El Heraldo
Sociedad

Seis padres costeños con historias inspiradoras

Este domingo se celebra el Día del Padre. EL HERALDO escogió a seis padres que han desempeñado una labor ejemplar.

Desde 1910 surgió la idea de crear el Día del Padre en Estados Unidos con el fin de honrar la labor incansable y amorosa que realizan dentro de cada familia, pero no fue hasta 1966 cuando el presidente de la época, Lyndon Johnson, estableció la fecha para celebrarlo cada tercer domingo de junio. 

Es así como muchos países escogen el mismo día para homenajear la figura paterna de la familia. Este año, la celebración en el país tuvo que ser pospuesta para el cuarto domingo del mes debido a las elecciones presidenciales que tuvieron cabida el pasado 19 de junio.

 

EL HERALDO escogió a seis padres de la región que desempeñan una ejemplar labor con sus hijos, brindándoles las herramientas necesarias para que ellos en un futuro sean excelentes personas en la sociedad.

El reconocido chef cartagenero Nicolás de Zubiría es padre de dos hijos y siempre trata de dar lo mejor de sí mismo para hacer de ellos unos niños ejemplares. De igual manera, Benjamín Peñaranda, un papá tomasino, ha luchado por alegrarle los días a su hijo diagnosticado con síndrome de Down.

Por otro lado, se encuentra Augusto García, un papá carnavalero que se ha convertido en toda una “estrella” de las redes sociales por su personalidad y el contenido familiar que publica. Otro de los padres es Jorge Arango, un psicólogo y padre de Isabela, una niña en condición de autismo que ha mostrado sus ganas de vivir y de aprender desde su nacimiento. 

Desde La Guajira, Luis Baquero comparte su historia de papá primerizo, cuyo aprendizaje en el camino no ha sido impedimento para no llenar de amor y cariño a su pequeña. Finalmente, aparece Roberto Torres, director de Sensación Orquesta, que por medio de la música expresa todos sus sentimientos.

Un papá que triunfa en las redes

Con 63 años “bien vividos” Augusto García es un papá muy moderno. Las redes sociales han sido para él un portal de “felicidad”. Gran parte de su vida la comparte con sus seguidores, casi siempre en forma jocosa, y en compensación recibe miles de likes. Algo parecido como hace la familia norteamericana Kardashian. 

Augusto García y Mirella Caballero se conocieron en Bogotá en el año 77 cuando ambos estudiaban Derecho en la Universidad Javeriana. Era la época de largas conversaciones presenciales o de interminables llamadas por teléfono fijo. Ellos contrajeron matrimonio hace más de 36 años y hoy son los padres de Laura, casada con David Luna Sánchez, abogado y político bogotano, senador electo; Marcela, esposa del empresario Sergio Chams, y Camilo, que se ha convertido en un influencer con gran sentido social. Esta pareja se va por lo familiar.

Su presencia está marcada por lo que sucede en el seno de su hogar, casi siempre de la mano de Marcela, quien fue la que los metió en el cuento de las redes sociales.

Augusto es una persona pública que ha desempeñado importantes cargos a nivel local y nacional. Comenzó usando las redes como cualquier ejecutivo mayor, básicamente para asuntos de negocios, pero después de que Marcela se hizo más conocida comenzaron tímidamente a usarlas a nivel social y poco a poco se volvió protagonista de la mano de ella, hasta convertirse en lo que es hoy: un influencer adulto, un papá muy activo en redes.

“Para mí las redes han sido un total descanso, yo había dedicado mi vida a temas de confrontación como abogado, en algunas veces como político, pero cuando ya llega la edad madura mis hijos me muestran la oportunidad de presentar a un verdadero barranquillero, una persona común y corriente. Me encanta poderme comunicar con los demás, me da satisfacción cuando las personas me saludan en la calle y es una motivación participar en lo que mis hijos postean en las redes”, dice.

Un día como hoy este barranquillero y amante al carnaval estará reunido con toda su familia y sus dos nietos. 

Roberto Torres, un padre que expresa sus sentimientos con la música

La música, los escenarios, y el público han influido en la vida personal de este papá barranquillero que utiliza este arte para expresar su gratitud.  Roberto Torres es el director de Sensación Orquesta, una orquesta barranquillera que el pasado 16 de junio cumplió 22 años de estar vigente en el medio. 

