Clan del Golfo, un manto de violencia que se ha extendido por el Caribe
Esta banda es señalada de un gran porcentaje de las muertes que se vienen registrando en las diferentes poblaciones de la Costa.
En veredas, corregimientos y zonas urbanas de la Costa Caribe el crimen ha tomado nombre propio. Su presencia es visible en panfletos y grafitis plasmados por las calles de los diferentes barrios como una muestra del cada vez más extenso dominio territorial.
El Clan del Golfo, también conocido como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, es señalado por las autoridades como responsables de un alto porcentaje de las muertes a bala que día a día se reportan y que son comidilla en las noticias hasta que otro homicidio más escabroso opaca al anterior.
Los hechos de sicariato son una especie de muerte a domicilio que despacha sin contemplación a los rivales de otros grupos delincuenciales, a integrantes de esa misma banda que por alguna razón cayeron en desgracia, o contra cualquier ciudadano que haya sido declarado objetivo militar.
Con el sometimiento a la justicia por parte de su máximo líder, Darío Antonio Úsuga David, alias Otoniel, se pensó que pronto se entregarían también sus lugartenientes y demás colaboradores, sin embargo, la banda ha continuado con sus actividades ilegales.
Las autoridades hablan de una reestructuración interna, por lo que mantienen los operativos, pero el Clan también su actuar delictivo.
Dos subestructuras del Clan del Golfo siembran el terror en los 26 municipios del departamento de Sucre. Una de ellas es la ‘Uldar Cardona Rueda’ y la otra es ‘Manuel José Gaitán’. Esta última tiene su radio de acción en la parte norte de Sucre y sus hombres se concentran en las poblaciones de Ovejas y San Onofre, al tiempo que los de la ‘Uldar Cardona Rueda’ operan en los municipios de la Mojana y el San Jorge.
Se lucran con el cobro de extorsiones y el comercio de estupefacientes. Quienes no acceden a sus pedidos son declarados objetivo militar y pagan con sus vidas. Tan solo en los primeros 11 meses de este año hubo 190 crímenes.
De las extorsiones no se salva nadie, ni siquiera los maestros, comerciantes, y tampoco los contratistas de las obras civiles a quienes les han incinerado y pintado con sus siglas AGC las máquinas.
La fuerza pública le ha propinado golpes que suman la captura de más de 250 de sus integrantes. En su plan pistola este año asesinaron a dos uniformados.
De acuerdo con la Fiscalía, la disputa territorial del Clan del Golfo con otras estructuras ya asentadas en el Cesar ha disparado la violencia.
El director seccional de Fiscalía, Ronal Calderón, indicó que esta organización ilegal tiene su radio de acción en los municipios de El Copey, Bosconia, El Paso, Becerril, La Jagua de Ibirico y Chiriguaná, en el corredor minero; y en el norte en las localidades de Pueblo Bello, llegando al corregimiento de La Mesa, de donde hace presencia en Valledupar.
“Existe una injerencia del Clan del Golfo en el Cesar que cada día se incrementa más, por eso es que los operativos van a seguir, vamos a seguir. Ese grupo ilegal tiene unos objetivos muy claros, entre ellos, el narcotráfico, y en esa línea tienen unas disputas territoriales; igualmente pueden prestar servicio de sicariato”, sostuvo.
En noviembre pasado capturaron a 20 presuntos integrantes que estarían implicados en 15 homicidios. En junio fue detenido Édgar Ariel Córdoba Trujillo, alias ‘5-7’, un cabecilla por el que ofrecían una recompensa de $300 millones. Este sujeto buscaba ampliar el poder de la banda.
Más de 350 personas han sido asesinadas en lo que va corrido del año en Córdoba, donde, según las autoridades y las organizaciones defensoras de Derechos Humanos, se estaría promoviendo una reestructuración del Clan del Golfo y al mismo tiempo una mal llamada limpieza social.
Andrés Chica, defensor de Derechos Humanos y director de la Fundación Cordoberxia, sostuvo que “han iniciado una mal llamada limpieza social que incurre en infracciones al Derecho Internacional Humanitario y violaciones a los Derechos Humanos. No es un secreto, hay un control pleno de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, AGC, o del Clan del Golfo en el territorio”.
En Córdoba delinquen las subestructuras Zuley Guerra, Javier Yépez Cantero, Rubén Darío Ávila y Uldar Cardona Rueda. La Policía este año ha logrado más de 90 capturas a integrantes de esta estructura.
Las comunidades de los Montes de María de Bolívar manifestaron su preocupación ante los frecuentes hechos de violencia como el despojo forzado de tierras, los desplazamientos, los confinamientos por más de 12 horas en algunas zonas rurales, la divulgación de panfletos, e incluso la extorsión masiva a comerciantes y docentes.
“Son muertes que en su gran mayoría están relacionadas con la disputa y control del microtráfico entre bandas criminales como el Clan del Golfo. En amplias zonas rurales existe un férreo control y dominio territorial de las estructuras para asegurar el tránsito y movilización de drogas ilícitas hacia las ciudades puertos del Caribe colombiano”, se indica en el documento dado a conocer por los Consejos Territoriales de Paz, Reconciliación y Convivencia de los Montes de María.
Agregó que “es cuestionable la capacidad de la fuerza pública para neutralizar estos grupos criminales. No obstante, es de reconocer los sucesivos golpes y capturas al Clan del Golfo”. Una situación similar se replica en el sur de Bolívar y en Cartagena, incluida su zona insular.
Solo tres hombres a los que se le comprobó plena y legalmente que pertenecían a la estructura orgánica de la banda criminal Clan del Golfo, han sido capturados en La Guajira en la lucha que libra el Estado colombiano para desvertebrar la organización ilegal dedicada al narcotráfico y otros delitos conexos.
Investigadores de la Policía explicaron que hay una percepción equivocada sobre la presencia de ese grupo en el territorio de la península donde se podría inferir que se trata de muchas más capturas, pero el caso es que no todo el que se presenta a nombre de esa organización criminal, realmente hace parte de la estructura reconocida.
Las autoridades de la península han capturado en lo corrido del presente año a cinco individuos que pertenecen a Grupos de Delincuentes Organizados y aclaran que se trata de estructuras criminales independientes que tienen sus propias empresas del crimen.
En este departamento la conquista del territorio es la motivación del Clan del Golfo, sin embargo, debe enfrentar a su principal rival en la delincuencia: ‘los Pachencas’, también llamados Autodefensas Conquistadoras de la Sierra, ACS.
Una guerra declarada a través de panfletos. Por ello en la Sierra Nevada y en las troncales del Caribe y Oriente, la intranquilidad se apodera de la comunidad. Un informe de la Plataforma de Defensores de Derechos Humanos, Activistas y Líderes Sociales de la Sierra Nevada, Pdhal, precisa que la problemática de homicidios que tienen Santa Marta, Ciénaga y Zona Bananera debido a la disputa por el control del territorio entre el Clan del Golfo y los Pachencas, es preocupante y anota que estas tensiones generaron hasta finales de agosto de este año 210 homicidios. En el corregimiento Palmor de la Sierra, en el área rural de Ciénaga, denunciaron la presencia de la AGC, lo que conllevó a un ‘toque de queda’.
Si en algo coinciden los voceros de las poblaciones azotadas por la violencia en el Caribe, es en que el Gobierno Nacional acelere los planes para la puesta en marcha de la Paz Total.
