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Región Caribe

Alerta en 26 municipios de la Costa por aumento de niveles del río Magdalena

De los municipios en riesgo, El Banco está en la situación más crítica porque el Río ha crecido un metro en 15 días.

Desde el terraplén en el kilómetro 2.4 de la vía Salamina- El Piñón, Antonio Camargo observa cómo el río Magdalena avanza amenazante. Su fuerza ha socavado parte de la orilla y advierte desbordarse.

Kilómetros atrás, las aguas ya se han salido de su cauce en el municipio de El Banco, inundando algunas calles en barrios de la Comuna 1 (zona baja). También ha arrasado con cultivos en el sur de Bolívar y tiene en jaque un muro de contención en el área rural de Tamalameque, Cesar.

En solo 15 días - según el registro de la Estación Fluviométrica- el nivel del afluente aumentó un metro en El Banco, según el inspector fluvial Rodrigo Vilardy,  “indicativo de alerta máxima, pero también señal inequívoca de que hay que activar los planes de contingencia”.

“¡Siempre lo mismo en todos los años!”, dice la gente de este ribereño municipio del Magdalena, conocido también como ‘el Viejo Puerto’, en donde 17 familias ya están en albergues, luego que sus casas resultaron afectadas por la inundación.

Pensar en el futuro

En respuesta a esa expresión (lo mismo de siempre...), el director del observatorio del río Magdalena de la Universidad del Norte, Humberto Ávila, plantea “hacer un cambio de paradigmas y preguntarnos ¿cuál es el río que queremos en 100 años?”.

“Es la tarea responsable que tienen que hacer los tomadores de decisiones (el Estado), porque no se trata de resolver este año para ver qué pasará en el otro”, anotó.

Señaló que “no se puede estar trabajando con la emergencia de año a año, si no tener un norte para los próximos 100 años, y sobre eso planificar e identificar sectores vulnerables”.

“Hay que atender lo urgente pero no descuidar lo importante", precisó.

En este sentido lo que desde el Observatorio se propone es “que se piense en futuro. Poner el ojo más allá y definir un plan de ordenamiento real y consistente, con datos, informaciones y análisis, para proyectar el futuro de los departamentos del Caribe en los próximos 100 años”, comentó.

Reiteró que “la productividad y el desarrollo de la región no puede estar sujeta a lo que pase año tras año”.

“Debemos tomar las riendas de nuestro desarrollo y eso se empieza identificando las condiciones en el futuro”, puntualizó el director del Observatorio de la Universidad del Norte Humberto Ávila.

La bióloga marina y PhD en ecología y medio ambiente Sandra Vilardy, dijo que se está haciendo lo mismo de siempre y anotó que “el Estado ha generado unos escenarios de cambio climático para la planificación del territorio y nadie está teniendo en cuenta eso”.

“Además, tenemos unas altas debilidades de capacidades técnicas y de nuestros líderes económicos y gerenciales en el territorio, muy preocupantes”.

El kilómetro 2.4 en vía Salamina-El Piñón es uno de los afectados por la erosión del río.

Magdalena: alerta roja

A raíz de la medición pluviométrica en El Banco (8.77 metros), el gobierno departamental del Magdalena declaró la alerta roja en este y en 14 municipios más.

Son: Plato, San Sebastián, Santa Ana, Tenerife, Guamal, Pedraza, San Zenón, Salamina, Cerro de San Antonio, Pivijay, El Piñón, Sitionuevo, Remolino y Zapayán.

“Hacemos monitoreo constante en los puntos críticos de cada uno de los municipios, al tiempo que todas las entidades de socorro permanecen en alerta”, anotó Jaime Avendaño director de la oficina para la gestión del riesgo de desastres, Ogerd.

La razón de este incremento en el nivel del río, obedece a las fuertes lluvias que están cayendo en el interior del país.

En El Banco los primeros barrios inundados fueron La Playa, 10 de Julio y Óscar Pisciotti. En el área rural los corregimientos de Matecaña, Cerrito y San Roque, son puntos vulnerables.

Más vulnerable

Según los expertos, el departamento del Magdalena, comparándolo con los otros entes territoriales del Caribe, es más vulnerable, porque tiene más kilómetros expuestos a los procesos de erosiones e inundaciones y porque era un antiguo delta.

Además, “entre Calamar y Bocas de Ceniza el río Magdalena tiende a desplazarse hacia la derecha o sea hacia ese departamento”, recordó Humberto Ávila.

Sandra Vilardy anotó que los municipios del Magdalena sufren porque sus cuencas han sido afectadas y se han reducido sus zonas de amortiguación.

