El Heraldo
Jaime Amín, alto consejero presidencial durante su entrevista con este medio.
Política

“La relación entre el Gobierno y el Congreso debe desprenderse del método extorsivo”: Jaime Amín

En conversación con EL HERALDO, el alto consejero puntualizó las líneas gruesas de las múltiples reformas que planteará el presidente Iván Duque. Habló del paquete anticorrupción, del caso Electricaribe y de la APP del Río.

El alto consejero Presidencial para la Política, el abogado y politólogo magangueleño Jaime Amín, asegura que el país de los 10 millones que votaron por el presidente Iván Duque, tanto como el de los ocho millones que sufragaron por el opositor Gustavo Petro, quieren una nueva relación entre el Gobierno y el Congreso, que no pase por las dádivas y el clientelismo “al por mayor” a los parlamentarios a cambio del apoyo a las iniciativas del Ejecutivo, o la llamada ‘mermelada’ del gobierno Santos y que en realidad venía instituida desde los tiempos de los cupos indicativos.

Amín, quien ha sido secretario privado, gerente de la lotería y gobernador (e) del Atlántico, representante a la Cámara y senador, en diálogo con EL HERALDO expuso las líneas gruesas de las múltiples reformas que planteará Duque; habló del paquete anticorrupción gubernamental que pareciera dejar sin aire a la consulta popular para los mismos efectos y se refirió a lo que están pensando en la Casa de Nariño para salir del atolladero en los casos Electricaribe y la APP del Río.

P.

¿Cómo recibe el nombramiento?

R.

Con mucha humildad y enorme responsabilidad. Es un honor servirle a Colombia acompañando al presidente Duque, un joven con una visión moderna del mundo, con gran compromiso y sensibilidad social, y sobre todo, quizá lo más importante, con una enorme competencia para desempeñar el primer cargo público de la Nación y cuyo mayor propósito es tener contacto directo con la gente.

P.

¿Cuál va ser el perfil de su gestión?

R.

En una democracia los poderes públicos funcionan armónicamente. En ese orden de ideas, todos esos proyectos de los ministros y del presidente tienen finalmente un recipiente, que es el Congreso. Y allá llegará todo el plan de gobierno, que tiene que traducirse en leyes. Y mi tarea será ayudar a que los ministros, en esa gran responsabilidad de sacar adelante ese plan, tengan éxito con la agenda legislativa.

P.

¿Cómo ve la sintonía del Congreso con el Gobierno?

R.

El sistema debe funcionar, y para que el sistema funcione hay que mejorar las fallas. Y una de las más graves es la perversión de la ‘mermelada’, esto es ese contubernio ilógico, dañino, en el que cayeron las relaciones del Ejecutivo con el Congreso. Una de las mayores tareas de la administración Duque será recomponer bajo un esquema de sanidad las relaciones con el Congreso, respetando el fuero de los congresistas, su capacidad de gestión, de proporcionarles a las regiones proyectos a través de los recursos nacionales, por eso hemos pedido que los congresistas nos acompañen a las regiones y a los más de 180 talleres programáticos del cuatrienio.

P.

Pero hay congresistas que siempre han funcionado así, ¿cómo van a refundar ese sistema?

R.

Nada hace más que el ejemplo, decía mi abuelo. Y el presidente no tiene dos discursos, esto es la necesidad de cambiar las costumbres políticas del país. El Congreso debe entender el mensaje del presidente Duque, esas son las nuevas reglas de juego que espera la ciudadanía no solamente de los 10 millones de votos del presidente Duque sino de los 8 millones de votos de la otra opción: los unos y los otros quieren otra manera de hacer política, sin monedas por debajo de la mesa. Ese tiene que ser el nuevo escenario de la política colombiana y a eso le apuesta el presidente.

P.

¿Y cómo ve el papel de la oposición ahí?

R.

La oposición tiene que funcionar, y el Gobierno tiene que dar las garantías suficientes para ese propósito. Pero necesitamos una oposición actuante, sin pugnacidad, sin caer en la subvaloración del debate democrático, sin maltratar a quienes tienen responsabilidades públicas, porque el presidente tiene gran capacidad de diálogo pero también un gran carácter y seguramente no le temblará la mano para perseguir a los corruptos, para combatir la criminalidad, pero al mismo tiempo para ofrecer todas las garantías para que la oposición pueda ejercer su control político. 

P.

