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¿Se va o se queda Díaz?

Junior está plantado en 10 millones de dólares por el 100% de los derechos del guajiro. Podría negociar así: 6 millones por el 60%,  7 por el 70%, 8 por el 80%... ¿River Plate estará dispuesto a pagar?

Aunque cada cinco minutos surge un rumor nuevo en las redes sociales y los hinchas de Junior cruzan dedos y revisan y revisan sus cuentas a cada instante pensando que se encontrarán con la ‘noticia bomba’, todo continúa igual. Luis Díaz no ha cambiado el Metropolitano por el Monumental, la cumbia por el tango, los enyucados por los alfajores, la Ventana al mundo por el Obelisco, la rojiblanca por la banda cruzada, nada de eso por ahora. ‘Lucho’ no es de River Plate, sigue entrenando con Junior y a las órdenes del técnico Luis Fernando Suárez de cara a la temporada de la Liga y la Copa Libertadores 2019. Ayer jugó en el amistoso ante la Selección Colombia sub-20 (ver nota aparte). Por lo menos hasta anoche, al cierre de esta edición, el guajiro permanecía vestido de tiburón, por ahora no es ‘millonario’. Podría serlo si pagan por él lo que pide el club rojiblanco.

River o cualquier equipo que quiera los servicios de la revelación del fútbol colombiano en el último año, deberá sacar del bolsillo 10 millones de dólares por el 100% de sus derechos deportivos, le explicó una fuente del equipo a EL HERALDO.  

A partir de esa cifra, se negociará cualquier porcentaje, es decir, 6 millones de dólares por el 60%, 7 millones por el 70% y así sucesivamente. Los directivos rojiblancos están atornillados en su decisión de mantener una alta valoración de la joya de su cantera. No se presta, ni se vende barato. Así de sencillo. Y para que no se sienta frustrado en sus aspiraciones económicas, disfrutará de un notable aumento en su sueldo.

La exigencia de Junior en torno a un posible traspaso de Díaz también tiene que ver con la forma de pago. La dirigencia de los Tiburones no quiere que se repita lo que viene sucediendo con la transacción de Yimmi Chará (6 millones de dólares), la más elevada en la historia del cuadro caribeño. Atlético Mineiro está incumpliendo con las fechas y las cuotas de pago que se pactaron por el atacante de 27 años de edad. 

Lo anterior no significa que Chará regresará a Junior, pero sí representa el tener que acudir a la Fifa para presionar y hacer que el equipo brasileño cumpla con sus obligaciones financieras por fichar al habilidoso extremo vallecaucano.

Ya se perdió un buen capital con las salidas de Yony González y Jarlan Barrera, que se marcharon a Fluminense y Rosario Central, respectivamente, sin dejar un solo peso en las arcas del club.

Se ha vuelto vendedor

El traspaso de Chará a la tierra de la samba es el último capítulo de una historia de traspasos al exterior que viene protagonizando Junior en la última década, sobre todo por el impulso que le brinda un equipo como el Barranquilla FC, que le permite foguear a los mejores prospectos de sus divisiones menores en un torneo exigente como el de la Primera B. 

Entre las seis negociaciones junioristas más jugosas (ver infografía), solo la de Chará no corresponde a un jugador formado en el club y con experiencia en el Barranquilla FC. 

La saga de exportaciones del talento caribeño con el sello ‘made in’ Bomboná (sede de las divisiones menores rojiblancas), se inició en 2010 con el traspaso de Teófilo Gutiérrez al Trabzonspor de Turquía.   

El propio presidente del tradicional equipo turco, Sadri Sener, vino a Barranquilla para negociar con los directivos rojiblancos que fijaron el monto de la operación en 3 millones de dólares. Después de un almuerzo en el Club ABC y distintas reuniones en el hotel Dann Carlton, por fin hubo humo blanco y ‘Teo’ cumplió su sueño de ir al balompié del exterior. Desde entonces no es extraño que un canterano rojiblanco se encuentre en los planes de alguna escuadra foránea.

Las llegadas al fútbol italiano de Iván René Valenciano (Atalanta) y Jorge Bolaño (Parma) en los 90 habían sido las noticias más rimbombantes en materia de transferencias en las memorias rojiblancas, pero esta nueva era presenta traspasos que han dado de qué hablar como el de Guillermo Celis al Benfica de Portugal en 2,2 millones de euros, el de Vladimir Hernández al Santos de Brasil en 2 millones de dólares, Luis Carlos Ruiz al Shanghái Shenhua en 4 millones de dólares  y, por supuesto, el de Carlos Bacca al Brujas de Bélgica, por 2 millones y medio de euros. Aunque a juzgar por lo bien que le ha ido al porteño en Europa (Sevilla, Milan y Villarreal), le salió bastante barato al equipo belga.

Eso es precisamente lo que se pretende evitar con Luis Díaz, que por estos días es uno de los jugadores más apetecidos de la Liga colombiana: tasarlo en un precio acorde con la actualidad del mercado internacional y con las condiciones futbolísticas que ha evidenciado. Por eso, mientras no se paguen 6 millones de dólares por el 60% de sus derechos, 7 por el 70%, 8 por el 80%, 9 por el 90% o 10 por el 100%, seguirá siendo tiburón.

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