Torres afirma que en estos tiempos la salsa se está quedando rezagada, por ello la orquesta está lanzando dos canciones con base en este género. 

Una de ellas tiene como nombre Lo más lindo del mundo cuya versión original es un vallenato pero la orquesta quiso homenajear a los padres barranquilleros con esta pieza musical.

“Es una canción espectacular, dedicada cien por ciento a los padres de la ciudad, la canción ya está disponible en las redes sociales y esperamos que los padres celebren este domingo con Lo más lindo del mundo”, expresó el cantante.

La vida lo premió con tres hijos: dos hembras y un varón que han tenido la fortuna de crecer al lado de este amante a la música y la cultura barranquillera.

“La relación con mis hijos es hermosa. Luego de una crisis que tuve doce años atrás, me uní más a ellos y trato de compartir todos los momentos que pueda, con ellos y con mis nietos”, expresó.

La canción tuvo una intensa conexión con el artista que al escucharla recordó aquellos hermosos momentos que tuvo en compañía de sus padres, por ello, hizo la versión en salsa.

El psicólogo que reaprende todo en su rol de padre

Ser padre puede resultar una tarea complicada; sin embargo, este no es el caso de Jorge Arango Castaño, para quien desde hace siete años su vida tomó un camino distinto cuando supo que sería papá. Este barranquillero confesó tener una fuerte conexión con aquella criatura que, para ese momento, apenas se formaba en el vientre de la madre.

La luz que iluminó su vida tiene como nombre Isabela Arango Reales, una niña excepcional que ha maravillado con su personalidad a sus padres y demás familiares. Arango ha sido un padre que a pesar de los retos que la vida le presente él los asume y continúa su camino en medio de las enseñanzas que adquiere. 

“Por cosas de la vida, nos ha tocado aprender de un nuevo tema, el autismo. A ella no le hicieron un diagnóstico como tal, pero yo como psicólogo me di cuenta. Si bien tengo la profesión y el conocimiento, he vuelto a aprender y dejar en manos de otros profesionales el tratamiento. Yo asumo más el rol de papá que de psicólogo”, expresó Arango.

Isa, como la llaman, ha tenido lo más importante: el amor y cariño de su familia. Un aspecto clave en la crianza de cualquier niño.

“El autismo  es una condición con la que muchas personas vienen a este mundo. Isabela tiene habilidades superiores a las de cualquier otro niño, su forma de relacionarse es diferente, pero hacemos todo lo posible como padres para que encuentre un lugar y se sienta cómoda”, confesó. 

Según Arango, el momento de su nacimiento ha sido el más especial hasta el día de hoy. Fue testigo en aquel quirófano de aquel momento que nunca olvidará y mantendrá grabado en el corazón.

“Al momento de nacer, casi fallece, tuve la oportunidad de ver su nacimiento y la acompañé en todo momento y verla cómo superó toda esa situación es una enseñanza que me deja como papá”, agregó Arango.

La vocación de este padre ha sido siempre ayudar a personas, escuchar y tener un pensamiento reflexivo ante innumerable situaciones que le lleguen a su vida.

Nicolás De Zubiría, un amor desde la cocina

Uno de estos padres excepcionales es el chef cartagenero Nicolás de Zubiria. El costeño es padre de Siena y Alessio, algo que sin duda alguna le ha cambiado la vida. “Ser padre es lo más lindo que hay en la experiencia de la vida”, comentó el reconocido chef.

“Es una personita que va creciendo, uno le va enseñando cosas y hay tantas responsabilidades con esa persona, pero nada, es lo más lindo que hay. Disfruto mucho mi vida familiar”, agregó De Zubiria.

Por otro lado, su pasión por la cocina se la ha empezado a transmitir a sus dos pequeños. Ambos hijos ayudan a su padre cocinando, algo que para Nicolás es una de las cosas más importantes, compartir tiempo con ellos.

“En las noches, por lo general, les hago la comida a ellos. Comen dentro de la cocina, en un comedor que hay ahí, una barra que tenemos y es muy rico. Siempre está todo el mundo en la cocina”.

Sin embargo, este es el único punto en común entre Siena y Alessio, pues “hay un millón de diferencias entre ellos”, agregó su padre. Entre esas diferencias está justamente la comida que prefieren.

