Bendición de plantas marcó el inicio de la Semana Santa 2022
Este año los feligreses además de la tradicional palma de cera atendieron el llamado de la Iglesia Católica y acudieron al Domingo de Ramos con plantas vivas.
Conmemorar la llegada triunfal de Jesucristo a Jerusalén es un símbolo de alegría para cientos de feligreses que para vivir el acto, hicieron presencia en las distintas parroquias de la ciudad este Domingo de Ramos.
Niños y adultos se unieron a la celebración religiosa que además de evocar el mencionado suceso, revive la Pasión de Cristo, marca el fin de la Cuaresma y le abre las puertas a la Semana Mayor.
Fueron múltiples las actividades que modificó la pandemia a nivel mundial, entre ellas, la manera tradicional de festejar los actos religiosos, por lo que acciones como la procesión, tuvieron que ser eliminadas como medida para mitigar la propagación del virus.
En medio de una nueva normalidad, la procesión volvió a tomarse las calles en Barranquilla. Desde las 7:30 a. m. los fieles se concentraron en la Plaza de la Paz para iniciar con la bendición de los ramos que este año no tuvo como protagonistas a las palmas de cera y en su reemplazo se presentaron otro tipo de plantas.
Atendiendo al llamado realizado por el monseñor Pablo Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla, algunos ciudadanos llevaron plantas vivas que también fueron bendecidas para ser sembradas en los jardines de las viviendas y así contribuir a la preservación del medioambiente.
Para motivar esta acción, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (C.R.A.), en el marco de la campaña ‘Sembrando Esperanza’ hizo entrega de 2 mil plántulas en diversos puntos de la ciudad, invitando a los ciudadanos a unirse en pro de la protección del ecosistema.
El director de la C.R.A, Jesús León Insignares, estuvo presente en los actos religiosos y en compañía de demás funcionarios, realizó la entrega de varias especies de plantas.
Entonando alabanzas, los feligreses disfrutaron uno de los días más importantes en el calendario litúrgico. Sus ramos se elevaron y recibieron la bendición del arzobispo como un símbolo para clamar a Cristo.
Luz Oñoro vivió con gozo este momento previo. La feligrés de 64 años indicó que para ella, este tiempo significa introducirse nuevamente en una etapa de conversión que convoca a todos a realizar lo que Jesús espera en la Tierra.
“Estamos viviendo un momento en el mundo que necesita cambio. No podemos alejarnos de Cristo en esta época de guerra tan difícil”, dijo.
Posterior a ello, iniciaron la procesión desde La Plaza de la Paz hasta la Catedral Metropolitana María Reina en donde los cánticos religiosos no dejaron de sonar para empezar la eucaristía en la que sería escuchada la lectura de la Pasión de Cristo.
“Caminemos juntos en comunión, participación y misión” es el lema que impuso el Papa Francisco desde el Vaticano y del que arzobispo de Barranquilla, explicó que este significado invita a la humanidad a descubrir que “al lado nuestro hay otros y esos otros son los cercanos y los alejados”.
En medio de la misa los creyentes recordaron que Jesús ingresó a Jerusalén cuando ya había decidido entregar la vida por todos los seres humanos.
Es allí cuando procede a pasear encima de un borrico con la compañía del pueblo que a través de un proceso de discernimiento, termina reconociendo a Jesús como Mesías y su manera de demostrarlo fue tirando los mantos y batiendo los ramos de olivo.
Los caminos de los fieles tenían un destino especial este domingo: las iglesias, y así se reflejó en las más de 100 parroquias que integran la Arquidiócesis de Barranquilla.
En la Parroquia Nuestra Señora de Fátima la comunidad católica vivió el acto solemne, en donde algunos se encontraban arrodillados en el reclinatorio y otros entonaban la alabanza “Hosanna” que se constituye en un grito de júbilo y una oración profética, simbolizando la esperanza de que la hora del Mesías había llegado.
Henry Mosquera llegó acompañado de su hija, ambos vestidos de rojo, un color litúrgico en este día que recrea la Pasión del Señor.
De acuerdo con Mosquera, la celebración de este año es importante para todos los fieles que añoraban con fervor reencontrarse en los templos para realizar el festejo.
“Hace dos años o no vivíamos esto y lo extrañamos bastante, el poder estrechar nuestros brazos y dar un abrazo, volver a realizar la procesión que es muy especial para nosotros”, sostuvo el feligrés.
Los dulces se convirtieron en otro de los elementos que rodeaban los alrededores de los templos. Allí se encontraban sus vendedoras que esperaban aumentar la venta de estos productos consumidos y apetecidos cuando se acerca la Semana Santa.
La agenda religiosa continúa este lunes con una de las eucaristías más importantes de la iglesia católica, la cual se realiza una vez el año. Se trata de la Misa Crismal, consagrando al Santo Crisma y se bendicen los Santos Óleos. En ella participan la mayoría de sacerdotes que integran el presbítero diocesano.
Pese a que tradicionalmente es realizada el Jueves Santo, la Arquidiócesis de Barranquilla decidió llevarla a cabo este lunes en la Catedral Metropolitana María Reina a partir de las 10: 00 a. m.
Para Monseñor Pablo Salas Anteliz, arzobispo de Barranquilla representa un acontecimiento diocesano para fieles y presbítero, en donde renuevan las promesas sacerdotales.
