Jugadores de Junior creen que ya llegó el despegue
Los jugadores de Junior creen que ahora sí levantaron el vuelo tras la victoria 3-0 ante Once Caldas.
No consiguió una clasificación, no significó un título, no es histórico, no es inédito. El triunfo de Junior 3-0 ante Once Caldas, el sábado pasado en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, es uno más en los resúmenes de goles de la jornada del fútbol colombiano, pero para los jugadores rojiblancos fue el cielo. La moral estaba por el suelo tras la eliminación en la Copa Libertadores de América ante el modesto Atlético Tucumán y por la falta de victorias en la Liga que tenían al equipo en un incómodo y deshonroso último lugar, pero romper esa mala racha en el principal torneo colombiano es para ellos el despegue.
Los tiburones sienten que morder los primeros tres puntos es levantar el vuelo hacia los puestos de vanguardia en la tabla de posiciones. Por lo menos, ya dejaron de ser coleros.
“Estamos felices. Hemos sufrido mucho, es una victoria contundente que nos llena de mucha confianza”, comentó un Alexis Pérez agitado en la zona mixta del estadio Metropolitano Roberto Meléndez, minutos después de la conclusión del juego.
El zaguero, que hace dos partidos viene jugando de lateral, festejó cada gol y la victoria final a todo pulmón, corriendo para abrazar a sus compañeros como si fuese algo más que solo tres puntos. “La necesitábamos”, dijo.
El 3-0 ante el cuadro de Manizales era un impulso urgente para dejar el sótano y elevar el ánimo. “Son tres puntos fundamentales para nosotros”, consideró el argentino Bernardo Cuesta, autor del segundo gol. Anotó después de que Roberto Ovelar abrió la cuenta y antes de que Édinson Toloza le pusiera la lápida al marcador.
“Veníamos atravesando un mal momento y lo pudimos cortar. Era importante volver a nuestra casa, a nuestro estadio, arrancamos con el pie derecho, con un buen partido y tres puntos, esperamos que sea el primero de muchos”, agregó el atacante gaucho.
El retorno al ‘Metro’, con su renovado césped y con el aliento firme de los junioristas habituales, fue para los jugadores un empujón vital hacia el éxito en el duelo ante Once Caldas.
“Se nos dio todo, se hicieron goles, se sacó el arco en cero, ganamos y gustamos. El profe nos dijo en la charla: tienen una novia nuevecita, que es el estadio Metropolitano, hay que enamorarla. Eso fue lo que hicimos”, comentó James Sánchez.
Esto apenas es el primer capítulo del borrón y cuenta nueva. Se vienen tres partidos consecutivos en el Roberto Meléndez para lograr más triunfos (ante Jaguares, el 25 de marzo; frente a Millonarios, el 29 de marzo; y contra Tuluá, 1 de abril). Al final de esta serie de juegos se confirmará si este, definitivamente, fue el despegue de Gamero y su combo.
