Agoniza la emblemática bonga de Santa Marta
Con casi 400 años el árbol o ceiba petandra, en donde reposaba el libertador Simón Bolívar, recibe ayuda científica de Corpamag.
El poeta Abel Rivera García lo llamó en sus versos “centinela forestal de los samarios”, e inspirado en su grosor y frondoso follaje, le escribió:
“Imperturbable ante el viento, la lluvia y la sequía, revistes tus ramas con aguzados brotes de tiernas hojas coloridas, que agitadas por las brisas saludan la primavera”.
Es el centenario árbol la ‘Bonga de Corpamag’, llamado así porque está sembrado en el parqueadero del ente ambiental, situado en inmediaciones del barrio Tayrona, en el nororiente de Santa Marta.
El palo –que según el mismo poeta “como un gigante verde se levanta a los cielos”– permanece enfermo y en riesgo de morir. Su condición fitosanitaria no es la mejor y a tono con las circunstancias del momento “está en uci”.
A semejanza de la pandemia, en la que los médicos ejercen su labor científica para salvar vidas, en este caso son los ingenieros agrónomos y forestales quienes actúan a favor del legendario árbol.
A estos se suman las oraciones de la comunidad del entorno, que impulsada por la espiritualidad también busca evitar que tenga un triste final.
“Esos árboles son un puente entre lo terrenal y lo celestial; son símbolos de crecimiento, de prosperidad, de esperanza y de tranquilidad”, aseveró José Manuel Altamar, morador del Tayrona.
Recuperación
Carlos Francisco Diazgranados Martínez, director de la Corporación Autónoma Regional del Magdalena, Corpamag, es consciente de la importancia de proteger esta imponente ceiba pentandra (nombre científico) por lo que se encuentra trabajando en su recuperación y consultando con otros expertos y profesionales para culminar con éxito el tratamiento implementado.
En un estudio e inspección del gigantesco árbol, realizado a finales del 2019, se observó que presentaba “poco follaje y amarillamiento”, por lo que la entidad procedió a tomar muestras del tejido vegetal enfermo, las cuales fueron llevadas al Laboratorio de Diagnóstico Fitosanitario del ICA, en Barranquilla.
El diagnóstico del estudio fue: “Corteza podrida acompañada de estados larvales de termita, suelo y raíces con pigmentación rojiza y descoloramiento, además, área foliar con pequeñas lesiones naranjas”.
Santiago Ospino, ingeniero agrónomo, experto en recuperación de árboles, señaló que se encontraron tres hongos agresivos: Fitóftora, Verticillium y Mycosphaerel.
Además de una camada de insectos, en donde predominan las termitas o comején.
Estos resultados permitieron poner en marcha un esquema de tratamiento que inició con un cercamiento al árbol, para evitar la posible propagación de los organismos patogénicos existentes en el suelo que lo afecten.
“Se aplicaron productos biológicos para reducir la sobrevivencia de los propágulos infectivos en el suelo, la realización de planes de fertilización y el control de insectos”, comentó.
Añadió que no obstante, teniendo en cuenta que los patógenos cuyo hábitat natural es el suelo, no tienen control, “es necesario aplicar acciones integrales que conlleven a convivir con estos de forma exitosa sin llegar a convertirse en impacto negativo para el árbol”.
“Uno de los primeros pasos es sacar toda la materia muerta y descubrir todas las raíces”, precisó.
De este viejo árbol de bonga con cerca de 400 años de existencia, se dice que allí Simón Bolívar reposaba en su cabalgata hacia San Pedro Alejandrino.
Lo que sí está claro es que es patrimonio natural de Santa Marta.
El ingeniero Ospino asegura que “la recuperación es lenta, pero notoria. Se está rehabilitando su follaje principalmente, porque vamos a proteger a la hoja. Esperamos que a comienzos del próximo año se comiencen a ver hasta frutos, porque la parte nutricional del árbol se le está incorporando bastante”.
Añadió que una vez inicien las lluvias, Corpamag realizará aplicaciones de fungicidas orgánicos y se procederá a realizar inyecciones de insecticidas para seguir controlando el comején.
“De esta forma se garantizará que este importante árbol tenga una exitosa recuperación”, explicó.
El clamor de vecinos
Entendiendo la importancia que tiene para la comunidad esta bonga, Corpamag realizó una reunión de socialización con los habitantes del barrio Tayrona, informando sobre las acciones que se adelantan para su recuperación.
Y aunque muchos son conscientes del esfuerzo e interés de la corporación por salvarlo, un sector de la comunidad y ambientalistas reclaman y hacen señalamientos.
Con pancartas y arengas han protestado al pie del árbol pidiendo el restablecimiento de su entorno.
Yezid Pulido manifestó que “aún en el 2008 era un árbol resplandeciente, pero cuando llegó la construcción del edificio de Corpamag, en medio de la protesta de la comunidad, empezó a deteriorarse”.
“Está muriendo lentamente porque le quitaron las raíces principales para la obra”, precisó.
Indicó que el solo hecho de haberle colocado cemento a su alrededor “es suficiente para pensar que se afectó”.