El cancerbero uruguayo fue un cerrojo en el arco. Se mostró seguro y ahogó los ataques del Medellín.
Nunca descuidó su flanco. Por momentos desbordó, pero le faltó explosión. Referenció a Toloza.
La muralla cartagenera. Con fuerza e inteligencia descifró y desarticuló los ataques del ‘Poderoso’.
Atento en el juego aéreo. Tuvo algunas dudas en acciones, pero supo reaccionar y corregir.
No espabiló. En el primer tiempo atacó y aprovechó los espacios del rival. En el complemento cuidó su área.
Un gladiador. Siempre con el overol puesto y dejando la piel en la cancha. Aplomado y colaborador.
El jugador diferente y el dolor de cabeza de los rivales. El vallecaucano desnudó las falencias del DIM. Asistió a Teo para sellar el título.
Claridad. Eso le brinda Cantillo a Junior. Sacó el esférico limpio desde el fondo. Buen partido.
El ‘10’ abrió el camino de la victoria con un zurdazo impresionante. En el segundo tiempo cesó.
Su titularidad significaba más peligro y velocidad, pero quedó en deuda. Tuvo una jugada y falló.
Inició tibio, pero despertó. Influyó el gol de Jarlan. En el segundo tiempo, con una joya, selló el triunfo.
El joven guajiro entró para acorralar al DIM y seguir explotando las bandas. Le faltó más tiempo.
Mantuvo el equilibrio en el mediocampo ante un Medellín diezmado por la supremacía local. Bien.
Entró para que los aficionados aplaudieran a Teófilo Gutiérrez. Le faltó minutos. Sin calificación.