“Las posiciones extremistas han dividido al país y eso no es conveniente”
La primera alcaldesa de Barranquilla, Myriam Llinás de Ovalle, conversó con EL HERALDO y explicó los retos de los nuevos liderazgos en el Atlántico.
A sus 91 años Myriam Llinás de Ovalle tiene claro que la política local, regional y nacional, necesita de líderes abocados al trabajo y servicio social, sin dejar de lado el desarrollo económico y productivo de los territorios.
Y es que esta líder innata de las toldas rojas en el Atlántico ha impulsado por más de 60 años diferentes candidaturas que proponen esa transformación social aterrizada a las realidades de cada momento en la historia del país.
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Su vida se ha basado en tres valores fundamentales para el ejercicio político: disciplina, honestidad y solidaridad, con los cuales logró marcar el inicio de las grandes transformaciones sociales en Barranquilla en 1.987, a través de dignificar las zonas más vulnerables con la ejecución de obras relacionadas con la instalación de los servicios públicos básicos en 17 barrios.
Actualmente y pese a su edad, aporta el conocimiento y la experiencia ganada por el arduo trabajo con las comunidades a una de las campañas políticas a la Gobernación del Atlántico con mayor auge según las encuestas.
En diálogo exclusivo con EL HERALDO, la vicepresidenta del Directorio Liberal en el Atlántico, analizó la situación actual de los liderazgos en el departamento, la incursión femenina en la política y la crisis gubernamental que atraviesa el Gobierno nacional.
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¿Cómo analiza la situación actual de los liderazgos en el Atlántico?
La gente aún me recuerda cuando voy a los barrios porque cuando fui alcaldesa ejecutamos, de la mano del gobierno de Virgilio Barco, el programa ‘Radicación de la pobreza absoluta’, con el que beneficiamos a 17 barrios con la instalación de servicios como el agua, la luz y el alcantarillado. Yo creo que se ha perdido un poco ese contacto directo con la comunidad, con la gente y, sobre todo, el poder articular grandes proyectos con el alto gobierno, no se puede ser independiente.
¿Cuál es la clave para ejercer un buen liderazgo?
La unidad. En ese entonces convocábamos a toda la comunidad para poder desarrollar los proyectos, y desde la Alcaldía gestionábamos los recursos, pero la gente también aportaba, así ellos tenían mayor sentido de pertenencia por lo que se construía y se conseguía para los barrios. Recuerdo que los domingos hacíamos agasajos, sancochos, para que la gente trabajara con más entusiasmo. La comida la donaban y ellos cocinaban, fue una experiencia muy bonita porque se cultivó la unidad entre la gente y un líder debe unir, esa es la clave.
¿Actualmente cómo sigue aportando sus conocimientos a las campañas liberales?
Desde la experiencia y los buenos consejos. Estoy un poco limitada para movilizarme, pero aquí en mi casa los recibo siempre; ha sido el punto de grandes reuniones liberales desde siempre. El apoyo familiar también es importante en estas circunstancias, todos se han ido vinculando y así tenemos distintas miradas, y entre todos se aporta y se construyen los consensos.
¿Cómo ve la situación política actual en Colombia?
Es una situación muy difícil y delicada, estamos en un difícil momento político en el país. Las oposiciones extremistas han dividido al país y eso no es conveniente. Hoy en día hay mucha intolerancia, todo está muy polarizado. Yo recuerdo que en mi casa, cuando era pequeña, mi papá nos ponía a mis hermanos y a mí a escuchar las alocuciones presidenciales, fuera de una corriente o de la otra, había respeto por la figura presidencial. Crecí en un ambiente bipartidista y eso nos ayudó a ser tolerantes y respetuosos con el pensamiento de los demás. Hoy en día eso no se ve y dificulta aún más las tensiones sociales.
¿Por qué cree que se da la poca participación de las mujeres en política?
A las mujeres casi no nos gustan los riesgos. Yo no lo tengo miedo a los riesgos y por eso he llegado a donde estoy hoy. Muchas prefieren irse a lo fijo; entonces, les brindan otros puestos. Yo no comparto eso de que tengan que dar espacios por obligación, desde mi concepto uno debe ganarse las cosas por mérito, los respaldos deben ser trabajados.
¿Es difícil para una mujer incursionar en la política?
