El Heraldo
En las pasadas elecciones locales, en Barranquilla se promovió el voto en blanco. Archivo
Política

El dilema del voto en blanco

En medio de un nuevo panorama electoral se encuentra el país por cuenta de la poca intención de voto en favor de los candidatos presidenciales.

A menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales, las encuestas contratadas por varios medios y alianzas informativas dan como ganador al voto en blanco. Así lo reveló el más reciente estudio de la firma Ipsos Napoleón Franco donde, por encima del presidente Juan Manuel Santos que alcanza un 25%, la preferencia por el voto en blanco se encuentra dos puntos por encima y se ubica en un 27%.

Este panorama resulta novedoso para el país debido a que nunca antes el voto en blanco había registrado tan alta intención de voto, además de la estrecha diferencia en relación con el candidato de mayor favorabilidad y el amplio margen respecto a los de menor reconocimiento.

Comité promotor. La reforma política de 2011 prevé la posibilidad de inscripción de grupos promotores del voto en blanco.

En las circunscripciones electorales en las que se inscriban estos grupos, el ciudadano podrá marcar la casilla de los promotores o la habitual del tarjetón.

La marcación del voto en blanco tradicional no genera pago por reposición de votos, pero si el voto en blanco es promovido por un grupo significativo de ciudadanos, este recibirá recursos por concepto de reposición de gastos de campaña.

Actualmente, para las elecciones presidenciales se ha inscrito un grupo ante la Registraduría, denominado S.O.S., Sin Odio Social. También se encuentra en campaña la Alianza Ciudadana Independiente, un movimiento conformado por los grupos Manos Limpias y Colombia Vota en Blanco, La Ola Blanca, Movimiento Blanco y Colombianos que Votan en Blanco en el Exterior; sin embargo, han aclarado que su propósito es divulgar y promover la opción de votar en blanco, más no inscribirse como un comité al que se le paguen los votos obtenidos.

Casos anteriores. En 2006 durante la campaña reeleccionista del expresidente Álvaro Uribe, las encuestas registraban un 13% de electores indecisos y 5% de preferencia por el voto en blanco. Finalmente el voto en blanco fue marcado por 226.297 ciudadanos, lo cual representó el 1,91% de la votación.

En 2010 cuando resultó vencedor en las urnas el actual presidente, los indecisos representaban el 11% y el blanco el 4% en las encuestas. En la primera vuelta 223.977 colombianos, equivalentes al 1,54%, votaron en blanco, mientras que 444.274 (3,4%) lo hicieron en la segunda.

Esta opción, que la Corte Constitucional define como una “expresión política de disentimiento, abstención o inconformidad con efectos políticos”, ha sido tradicionalmente marginal, pero hoy se ubica en el primer lugar de las encuestas superando la intención de voto del presidente y otros personajes políticos, algunos incluso exmandatarios locales.

¿Y si gana el voto en blanco?
De acuerdo con el artículo 9 del Acto Legislativo 01 de 2009, “deberá repetirse por una sola vez la votación cuando los votos en blanco constituyan la mayoría del total del votos válidos”. Además en las nuevas elecciones “no podrán presentarse los mimos candidatos”.

Análisis*
Voto en blanco: el segundo en las encuestas

Si bien resulta interesante el segundo lugar del voto en blanco en intención de voto de los colombianos para elegir presidente, este no obstante, no representa un peligro para las demás opciones en juego. Debe verse, sí, como un hecho político relevante. Del mismo modo, valorarse en el contexto en que se produce. En este orden, hay que señalar varias cosas: primero, aún faltan más de dos meses para las elecciones; segundo, los comicios legislativos, con certeza, ayudarán a despejar la “duda” de los colombianos frente a por quién votar; tercero, el voto en blanco sumado a quienes señalan que no votarán es equivalente al porcentaje histórico de abstención que caracteriza nuestras elecciones (50%); cuarto, es poco probable que el voto en blanco alcance una mayoría abrumadora que obligue a repetir las elecciones; sin embargo, tenemos que advertir que este hecho político adquiere cada vez más sentido, que esa opción que pareciera no tener rostro, ni bandera, ni nombre o apellido, pero con una fuerte y silenciosa voz, se está convirtiendo de a poco en la principal arma de protesta de los ciudadanos que rechazan a los políticos y la política tradicional.

*Carlos Guzmán Mendoza, Doctor en Ciencia Política y profesor investigador de la Universidad del Norte. Email:  cguzmane@uninorte.edu.co

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.