Por quinta vez, segunda vuelta presidencial
Este mecanismo se viene implementado desde 1994. En las elecciones de 2002 y 2006 Álvaro Uribe ganó en primera vuelta.
Por quinta vez, los colombianos acudirán hoy a las urnas para elegir al presidente de la República en una segunda vuelta. Las opciones son el candidato del Centro Democrático, Iván Duque, y de Colombia Humana, Gustavo Petro, triunfadores de la primera vuelta realizada el pasado 27 de mayo.
Este mecanismo se implementó en el país por primera vez, en el periodo 1994-1998 y desde entonces, los candidatos, a excepción del expresidente y hoy senador de la República, Álvaro Uribe Vélez, han tenido que recurrir a unas segundas elecciones.
En esa oportunidad se estrenaron la segunda vuelta Ernesto Samper Pizano (Partido Liberal) y Andrés Pastrana Arango (Partido Conservador).
De acuerdo con los resultados electorales que aparecen en la página web de la Registraduría, en la primera vuelta tomó ventaja Samper con 2.623.210 de votos. Pastrana logró 2.604.771 votos. (Ver gráfico con resultados electorales en segunda vuelta).
En la segunda y definitiva vuelta, Samper logró la Presidencia de Colombia con 3.733.366. Pastrana obtuvo 3.576.781 votos.
En el periodo 1998-2002, se postula nuevamente Andrés Pastrana (Partido Conservador) y Horacio Serpa (Partido Liberal).
Horacio Serpa se impuso en la primera vuelta con 3.647.007 votos sobre Pastrana que obtuvo 3.613.278 votos, pero el candidato conservador fue el ganador de la contienda electoral al obtener en la segunda vuelta el 51% de los votos, es decir, 6.114.752.
En el periodo 2002-2006, nuevamente se presenta el candidato de la colectividad roja, Horacio Serpa, y por el Movimiento Primero Colombia, Álvaro Uribe.
Uribe fue elegido presidente de Colombia con un total de 5.862.655 (53%), mientras que su opositor logró obtener 3.514.779 votos, lo que equivale al 31.8%. En esta ocasión no fue necesaria una segunda vuelta. Uribe fue el primer presidente en ganar las elecciones en primera vuelta, desde que se fijó la medida en la constitución de 1991.
Uribe se postuló para la reelección en el periodo 2006-2010. En dicha contienda participaron además Carlos Gaviria (Polo Democrático Alternativo) y por tercera vez Horacio Serpa. No fue necesaria segunda vuelta. Según información de la Registraduría, el ganador obtuvo 7.397.835 votos (62,3%)
En el periodo 2010-2014, el hoy presidente de la República, Juan Manuel Santos, se impuso en primera vuelta frente a los candidatos Antanas Mockus y Germán Vargas Lleras. En segunda vuelta Santos obtuvo el 69,1% de los votos, es decir, 9.028.943; mientras que Mockus obtuvo 3.587.975.
En las elecciones de 2014-2018, Juan Manuel Santos aspiró a la reelección. El debate en esa oportunidad fue con Óscar Iván Zuluaga (Centro Democrático) y Marta Lucía Ramírez. En la primera vuelta Santos obtuvo 3.310794 votos (25,6%) y se impuso sobre Zuluaga que consiguió 3.769.005 sufragios (29,2%). En segunda vuelta el triunfo fue para Santos con 7.839.342 (50,9%). Zuluaga obtuvo 6.917.001 votos.
En opinión del doctor en Ciencias Políticas y docente de la Universidad del Norte, Fernando Giraldo, el hecho de que solo Uribe haya ganado en una primera vuelta y no hubiese sido necesaria la segunda tiene que ver con que en las otras elecciones (2010,2014 y 2018) es que primero los ciudadanos se han alejado mucho de los partidos políticos.
“Han tomado mucha distancia con respecto a los dirigentes políticos porque hay un desgaste de la política partidista, porque hay una fatiga con la política y la corrupción que ha acompañado al sistema político colombiano, lo que hace que la votación se disperse en distintos candidatos y ninguno tenga fuerza suficiente para ganar la primera vuelta por ese rechazo masivo que tienen los colombianos y que es creciente en los últimos 14 años", explicó.
¿Qué pasa si el voto en blanco gana?
En opinión del magistrado Felipe García,vicepresidente del Consejo Nacional Electoral, en el hipotético caso que ganara en esta elección el voto en blanco, no opera el efecto jurídico que la legislación prevé para este voto como mayoría absoluta, ganaría el candidato o la fórmula que obtenga la mayor cantidad de votos entre los dos y no se repetiría la elección, pues el efecto jurídico no aplica para el caso de la segunda vuelta presidencial.
El voto en blanco aparecerá en la tarjeta electoral porque así lo obliga la jurisprudencia de la Corte Constitucional y así ha sido tradición en los últimos 20 años.
Explica que el voto en blanco se incluye para permitirle al ciudadano que no está de acuerdo con ninguna de las opciones que se le presentan en la tarjeta electoral, pero que de todas maneras quiere participar con su voto en el debate y así tener la posibilidad de manifestar ese disentimiento a través del voto en blanco.
“Esa es la razón por la que se ha consignado en las tarjetas electorales de segunda vuelta en todos los casos que ha habido en los últimos años, excepto en las elecciones de 2002 y 2006 que no hubo segunda vuelta, pero en todos los casos se ha incluido para prevalecer que el ciudadano que no esté de acuerdo con los candidatos tenga la opción de votar. Su efecto será meramente político”.
¿Votar en blanco o tomar partido?
Históricamente, en las elecciones presidenciales, cuanto más baja ha sido la participación en la primera vuelta (1994 y 2014) mayor es la participación en la segunda; y cuando en la primera vuelta la participación ha sido alta (1998 y 2010) esta ha descendido drásticamente para la segunda. En cuanto al voto en blanco, este tiende a crecer en la segunda vuelta. Dado que en Colombia no existe voto obligatorio y que el voto en blanco solo tiene valor legal en la primera vuelta, y es simbólico en la segunda, los electores que estén barajando votar en blanco deberían tener en cuenta lo que este representa y las características políticas de estas elecciones.
En estas elecciones la participación en primera vuelta fue de 53,6%, siendo la más alta en los últimos 27 años. Si hoy, 17 de junio, la participación baja y el voto en blanco sube tendríamos un impacto muy fuerte en los resultados electorales, pudiendo, en esta oportunidad, favorecer más a un candidato que a otro. Por lo anterior, en esta ocasión votar en blanco es una forma de tomar partido, así no sea deliberada; y por ende, aunque es un derecho, se debe asumir con responsabilidad política y social.