No es tan difícil como lo están haciendo ver, porque los tiempos han cambiado. Cuando yo empecé a hacer política, recuerdo que eran tiempos de más riesgos en todos los sentidos, y aquí estamos, no nos pasó nada. La ventaja que tenemos y no aprovechamos es que somos más ordenadas y responsables que los hombres, más dadas a la gente.
¿Cuál es el mensaje que envía a las mujeres para que tomen estos riesgos de participar en política?
Hay que arriesgarse y dejar el miedo. No podemos caer en el conformismo, si a una mujer le gusta la política acompañada del trabajo social, tiene todo el perfil para asumir los retos políticos y luchar por su gente.
¿Qué la impulsó a incursionar en la política?
Yo empecé en esto desde muy temprana a edad, pero recuerdo que desde los 12 años, cuando mi papá hacía sus recorridos en campaña, porque fue una persona muy activa en esto, también Liberal, y yo me iba con él, no me le despegaba. Cuando había manifestaciones, él me cargaba en los hombros para que yo viera, me explicaba y así me fui metiendo en esto. Nada fue obligado, a mí siempre me gustó y me disfrutaba cada momento.
Ha sido Liberal radical toda su vida, pero también es una fiel católica ¿Cómo combinó eso?
Yo soy Liberal de tiempo completo. Nunca tuve ningún problema con la iglesia, la iglesia me respaldó siempre en mis proyectos. La primera visita que hice como alcaldesa fue a donde monseñor Germán Villa Gaviria, me le puse a la orden y todo el mundo se aterraba de que yo pudiera compaginar la práctica de la religión tan activamente, así como mi liderazgo Liberal.
¿Cómo alternó la vida política y la familiar?
Mi esposo, Luis Francisco Ovalle Rodríguez, fue muy comprensivo, me acompañó siempre y nunca me puso limitaciones. Mi familia fue mi apoyo y siempre estuvieron vinculados en el ejercicio político y el trabajo social. En mi casa era donde nos reuníamos, organizábamos las actividades y se consolidaban las decisiones. Recuerdo que me llevaba a mi hijo Luis Francisco a los barrios, mientras yo estaba en las reuniones, él enseñaba a los niños que iban con sus padres a escribir y leer.
¿Inculcó a sus hijos este amor por la política y el trabajo social?
No, ellos cuando estaban pequeños asistían conmigo, yo me los llevaba, y fueron viendo el trabajo que yo hacía, pero ya cuando crecieron cada uno fue buscando su horizonte por así decirlo. A Luis le gusta, pero no está de lleno en el ejercicio.
Una vida de liderazgo y servicio social
Myriam Llinás de Ovalle fue la primera alcaldesa que tuvo Barranquilla en 1987, por decreto, toda vez que en ese entonces no se elegían por voto popular para ocupar estos cargos.
Desde muy temprana edad se destacó por militar y ser una lideresa en el Partido Liberal en el Atlántico. Desde su profesión como abogada, aportó también a las concertaciones dentro del ejercicio político. Su especialidad ha sido el derecho civil con énfasis en familia.
En su trabajo social se destacó por ser Cofundadora y Presidenta de la Junta Pro-Hospital de Barranquilla, como un voluntariado de 1973.
Fue presidenta de la Asociación de Profesionales Liberales del Atlántico entre 1977 y 1978. Además, fundó el Voluntariado Pediátrico en 1988 y lo presidió por muchos años.
Dentro de su creencia católica, ha sido la presidenta de la Asociación de Madres Católicas Iglesia de La Inmaculada Prado desde 1990 hasta la fecha.
Ejemplo de honestidad
EL HERALDO conversó con el exgobernador del Atlántico Eduardo Verano De la Rosa sobre su cercanía con Myriam Llinás de Ovalle, quien además de haberlo acompañado en sus campañas políticas y asesorarlo en su ejercicio como mandatario departamental, ha sido su gran amiga y consejera.
Para Verano, las principales características de esta aguerrida mujer son la honestidad, disciplina y el orden, que acompañadas de la sensibilidad social, han sido los pilares fundamentales para el gran trabajo que ha desempeñado por tantos años.
“Myriam siempre está presente y atendiendo no solamente a la gente humilde en sus requerimientos, sino también a los empresarios para escucharlos y ver cuáles son las necesidades de la economía, es una persona muy completa en sus tareas políticas, que también desde la parte religiosa y espiritual, ayuda a quienes la rodean”, expresó el exgobernador.
