Rumores de cambios en el gabinete, pero no de crisis ministerial
Se cree que saldrían algunos jefes de cartera incluso antes de que termine esta primera legislatura el próximo 20 de junio.
Es costumbre en el país que tras una legislatura en la que no le ha ido bien al Gobierno con sus proyectos en el Congreso -casos Reforma Política y Reforma a la Justicia-, el presidente piense en cambiar parte de su gabinete para ganar gobernabilidad.
No es la excepción en esta ocasión, pues ya se rumora sobre la salida de algunos ministros pero no se habla de un gran revolcón o una crisis ministerial.
Una de las ministras que más han sido atacadas por el propio uribismo oficialista es la de Justicia, Gloria María Borrero, que es una funcionaria más técnica que política.
Así que no extrañaría que esta jefa de cartera sea una de las que den un paso al costado incluso antes de que finalice el primer año de este Congreso el próximo 20 de junio.
También se comenta en los mentideros políticos que al recientemente renunciado secretario general de la Presidencia, Jorge Mario Eastman, podría sucederlo un costeño de La U, en una jugada en la que el Ejecutivo querría poder contar con esta bancada que hasta ahora ha actuado más como independiente que como la oficialista que es, y el nombre que se baraja es el del samario Sergio Díaz-Granados.
También suena María Paula Correa, actual secretaria privada del jefe de Estado.
Así mismo, por los lados de la cartera del Interior, que ocupa Nancy Patricia Gutiérrez, quien también ha tenido dificultades en sus relaciones con el Parlamento, se rumora sobre la posible llegada de la barranquillera Karen Abudinen, quien actualmente ocupa la Alta Consejería para las Regiones y quien es cercana al charismo y a Cambio Radical, con lo que la Casa de Nariño, se cree, podría estar buscando acercarse a esta bancada también militante de la independencia.
De resultar estos movimientos, la estrategia de Duque estaría orientándose a darle más participación en el Gobierno a los partidos para recuperar la gobernabilidad perdida en el Congreso.