Rodolfo Hernández reveló detalles de cómo vivió el secuestro de su hija
El candidato afirmó a que no tomará represalias por lo sucedido con su hija y que trabajará por la unión y la paz del país.
El candidato presidencial Rodolfo Hernández en diálogo con EL HERALDO reveló detalles del duro momento que vivió su familia tras el secuestro y asesinato de su hija Laura Juliana Hernández Oliveros por parte del Eln en 2004; hecho que ha relucido durante la contienda política por el cupo en la Casa de Nariño.
El aspirante por el movimiento Liga de Gobernantes Anticorrupción manifestó que desea que ningún colombiano pase por un caso similar como el acontecido con su hija.
“La muerte de mi hija fue originada por la guerrilla, no importa cual guerrilla, pero la mataron, la mataron con un tiro aquí (señala la frente). Ojalá los colombianos no tengan que sufrir todo el impacto que recibió mi familia. Es terrible lo que uno siente, el impacto emocional de perder una hija”, expresó Hernández.
“Lo más difícil que hay en una familia es superar el duelo, el duelo de una hija que fue sometida, no sé a cuantos años de tortura, y después de estar 14 años buscándola, le pegaron un tiro aquí en la frente, simplemente porque no cedimos a la extorsión que nos estaban haciendo”, indicó el candidato presidencial durante una rueda de prensa.
Asimismo, se refirió al secuestro de su padre, perpetrado en el municipio de Piedecuesta, Santander, y por quien le exigían 50 millones de pesos.
“A mi papá, tres o cuatro meses antes, lo tuvieron las Farc metido en un hueco por 135 días, una persona mayor de 80 años metida en un hueco, con el fin de desesperarlo, a ver si nosotros cedíamos ante unas pretensiones que nos dejaban en la ruina”, indicó.
El aspirante por el movimiento Liga de Gobernantes Anticorrupción afirmó que su familia se encuentra superando el duelo y realizará los trámites jurídicos pertinentes.
“Es muy difícil superar eso; sin embargo, ya estamos pasando el duelo, y ahora estamos dedicados, a hacer los trámites jurídicos para lograr la cancelación de la cédula y poder entrar a hacer la declaración de desaparición forzada”, expresó.
“Quiero dejar muy en claro a todos los colombianos, que no vamos a tomar venganza sobre eso; Colombia está cansada de que no se enfrentemos los mismos colombianos hermanos y no podamos trabajar en paz”, añadió.
Con respecto al tema de Laura, quien en el momento del secuestro tenía 23 años y estudiaba Derecho en la Universidad Santo Tomás de Bucaramanga, se conocen algunos detalles.
Según Mauricio Hernández, hermano de Laura, en entrevista con El Tiempo, “ella se fue a un paseo con una amiga para Ocaña (Norte de Santander), cuando al otro día nos llamaron y nos dijeron que había sido secuestrada”.
El hermano menor de Laura relató que su familia hizo un gran esfuerzo por lograr la liberación, incluso buscando ayuda de los entes gubernamentales, pero no se pudo.
También se supo que Laura había consumido licor, lo que hizo más fácil el sometimiento de los secuestradores. Presuntamente el grupo armado trasladó a la joven a Tibú, zona del Catatumbo, en Norte de Santander, región de dominio del ELN.
En su momento, la familia Hernández Oliveros añadió que creía que los secuestradores materiales le habían vendido a una facción del ELN a Laura. También aseguraron que en los primeros años luego del suceso recibían pruebas de vida, como fotos, donde se veía vestida con uniformes de la guerrilla.
18 años después del secuestro, de varias comunicaciones entre la familia Hernández y el ELN, varias “extorsiones y chantajes”, como dice Rodolfo, por parte incluso de otros grupos armados para “sacarle plata” por decirle donde está, el aspirante a la Casa de Nariño asegura que su hija murió. El paradero del cuerpo aún no se conoce.
