La ley del Montes | Llegó la hora de Petro
Con más de 11 millones de votos, Gustavo Petro llega a la Casa de Nariño después de tres intentos. ¿Cómo logró ese histórico triunfo?
En su tercer intento Gustavo Petro cumplió su sueño de llegar a la Casa de Nariño. Con una votación superior a los 11 millones de votos –la más alta en la historia del país– el ex alcalde de Bogotá recibió ayer un mandato irrefutable e incuestionable por parte de los colombianos. Se trata, sin duda, de una victoria contundente sobre su opositor, el ex alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández, quien superó los 10 millones de votos.
La gran diferencia a favor del candidato del Pacto Histórico estuvo en Bogotá, donde Petro superó a Hernández por más de 800.000 votos. Con su triunfo ayer, Petro se convierte en el primer desmovilizado del grupo insurgente M-19 que llega a la Casa de Nariño y en el primer jefe de Estado de izquierda democrática que accede al poder en Colombia. En oportunidades anteriores, Antonio Navarro había fracasado en ese intento.
Con un 50,5 por ciento del total de la votación (11.115.965 votos), el nuevo presidente de Colombia tiene el enorme reto de convocar a la unidad nacional, en un país fracturado social y políticamente. El discurso del Petro presidente tendrá que ser muy distinto del Petro candidato. El primero deberá llamar a la unión nacional, mientras el segundo se encargó de dividir el país entre ricos y pobres.
Rodolfo Hernández, por su parte, con un 47,1 por ciento del total de la votación (10.391.504 votos), tiene la posibilidad de ocupar una curul en el Senado de la República, como “jefe de la oposición”, mientras su fórmula vicepresidencial –Marelen Castillo– podría ocupar una curul en la Cámara de Representantes. ¿Qué pasó en la jornada electoral de ayer? ¿Por qué ganó Petro y por qué perdió Hernández?
Bogotá se convirtió en la gran electora de Gustavo Petro. En la capital de la República su exalcalde superó por más de 800.000 votos a Rodolfo Hernández, quien –curiosamente– no hizo campaña proselitista en esa ciudad. Mientras Petro recibió el pleno respaldo del Partido Verde, en cabeza de la senadora Angélica Lozano, esposa de la alcaldesa Claudia López, Hernández no se preocupó por disputarle votantes al candidato del Pacto Histórico.
La diferencia a favor de Petro en Bogotá terminó por ser casi la misma que le sacó a Hernández en todo el país. La presencia, vigencia y permanencia de Petro en Bogotá por más de 30 años, primero como representante a la Cámara, luego como senador y después como alcalde, produjeron sus frutos en la jornada electoral de ayer. El trabajo en los sectores más marginados de la ciudad se hizo sentir con una votación que superó los 2.200.000 votos.
Tal como ocurrió con la primera vuelta presidencial, la Región Caribe fue –después de Bogotá– el otro gran fortín electoral de Petro, quien le ganó a Hernández en todos los departamentos. La proporción en casi todos los departamentos fue de 2 a 1: Dos votos por Petro por uno del ingeniero Hernández.
Mientras Hernández no hizo campaña en la región Caribe, se puso como meta conquistar la mayor cantidad de votos en la región. La ausencia de Hernández contrastó con la presencia de Petro.
Petro logró movilizar el voto de la clase política, buena parte de ella cuestionada por hechos de corrupción, mientras Hernández no logró persuadir a los votantes inconformes con esa misma clase política. Al igual que sucedió con Bogotá, en la región Caribe, Hernández brilló por su ausencia. Ni sedes políticas tuvo, ni tampoco movilizó votantes ayer domingo de elecciones, algo que sí hizo Petro. Al igual que la región Caribe, la Región Pacífica también fue determinante para el triunfo de Petro, quien arrasó en Cali y el Cauca.
Aunque ganó en Antioquia, lo cierto es que el voto de ese departamento y de Medellín en particular más que a favor de Rodolfo Hernández fue en contra de Gustavo Petro.
Antioquia no votó por Hernández, sino en contra de Petro. También hubo un “voto castigo” en contra del alcalde Daniel Quintero, quien abiertamente hizo campaña por el candidato del Pacto Histórico.
Hubo también una votación significativa en Medellín por Francia Márquez, fórmula vicepresidencial de Petro.
En Antioquia la pregunta es: ¿Qué pasó con los votos de Fico Gutiérrez? Sin duda, los paisas le pasaron una cuenta de cobro a Hernández por el maltrato que le dio al uribismo después de conocer los resultados de la primera vuelta presidencial.
Una cosa era marcarle distancia al Centro Democrático y otra muy distinta maltratar a Fico Gutiérrez, quien siempre se mostró dispuesto a colaborarle a Hernández.
La frase de que “hoy enterramos al uribismo” el mismo día que se conocieron los resultados de la primera vuelta, cayó muy mal y desestimuló mucho votante uribista.
La derrota de ayer demostró que las redes sociales no son suficientes para ganar elecciones. El TikTok es muy divertido, pero no alcanza para triunfar.
Los votos hay que lucharlos en la plaza pública, en las calles, en los barrios y en las veredas, como hizo Gustavo Petro desde el mismo día que perdió con Iván Duque en la segunda vuelta hace cuatro años.
Creer que un número de seguidores o de reproducciones de un video son suficientes para ganar en unas elecciones es un error que se paga caro.
Hernández pensó que emprenderla contra la clase política –que en buena parte terminó aliada con Petro– y apostarle al TikTok era suficiente para persuadir a los votantes jóvenes y a quienes están aburridos de una clase política tradicional, que en buena parte es responsable de la crisis que atraviesa el país. Petro –por el contrario– buscó respaldo en una clase política a la que ahora deberá lidiar, porque ese apoyo tiene un costo y esa cuenta de cobro tendrá que pagarla.
Álvaro Gómez Hurtado decía que en política no hay almuerzo gratis y esos almuerzo le van a salir bien costosos a Petro. Ya veremos cómo los paga.