Hay una posibilidad de que La U y Cambio Radical se declaren en independencia, lo que debilitaría la coalición gobiernista…

R.

El presidente quiere una alianza y una coalición de gobierno que sea estable y duradera, que no pase por el cedazo de la ‘mermelada’ que deslegitimó el diálogo político y que minó la confianza ciudadana en las instituciones. En ese orden de ideas ha tenido dos escenarios de diálogo con todos los partidos y les ha dicho lo mismo: aquí está el Gobierno, estas son las iniciativas, acompáñenlas, pero además les ofrecemos el concurso del Gobierno para examinar las propias, para que pueda haber una comunión de esfuerzos. Valoramos a los congresistas pero lo más importante es que ellos entiendan que el momento del país exige una responsabilidad superior: el desprendimiento por completo del método extorsivo que lesiona la democracia.

P.

¿Cómo ve el Ejecutivo las gestiones de Uribe, que se reunió con otros expresidentes y líderes de bancadas para buscar consensos en torno al gobierno Duque?

R.

El expresidente Uribe ha sido el líder político más influyente en Colombia en las últimas décadas. Y ofreció como líder del Centro Democrático un café a Pastrana y Gaviria y también con el ex vicepresidente Vargas Lleras y el director de la U, Aurelio Iragorri, para exponerles la necesidad de que en este momento tan crítico del país no puede haber egoísmos, y que respetando las diferencias y discrepancias de fondo sobre asuntos nacionales, el propósito es el de acompañar a un presidente joven que pretende transformar las costumbres políticas del país y que con cada acto de su gobierno se busque recuperar el imperio de la ley en Colombia.

P.

¿Cuáles serán las líneas gruesas de la reforma política anunciada?

R.

El presidente Duque tiene una agenda anticorrupción propia. Una reforma política que acabe con el voto preferente, que es perverso, que hace muy costosa la participación política en Colombia. Limitar los períodos de los cargos de elección en corporaciones a tres. Que exista la obligación del reporte anual de la declaración de renta del servidor público. Los pliegos tipo para la contratación que hoy solo son aplicables a los proyectos de infraestructura y de obra pública y que deben ser unívocos para toda la contratación con el estado. El tema de hacer que el Congreso separe la noción del delito de narcotráfico del delito político y la imprescriptibilidad de los delitos contra el patrimonio público.

P.

¿Cómo entender que a Uribe, líder del partido de gobierno, no le gusta la Consulta Anticorrupción, y al mismo tiempo Duque presenta su propia iniciativa?

R.

El presidente Duque, como senador, votó la Consulta, la bancada la apoyó en el Congreso. Hay que ser prácticos. Lo paradójico del tema es que más allá del costo de la consulta, que son más de $300 mil millones, en una situación fiscal que realmente es bastante comprometida, lo que resulte de esa consulta, que se va a apoyar, tiene nuevamente que volver al Congreso, no son normas que per se se conviertan en legislación. Van al Congreso para que con la obligatoriedad se conviertan en leyes. Respetamos la decisión del expresidente Uribe, que considera que esas normas pueden tramitarse en el Congreso, y el presidente Duque ha hecho en el Legislativo el ofrecimiento de que esas normas tengan un trámite más expedito y sin ningún costo para el erario.

P.

¿Y la reforma a la justicia que busca?

R.

Hay dos temas fundamentales: una reforma a la justicia para hacerla más ágil y más cercana al ciudadano. Esa reforma se está consolidando, en diálogo con las altas cortes.

P.

¿Aún quieren unificar las cortes?

R.

Eso quedó superado y sin duda creo que la visión moderna, incluyente, solidaria del presidente, les va a permitir a los órganos de justicia interlocutar en esa relación armónica de que habla la Constitución: unos poderes públicos independientes pero solidarios.

P.

¿Y la reforma fiscal que trae?

R.

Es de reactivación económica, que incluye aspectos tributarios de estímulos, temas fiscales que están hoy bajo la dirección del ministro de Hacienda, que serán puestos a consideración un poco más adelante, pero que buscan aliviar la gran carga impositiva que está sobre los sectores productivos y el bolsillo de los colombianos, y por otra parte buscar cómo fortalecer el poder adquisitivo de los colombianos.

P.

¿Y la pensional?

R.

Es un tema de la mayor trascendencia y busca que muchos más colombianos tengan la posibilidad real y efectiva de contar con un derecho, esto es una pensión digna al momento del retiro.

