¿Qué le depara a Biden en la presidencia?
En diálogo con EL HERALDO, analistas ofrecen una radiografía sobre los diversos retos en los que se encontrará Joe Biden al asumir la presidencia.
A la tercera es la vencida. Luego de dos oportunidades sin éxito, Joe Biden finalmente se convertirá en el presidente número 46 de Estados Unidos y lo hará en un momento crucial en la historia de ese país.
El experimentado político demócrata tomará posesión el próximo 20 de enero y, según coinciden analistas, deberá ponerse a trabajar de inmediato para devolverle al mundo la imagen que EE. UU. emitía en otrora, la de una nación fuerte, luego del paso tormentoso del actual presidente Donald Trump, que se ve trágicamente empañado por los actos ocurridos el pasado miércoles en el asalto al Capitolio.
Los principales retos del demócrata pasan por la reactivación económica, la vacunación, la división política interna y la imagen exterior del país. Aunque en el papel parezcan muchas acciones a tomar en el plazo de cuatro años, los analistas confían, gracias al perfil negociador de Biden, en que pueda lograrlo. Además, según coinciden, ha conformado un equipo versátil y cargado de experiencia.
“Joe Biden tiene unos grandes desafíos, pero también una gran experiencia y unos objetivos claros que le permitirán volver a colocar a EE. UU. como el líder en varios procesos y que ha sido necesario para garantizar muchos de los avances que hemos logrado al día de hoy, no solamente como Occidente, sino como humanidad”, dijo el analista de relaciones internacionales Gabriel Orozco.
Por su parte, el analista político Alejandro Blanco determinó que “al día de hoy el panorama no es claro” ante tanto ataque del presidente Trump, pero resalta que “las instituciones se han mantenido a la altura pese a todas las circunstancias”.
“Estados Unidos está viviendo lo que vive América Latina: fragmentación social, división política y crisis económica”, puntualizó Blanco.
“Tiene unos grandes desafíos, pero también una gran experiencia y unos objetivos claros”.
Si bien Estados Unidos ya inició el proceso de inmunización de su población de riesgo contra la Covid-19, el esquema ha presentado fallas y críticas por parte de los negacionistas, a los que Biden tiene el deber de convencer para poder generar una mayor inmunidad comunitaria.
El convencimiento es, en palabras del analista Gabriel Orozco, la clave de las primeras acciones en el tema de la pandemia en el país. “El primer reto es lograr la llamada inmunización de rebaño, es decir, tiene que lograr que más del 70% de la población se vacune. Hay un tema importante con la legitimidad de las vacunas, con respecto a lo de las fakes news, así que lo cierto es que tiene que lograr una estrategia para masificar la concientización”, dijo Orozco.
El docente universitario recuerda que Biden ha señalado que seguirá los consejos de la comunidad científica y que tiene un plan de reactivación económica, “por lo que con una mayor vacunación se espera un mejor efecto en el corto plazo que permita generar un impulso y que le dé empuje tanto a la actividad económica local como mundial”.
Un recuerdo de la presidencia de Trump será la amplia brecha social que existe actualmente en el país y que pudo ser evidenciada por las multitudinarias marchas del movimiento Black Lives Matter, así como también de activistas pro Trump, como los que protagonizaron los eventos del Capitolio.
“Tiene que haber una política de multiculturalidad, de integración, porque eso no se hace con la fuerza. Tiene que haber un mejor manejo de las fuerzas policiales porque se demostró que en algunos casos fue más laxa con los movimientos a favor del presidente Trump. Es su deber enviar un mensaje de mayor integración social”, sentenció Orozco.
Es preciso recordar que estos grupos radicales ahora serán parte de la composición política de Estados Unidos, por lo cual no se deben ignorar, porque serán oposición a partir del 20 de enero.
“Seguramente Trump hará oposición, así como aumentará su discurso ante los demócratas, pero lo cierto es que es un personaje inestable y no sabemos que ocurra a partir de la toma de mando”, dijo por su parte Alejandro Blanco.
20 de enero es el día de posesión de Joe Biden como el presidente 46 de Estados Unidos. A la ceremonia no asistirá el actual mandatario Donald Trump, quien ya prometió una transición pacífica.
Según apunta el analista Gabriel Orozco, el presidente electo debe lograr un discurso que lleve a una mayor unión del país. “Él ha dicho que va a gobernar para todos. Quiere decir que tiene que impulsar políticas que aunque tengan la posiblidad de sacar adelante por su clara ventaja en el Senado, tiene que lograr una amplia mayoría de la sesión. Es decir, que tiene que impulsar medidas migratorias que no sean tan alejadas de lo que se ha venido haciendo, pero que respondan a lo que él ha prometido en campaña”, dijo Orozco.
“Él prometió que iba a hacer desaparecer las jaulas de retención de migrantes, pero tiene que mostrar para los republicanos que no tiene una política de puertas abiertas y de tolerancia cero con la inmigración ilegal. Tiene que saber comprender esos dos aspectos para que no se le vaya a radicalizar la población con esas medidas”, agregó el relacionista internacional.
Orozco precisó que para lograr ese cometido, Biden no puede presentarse como “soberbio” aunque tenga la mayoría, ya que esto podría llevar a más polarización.
“Tiene que lograr poder negociar con ese sector más moderado del partido republicano y aunque no estén de acuerdo, pactar para que le sirva a la recuperación de EE. UU.”, finalizó.
Los analistas Blanco y Orozco coinciden en las proyecciones internacionales del experimentado político. “EE. UU. ha pasado por un momento de debilidad que ha permitido a sus opositores mostrarse más fuertes, pero que Biden por su recorrido va a poder sortear. Ya ha nombrado varios asesores con talla de proyección que permitirán seguir sus intereses”, dijo el también profesor de la Universidad Simón Bolívar Gabriel Orozco.
Según el docente, uno de los primeros aspectos internacionales que va a enfrentar Biden va a ser la relación con Rusia, un rival con el que ya ha declarado que no va a ser “ni un milímitetro condescendiente”.
“Biden tendrá que poner atención sobre los ciberataques de las centrales rusas en noviembre porque allí se presentan los grandes desafíos de seguridad y defensa. También se disputarán en temas como la relación con la OTAN, el Mar Caspio o los pactos nucleares”, dijo Orozco, quien señaló que la relación no sería como la de un enemigo frontal.
Igualmente, de acuerdo con el profesor en relaciones internacionales, el mayor desafío será China, el más grande rival.
“Aquí la clave pasa por equilibrar la cancha, teniendo en cuenta que China ya ha ganado mucho terreno en lugares donde estaba consolidado EE. UU. También está el tema de la guerra comercial”, dijo.
Asimismo, también está el papel que EE. UU. juegue dentro del multilateralismo, que se vio afectado durante la presidencia de Trump, ya que durante su mandato el país se salió de acuerdos bilaterales de gran importancia. “Biden tiene que recuperarlos, como el Acuerdo de París, y lograr que otras potencias se comprometan a un mayor proceso de transición”, argumentó Orozco.
En el caso de América Latina, el analista Alejandro Blanco determinó que hasta el momento los países de la región han manifestado apoyo a Biden y su voluntad de trabajar con él, lo cual va a ser determinante “porque la comunidad Internacional da o quita peso a los gobernantes”.
