Chicó vs. Junior: Fiesta en la tribuna; mesura en el camerino
Ni la fría llovizna que cayó en los primeros 45 minutos opacó la emoción del fanático currambero. Marimondas y millos arroparon a los dirigidos por el técnico Alexis Mendoza, que recibieron de gran manera ese apoyo incondicional.
Enviado especial, Tunja. La fiesta barranquillera se vivió en el terreno de juego y se gozó en la tribuna. El estadio La Independencia de Tunja se vistió de rojiblanco desde bien temprano. Los hinchas del equipo tiburón se apoderaron del máximo escenario de los boyacenses para celebrar, a su manera, la que sería la clasificación del Junior a los cuartos de final de la Liga Águila.
Las emociones llegaron en la etapa complementaria con los goles del paraguayo Roberto Ovelar. Con el primero llegó el respiro y la tranquilidad, más sabiendo que en Ibagué el Tolima también ganaba. Y el segundo tanto desató la fiesta en las tribunas.
“¡Junior! ¡Junior! ¡Junior!”, se escuchaba al unísono. Un cántico que después cambió por el “¡Oleee! ¡Oleee! ¡Oleee!” o por el “¡Tu papá! ¡Tu papá! ¡Tu papá!”. Todo al son de los tambores y de una marimonda que coordinaba cada cántico y cada celebración de la colonia costeña en Tunja.
El apoyo fue importante en el triunfo rojiblanco, tanto fue así que al final del partido el técnico Alexis Mendoza se volteó a la tribuna, se llevó la mano al pecho y agradeció con su brazo todo ese acompañamiento, dedicándoles el triunfo a los aficionados.
Pero si en la tribuna se vivió una fiesta, en el camerino la celebración se realizó con mesura. La alegría de la clasificación se reflejaba en el rostro de cada uno de los integrantes del onceno currambero, pero no hubo una celebración desatada. “Aún no hemos conseguido nada”, afirmó Jorge Aguirre. “Merecíamos la clasificación, pero no podemos perder el tiempo en celebraciones. Ahora viene lo bueno y el equipo debe estar mentalizado que aún falta mucho camino por recorrer”, agregó Iván Vélez.
Terminado el juego, Junior viajó de inmediato a Barranquilla con la clasificación en la mano, no sin antes brindarles una gran alegría a la colonia rojiblanca en la fría Tunja.