P.

¿Cómo piensan emprender las reformas al Acuerdo de Paz?

R.

Tras la declaratoria de exequibilidad de la ley estatutaria de la JEP por parte de la Corte, el presidente y su equipo jurídico van a hacer una valoración del alcance. Hay que decir dos cosas concretas: el acuerdo de paz, como está planteado, torna irreversible ese proceso; y el presidente siempre ha dicho que hay que ofrecer todas las garantías a aquellos milicianos que apartándose de la legalidad se incorporaron al crimen, y esos siete mil guerrilleros deben recibir todo el apoyo del Estado para la reincorporación efectiva. Diez millones de ciudadanos avalaron la propuesta de revisar unos puntos: que el narcotráfico no se considere conexo al delito político, que la sustitución no sea voluntaria sino obligatoria; que si se encuentran armas escondidas o recursos o activos, hay unas consecuencias legales que implican la pérdida de los beneficios; y que quienes acudiendo a la JEP resulten sentenciados por delitos de lesa humanidad y al mismo tiempo estén ejerciendo responsabilidades públicas, por ejemplo como congresistas, deban separarse de esos cargos sin que necesariamente el partido pierda la curul. Más el proyecto de acto legislativo para que los militares tengan una sala de juzgamiento diferente. Todos serán puestos a consideración del Legislativo y esperamos la mayor comprensión de ellos y de la ciudadanía.

P.

Existe un proyecto que restringe las posibilidades de la Comisión de la Verdad, ¿será apoyado por el Gobierno?

R.

Ese proyecto no ha recibido un estudio de parte del Gobierno, vamos a examinarlo, pero en todas las democracias hay asuntos de seguridad nacional que tienen que ser valorados bajo la óptica de la reserva.

P.

En la posesión de Duque el presidente del Congreso instó a las autoridades judiciales a iniciar una serie de pesquisas en torno a Santos, ¿cómo ven en el Gobierno esa solicitud?

R.

En las últimas semanas los colombianos venían asistiendo a un presidente saliente que pintaba no a Cundinamarca sino a Dinamarca, como diría el maestro Echandía, y sobre esa base el presidente del Congreso hizo una valoración con un estilo muy propio, sui géneris, opita, ‘francote’. Pero hay algo más importante: el escenario que el presidente le ofreció al país, una visión moderna, sin rencores, y sin retrovisor.

P.

¿Cómo analizan la elección del contralor?

R.

Desde que arrancó la puja por la Contraloría el presidente dijo: “respeto la autonomía del Congreso y mi única exigencia, sin mirar el nombre del futuro contralor, será que quien resulte elegido no sea ni contralor de bolsillo ni alguien que utilice la Contraloría de trampolín político, sino que se dedique a cuidar cada peso del patrimonio de los colombianos. El Congreso debe tener la responsabilidad de elegir al mejor candidato.

P.

¿Cuál es la directriz del Gobierno en dos temas cruciales para la Costa, Electricaribe y la APP del Río?

R.

Son dos temas que están en el corazón de las preocupaciones del presidente. Y frente a ambos va a haber la decisión ejecutiva de procurar la mejor salida. En el caso de Electricaribe, que se doble esa página, que venga una empresa con una solidez, con unas garantías, con un gran músculo financiero, que haga las inversiones, que no golpee de manera dramática el bolsillo vía tarifas. Y en el caso de la APP del Río pensar en revisar esos estudios, mejorarlos y en la oportunidad debida darles a esos 840 municipios, pero sobre todo a Barranquilla, como capital del Caribe, la posibilidad de tener un río Magdalena navegable.

P.

¿Qué piensa el Gobierno de la propuesta de senadores de usar las regalías o el cargo por confiabilidad para evitar el alza de tarifas de energía?

R.

El presidente ha dicho que va a buscar un sistema de compensación superior en el incremento del porcentaje que les corresponde a las zonas productoras, tal vez elevarlo a un 40, 50%, que puede ser además una compensación lógica y justificada, y en el mediano plazo puede haber una mejora en los ingresos y ahora se va a discutir el presupuesto bianual de las regalías, con una mejora en el precio del barril del petróleo, y por otro lado, la necesidad de buscar los mecanismos de liberación de casi $8 o $9 billones que están congelados en fiducias y que deben ser ejecutados con la mayor eficacia.

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