Mientras Siena prefiere muy claramente las pastas y la hamburguesa, Alessio, por su parte, “no tiene nada favorito, ese ‘man’ se come lo que le pongan (risas)”.

Asimismo, en carácter ambos tienen  comportamientos diferentes. “Uno ve que las niñas son un poco más tranquilas, más dóciles, se concentran como en cositas,  uno les pone unas muñequitas y ahí se pueden quedar horas jugando. Alessio es un ‘torombolo’ de verdad, por donde va cogiendo va desarmando, no se queda en un solo sitio”, sostuvo.

Luis Baquero y su primera experiencia como papá

Seis meses han pasado luego del nacimiento de su primogénita y aunque siempre tuvo claro que quería serlo joven, fue una oportunidad que la vida le dio en el momento exacto. Elena María, su hija, es la luz de sus ojos.

Hace poco más de un año se casó, junto a su esposa acordaron que no querían dejar pasar el tiempo para ser padres y el mejor regalo de bodas fue que su esposa, en la luna de miel, quedara en embarazo.

“Con mi esposa, desde que nos conocimos nos unió esas ganas de ser papás. Antes de casarnos, teníamos claro que iba a ser pronto, no íbamos a esperar años para tener el primer bebé”, comentó Luis Guillermo.

El politólogo de profesión agregó que “para todos fue una gran alegría. Elena se ha convertido en el eje central de nuestras vidas”. Y es que a pesar de todas las cosas, consejos, mitos y realidades que escuchó, nada se compara con su propia experiencia.

“Yo siempre escuchaba que los hijos te a cambian la vida y pues hasta que uno lo vive, pues no lo siente de verdad. Ese amor tan infinito, un amor que uno no puede describir”, puntualizó el hombre.

Un viaje con destino a la felicidad

Poco nos detenemos a pensar en lo mucho que cambia la vida al tener un hijo con síndrome de Down. Benjamín Peñaranda, padre de David Manuel, es la muestra de que el amor va más allá de una condición de discapacidad. Lo que en un principio le parecía algo complicado, hoy le supone una bendición.

“Es un reto para mí, una meta de vida y te cambia muchísimo, nunca imaginamos esta noticia, pero lo acogimos y le dimos muchísimo amor. Es aquí donde luchas por tus hijos para sacarlos adelante y luchas por sacar esas etiquetas”, expresa Benjamín.

David Manuel, con 15 años, es un alumno aplicado que siempre tiene algo por contar. Su padre lo describe como un ser “amoroso, que le enseña todos los días, lo llena de valor y de energía para continuar. Es un niño que le gusta andar bien vestido, responsable y servicial. Siempre te recibirá con una gran sonrisa”. 

Padre e hijo, todos los días, tienen una cita por las calles de Santo Tomás, Atlántico, municipio donde residen. Cuando cae la noche y Benjamín llega de su trabajo, sin importar lo cansado que esté o el día tan pesado que haya tenido, David lo espera con su mejor pinta y muy oloroso para emprender un recorrido en moto por las calles del municipio. 

Con un bafle pequeño, gorra, y gafas, se sienta en la moto y empieza la más linda de las rutinas. Un derroche de alegría se nota a simple vista en el rostro del inquieto David y eso se los demuestra a los habitantes de la población, quienes con aplausos y muestras de amor lo saludan en su paseo a la felicidad.

No importa si Santo Tomás está callado, Benjamín y David hacen una fiesta al ritmo de canciones de Mr. Black, Silvestre Dangond o cualquier otro artista. 

“Esta idea fue de él, una vez me dijo que le diera una vuelta con el parlante y desde ahí ha quedado matriculado. Contra viento y marea ahí estoy haciendo feliz a mi hijo. De hecho, cuando salgo y estoy solo lo primero que hacen es preguntarme por David”, dijo su papá. Una hora dura el recorrido que hace este dúo. Amigos y vecinos se preguntan quién goza más esta muestra de amor, si David disfrutando de su paseo y saludando a las personas o Benjamín viendo la felicidad de su adorado hijo

Hoy este valioso padre invita a aquellos que están pasando por una situación similar a la de él que “brinden todo el amor que su corazón pueda dar, al principio es una situación dura y complicada, pero con ganas sí se puede salir adelante. Soy feliz viéndolo gozar. David es mi mejor regalo”, concluye. 

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