Sociedad

En video | El Carnaval de Barranquilla no se hará en febrero

El alcalde Jaime Pumarejo Heins sostuvo que no están dadas las condiciones sanitarias por el Covid-19.

El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, anunció este lunes que los desfiles y eventos masivos del Carnaval 2021 no se llevarán a cabo del 13 al 16 de febrero, tal como estaba pactado.

La decisión está basada en los análisis que viene haciendo el Distrito del comportamiento de la Covid-19 en la capital atlanticense.

“En febrero no estamos preparados para una fiesta que congrega a millones de personas, tanto de Barranquilla como de otras ciudades del país. Es por eso que la fiesta tal como la conocemos no se llevará a cabo en ese mes. Trabajaremos para que las manifestaciones culturales, las expresiones artísticas y los hacedores del Carnaval tengan una manera de expresarse y así preservemos nuestra cultura, nuestro patrimonio oral e inmaterial, pero lo que no haremos es exponer la vida y salud de los barranquilleros”, declaró el mandatario.

De esa manera, se trata de volver al Carnaval como lo era al principio, en casa, más íntimo, valorando especialmente lo cultural. Por lo que se contempla que en esa fecha se realice una conmemoración y que en cada hogar conozcan cómo se preparan los grupos, las tradiciones que guardan, el sentir de las danzas, el significado de los atuendos y la razón de la música.

“En la ausencia de fiestas masivas encontramos una posibilidad para rescatar el patrimonio que, hay que decirlo, en medio del desorden, se extraviaba un poco”, anotó el mandatario.

Aunque por ahora los indicadores del virus están bajo control en la ciudad, el Distrito valora los análisis que han venido haciendo organismos multilaterales sobre los efectos de la Covid-19 en el mundo, según los cuales por cada mes de epidemia las sociedades tardan un año en volver a la normalidad. “En esas circunstancias, por ahora podemos decir que en febrero no tendremos un Carnaval como lo conocemos”, insistió Pumarejo.

“Respaldamos la decisión”

Juan Ruiz Avendaño, presidente de la Fundación de Disfraces del Carnaval de Barranquilla (Fundicarnaval), dijo a EL HERALDO que respalda la decisión tomada por el alcalde. “Soy partidario de esta decisión con la que seguramente se busca mayor tiempo para contemplar el desarrollo de los eventos grandes con presencia de público. Era apenas lógico que se tomara esta decisión por todo lo que estamos viviendo con esta pandemia. El tema de la virtualidad representa encierro y no me gustaría. Después de una pandemia como esta, lo que necesitamos es una gran fiesta que renueve la esperanza y la economía”.

Roberto Guzmán Núñez, director de la comparsa de tradición popular Los Auténticos Monocucos de Las Nieves, fue mucho más contundente y dijo que a su juicio lo mejor es suspender la fiesta. “Estoy de acuerdo con el alcalde, aunque yo voy más allá y considero que hay que pensar en la suspensión del Carnaval en 2021, porque ya se está viendo un rebrote del virus en muchos países, así que en Barranquilla debemos evitarlo a toda costa. Descarto el tema de la virtualidad, eso implica muchos riesgos, porque al reunir a mis 120 monocucos para hacer una coreografía que sea transmitida por internet, prácticamente los estoy exponiendo al virus”.

La antropóloga Mirtha Buelvas explicó que este aplazamiento es un suceso inédito en las carnestolendas. “Durante la Guerra de los Mil Días (1899-1903) las carnestolendas se suspendieron, pero no había registro de un aplazamiento. Las fiestas se están suspendiendo a nivel mundial; en España anunciaron que quieren hacer un confinamiento hasta mayo, eso ya indica algo, porque ellos padecieron primero el virus, así que hay que prestarle atención”.

Agregó que “esta es una fiesta con más de dos siglos de tradición, así que se debe proteger la salvaguarda no solamente de las manifestaciones culturales que son la esencia de esta festividad, sino también saber hacer la fiesta, porque se trata de un patrimonio inmaterial en el que la comunidad participa”.

Un carnaval desde lo académico

 Más allá de la fecha en la que se realicen los desfiles y los eventos masivos de las carnestolendas, la coreógrafa e investigadora cultural Mónica Lindo, dijo que se deben fortalecer los conocimientos de los ciudadanos en torno a esta fiesta. “Se le debería apostar a lo formativo, hacer más conversatorios, que nos reconozcamos como esencia cultural. Al menos se deberá hacer una conmemoración de las fiestas en la fecha habitual y luego ver la manera de celebrarla”.

Agregó que no está de acuerdo con un aplazamiento. “Esta no es una fiesta de cumpleaños cuya celebración se puede postergar, se trata de un evento antropológico con toda una historia, los Carnavales del mundo siempre se hacen en fecha precuaresmal. Creo que se debe aprovechar esta fecha y apuntar a la formación de público. Si lo que se quiere destacar es el componente comercial y la parte económica para todos los que trabajamos en la fiesta, se podía idear posteriormente una actividad que no se llame Carnaval, sino una gran feria o festival en el que se reúnan nuestras expresiones y se exalten”.

En esta misma línea el actor, gestor cultural y docente de arte dramático Darío Moreu, director de la Carnavalada, sostuvo que tenía mucha lógica que el alcalde tomara esta decisión. “Todos sabíamos que fiesta como tal no iba a haber. Las organizaciones teníamos contemplado un tipo de celebración diferente. Se ha pensado más en eventos de carácter académico y virtual, no tenemos contemplado lo presencial, porque no es conveniente por cuestiones de salud”.

“Nuestro enfoque tiene que ver mucho con destacar otros elementos característicos, realizar por ejemplo un reconocimiento a las danzas tradicionales y entregar una mayor información sobre la naturaleza de estas, al igual que el teatro y la música que sostiene el Carnaval”, añadió Moreu.

Finalmente, Hernán Pernett, director del Cipote Garabato, sostuvo que las fechas de Carnaval son las establecidas y si se celebran después habría que llamarlas de otra manera. “Ahora viene el análisis de la virtualidad y compartir muchos saberes, por ejemplo sobre el vestuario que usamos en la danza y demás componentes que van desde la música hasta la presencia de un personaje enigmático como la muerte en un desfile. Ojalá la ciudad se sume a una agenda mucho más académica desde casa y que  se la gocen y aprendan de nuestros orígenes”.

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