En poblaciones de Bolívar los trabajos incluyen reforzamiento de la ribera con sacos rellenos de arena para contener las aguas

 En Atlántico

Para los municipios del sur del Atlántico, el aumento del nivel de las aguas del río Magdalena es una amenaza, pues los pronósticos de lluvias hasta fin de año obligan estar alerta.

“No queremos que se presente una emergencia como la del 2010, son cosas que no se pueden repetir”, dijo Hernando Rivera, pescador del municipio de Suán.

Recordó que hace 10 años un boquete se abrió en la vía Oriental y permitió la salida de las aguas del Canal del Dique. Hubo cerca de 200 mil personas afectadas.

Se supo que en la vía que conecta a Suan con corregimiento de Bohórquez, en Campo de la Cruz, están en riesgo más de 500 hectáreas de cultivos.

Si bien el río Magdalena aún no ha causado afectación en municipios del Atlántico, sí lo ha logrado materializar el invierno.

La Secretaría de Desarrollo Económico del Atlántico, a cargo de Miguel Vergara, reportó que “por información recopilada con las Umatas de 12 municipios, el número de afectados por lluvias es de 635 agricultores afectando aproximadamente 600 hectáreas de cultivos”.

Los municipios son Candelaria, Galapa, Palmar de Varela, Polonuevo. Repelón, Sabanagrande, Malambo, Soledad, Manatí, Suan, Campo de la Cruz y Ponedera.

En el Cesar

 A punto de derrumbarse se encuentra el muro de contención en la vereda Campo Alegre, en el municipio de Tamalameque, sur del Cesar.

De ceder, se afectarían 150 familias que derivan su sustento de los cultivos de palma y de la cría de animales.

De desbordarse el río quedarían inundadas otras veredas como Mata de Guaduas, 12 de Octubre, San Francisco y Nuevo Triunfo.

“Creemos que el río Magdalena va a seguir aumentando y el dique presenta serios problemas", aseveró Andrés Felipe Meza, secretario de ambiente y encargado de la oficina de gestión del riesgo del Cesar,

Comentó que la última vez que se rompió inundó todo el casco urbano de Tamalameque.

Otros municipios que resultarían afectados por la salida del río Magdalena son La Gloria y Gamarra.

En El Banco muchos sectores ya están inundados.

En Bolívar

Al menos seis puntos críticos de erosión presenta la cuenca del río Magdalena, en su paso por el departamento de Bolívar.

En la semana pasada fue articulado el Plan de Atención de Emergencia, que permitirá atender las emergencias generadas en el corregimiento Puerto Venecia, municipio de Achí

Una situación similar se vive en las poblaciones de Tacamocho, en el municipio Córdoba Tetón; en el corregimiento Tacaloa, en Magangué; en la vereda La Victoria, de Mompós y en San Pablo, sur de Bolívar,  donde se han identificado poblaciones afectadas especialmente por las inundaciones.

Las autoridades han censado alrededor de 7 mil familias, asentadas en diferentes puntos críticos.

Datos Clave

El ingeniero de transporte y vías, Rodrigo Vilardy, entregó importantes datos del río Magdalena:

- Nace en la laguna del mismo nombre, en el Páramo de las Papas, Huila, a 3.685 metros sobre el nivel del mar y desemboca en el Mar Caribe (Bocas de Ceniza, Atlántico).

- Posee una extensión de 257.440 km2 que ocupan el 23 por ciento del territorio del país.

- Su recorrido es de 1.550 kilómetros desde su nacimiento hasta su desembocadura.

- En su ribera residen cerca de 28 millones de personas de 726 municipios y 18 departamentos.

Aprender a convivir con el río

Convivir con el río Magdalena y no sentirse víctimas del mismo, es el concepto de los estudiosos del afluente.

El ingeniero civil y doctor en recursos hídricos, Humberto Ávila, sostiene que “debemos entender que el río tiene unos espacios, una forma de moverse y variaciones en el tiempo”.

La bióloga marina y PhD en ecología y medio ambiente, Sandra Villardy, afirma que "tenemos que entender el río y dejar la terquedad de hacer cosas que van en contravía de su naturaleza. Al río Magdalena hay que respetarlo”, precisó.

Sedimentación, el mayor problema

-Su mayor problema es la sedimentación.

-Su cuenca ha sido objeto de conflictos de uso del suelo, de asentamientos en áreas de riego y de una exagerada demanda de agua para uso agrícola.

- De las 45 especies de peces que habitan 20 están amenazados, especialmente el bocachico.

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