plus size buscó en la pandemia una luz que no era visible en todos los hogares. Los álgidos momentos de la crisis sanitaria motivaron a la mujer para emprender un proceso de amor propio en todas aquellas que habían desestabilizado sus emociones.
“Fue algo positivo para todas las mujeres que estaban encerradas en cuarentena. El siguiente año estuvimos en Medellín con la segunda edición totalmente presencial y apoyando a otras mujeres”.
Las participantes asisten a una serie de talleres instalados con unas marcas patrocinadoras y un reto de fotografía. Al final del concurso hay marcas que reconocen su labor y otorgan diversos premios.
Rodríguez también es comunicadora social y periodista, campo en el que fue descubriendo los diversos estigmas que fluctúan en la sociedad.
“Nosotros no buscamos la cara más bonita o el cuerpo más hermoso, sino que ellas tengan actitud para inspirar desde su experiencia a otras mujeres. Invitamos a la normalización de los cuerpos diversos y que les puedan dar un espacio válido en la sociedad”.
Un total de nueve capítulo se estarán rodando en nueve escenarios de la ciudad, lugares que mostrarán el sector cultural y turístico de Barranquilla.
“Trabajaremos con el Barrio Abajo y casas culturales. Vamos a estar grabando todos los domingos hasta el 26 de octubre”. Ayer salió el primer capítulo al aire.
Cuando todo parecía no tener respuesta y la tormenta no cesaba, Mariana Velásquez decidió ingresar al reality en la segunda edición realizada en Medellín.
Mientras la joven de 21 años atravesaba cuadros de depresión, el concurso se convirtió en el mejor bálsamo para romper la barrera que le impedía llegar a su pleno bienestar.
Cumplir con los retos que imponía cada capítulo era su gran desafío. Los jurados demostraban sus mejores estrategias para que las concursantes buscaran en su interior las cualidades especiales de cada una.
Desde allí, Velásquez empezó a trazar un nuevo camino. Con pruebas de fotografía y ser vocera de buenos mensajes para otras mujeres pudo reencontrarse con un autoestima que creía haber perdido.
La cosecha que emprendió logró darle uno de los frutos más dulces de su vida. La mujer se convirtió en la ganadora de la pasada edición y además de los premios materiales, aseguró haber recibido uno mejor: Aquel que curó las heridas provocadas por una no aceptación de su cuerpo.
“Agradezco mucho haber participado. Nos recordó a todas lo valiosas que somos y todos fueron mensajes para interiorizar. Fue muy gratificante aprender de las demás jóvenes que nunca te juzgaban por nada y así recordar el poder que tenemos como mujeres”.
Ahora es estudiante de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Antioquia y modelo plus size, campos con los que está descubriendo su pasión y misión de vida.
Mientras el mundo estaba sumergido en la burbuja de un virus que atacaba con más fuerza cada día, Stephany Perdomo quería brindar un mensaje de aliento en medio de los altibajos que se estaban desarrollando en muchas personas, en especial las mujeres que vivían una lucha diaria con su propio cuerpo.
“Quería ver qué tanto podía aportar a una comunidad que está creciendo mucho en el país como las modelos plus size y ayudar a otras mujeres con sus procesos porque el de cada una es diferente”.
La también contadora pública y modelo plus size descubrió sus habilidades y vivió las mejores pruebas para fortalecer el autorrespeto femenino.
Eliminar los patrones que indican las redes sociales es uno de los objetivos de Natalia Alzate, psicóloga y jurado del programa.
“Las redes sociales muestran una ilusión, un oasis en el desierto y es por ello que en el reality proyectamos mujeres a respetarse y a generar un impacto constructivo. No es un tema de confrontar, sino de construir”.
La transformación es uno de los principales pilares del programa, aspecto que se ve reflejado con el crecimiento que cada una de las participantes obtiene durante su etapa en competencia.
“Hay que vernos en el espejo y amar esa diversidad porque hemos sido criados con unos estándares equivocados. La moda nos ha impuesto un cuerpo heteronormativo, por eso hay que abrazar la belleza y aceptarla”.
