Victoria, una nueva estrella para James Sánchez
Una periodista acompañó al volante de marca en el nacimiento de su primera hija tras haberse llevado el título de la liga en Medellín.
Ansiedad, inquietud, nervios y un corazón galopando a toda prisa parecía resonar afuera del quirófano mientras James Sánchez, vestido con ropa quirúrgica, esperaba sentado en una camilla.
Su expresión lo decía todo. El jugador que apenas unas horas antes había conseguido la Octava Estrella con el Junior de Barranquilla, estaba en ese momento jugando el partido más importante de su vida: ser padre.
En la Clínica Portoazul su esposa Karina Barros estaba siendo intervenida con una cesárea para traer al mundo a Victoria, una pequeña con nombre de gigante que para el volante de marca del equipo rojiblanco es su amuleto, su símbolo de esperanza, triunfo y lucha aguerrida.
“La he soñado muchas veces. He visto mientras duermo sus ojos cafés, la he esperado con muchas ansias. Ella ha traído cosas buenas a mi carrera y a mi familia, he vuelto al gol gracias a ella y lo más importante, este título de ayer fue en su nombre”, dijo el futbolista.
Nacimiento
La cirugía que tardó cerca de hora y media pareció durar días para el número seis de Julio Avelino Comesaña.
Caminando de un lugar a otro con expresión algo tímida y algo ausente, James fue invitado por los médicos a la sala de cirugía para que apreciara con sus propios ojos un momento que se quedaría eternizado en su retina y en su memoria hasta el final de sus días: el nacimiento de su hija.
El volante de contención sostenía las manos de Karina, que escuchaba atenta sus palabras a pesar de la anestesia.
La alegría casi respirable en todos los rincones de Barranquilla por el título que conquistó el equipo Tiburón en Medellín estuvo presente también entre médicos e instrumentadores en la intervención. En medio de una acalorada cátedra del cuerpo médico sobre goles y fútbol, una melodía se estrenó en este mundo, y exhalando sus primeras bocanadas de aire, Victoria vio la luz aferrándose con fiereza a la vida.
“Estuve con James en el estadio, vivimos momentos felices en el camerino. Hoy su triunfo es diferente, tiene el trofeo más importante de su vida en sus manos, una nena hermosa. Los triunfos materiales no son siempre lo más importantes, un hijo es lo más grande y lo más lindo que puede tener uno en la vida”, manifestó el pediatra Juan Consuegra.
Según el profesional, la bebé nació en podálica. En obstetricia esto hace referencia al feto, que en el parto, salen primero sus pies.
“Tuvo buen peso, 3.295 gramos y una talla de 50 centímetros, nació una bebé sana y hermosa… gracias a Dios se parece a la mamá”, dijo Consuegra entre risas.
De acuerdo al ginecólogo Alvaro Nassar, la cesárea es un procedimiento de interrupción del embarazo cuando hay una causa que lo amerite como en este caso en el que la criatura venia sentada. “Nació cerca de las 39 semanas, la duración normal son 40. En este caso todo fue perfecto, la mamá salió muy bien. Yo le había dicho a Karina que le advirtiera a James que como no quedaran campeones no entraba a la cesárea”, bromeó.
La sonrosada bebé fue trasladada a un lugar de preparación en el que le fueron puestas sus primeras vacunas. Su padre se tapaba los ojos y oídos cuando la pequeña lloraba. “Su dolor es mi dolor”, decía mientras le hablaba con arrullos y palabras dulces.
La familia estaba apostada en la sala de espera llevando camisetas color rosa con su nombre.
“¡Quiero gritar!”, exclamó con visible emoción el hombre que acababa de descubrir el “sentimiento indescriptible” de ser padre. James Sánchez conoció el milagro de la vida al ver nacer a su propia estrella y su mejor Victoria.
