“Con la dejación de armas, el conflicto realmente termina”: Santos
El presidente Santos verificó el cierre del último contenedor con las armas entregadas por las Farc, en la vereda Pondores (La Guajira).
El país dio ayer dio por terminado medio siglo de conflicto con la que fuera la mayor guerrilla del continente, las Farc. El grupo señaló haber cumplido con lo pactado en el Acuerdo de Paz, y ayer se dio su desarme definitivo.
“Con esta dejación de armas (...), el conflicto realmente termina y comienza una fase nueva en la vida de nuestra nación”, proclamó el presidente Juan Manuel Santos, desde el lugar de donde partió el último contener con las armas.
Una labor importante e histórica cumplió el conductor Jorge González en el acto que se cumplió en la vereda Pondores, del corregimiento de Conejo, donde el presidente Juan Manuel Santos cerró los últimos dos contenedores que contenían las armas entregadas por las Farc.
Su misión fue la de transportar en su camión uno de estos gigantescos contenedores desde esta área rural de La Guajira hasta la bodega central en el interior del país.
El trabajo de Jorge fue reconocido por el mandatario de los colombianos, poco antes de que subiera al camión para emprender su viaje, cuando Santos caminó hasta donde se encontraba para estrecharle la mano y recordarle que estaba haciendo parte de un gran momento histórico de Colombia.
El conductor relató la conversación que tuvo son el primer mandatario: “Me saludó y me dijo que esto era importante”, dijo Jorge asombrado y con evidente emoción por este momento que nunca pensó vivirlo.
En un pequeño diálogo con EL HERALDO, dijo que era de Santander y que había sido contratado para un trabajo, pero nunca se imaginó qué sería transportar ese cargamento, que dejará de causar muerte y dolor en el país.
Poco antes el presidente Santos había cerrado el candado del último contenedor, afirmando que con este acto “comienza la construcción de un nuevo país”.
Lo hizo después de saludar a los miembros de las Farc quienes estaban esperando la ceremonia en el salón de eventos con banderas blancas y caras esperanzadoras.
“Fue una labor titánica que se logró en tiempo record, solo ocho meses después de la firma del acuerdo y a pesar de todos los atrasos y demoras que hubo en los puntos transitorios”, expresó Santos.
Vestido con jean, camisa blanca manga larga y un sombrero aguadeño, dijo que ya no hay que hablar del cese al fuego, “porque ya no hay armas, ya terminó la dejación y la primera misión de la ONU”.
Construir la PAz. El presidente pidió a todos los colombianos aprovechar este momento para reconciliarse, dejar los odios a un lado, dejar de vernos como enemigos y empezar a construir la paz.
“Esto es como construir una catedral, ya pusimos los cimientos que tienen que ser sólidos y a partir de ahora comenzaremos a poner ladrillo a ladrillo para construir la catedral de la paz”, manifestó después de agradecer a los miembros de la ONU, a los de las Farc y a del Gobierno por lograr esto.
“Muchos no creían que iba a pasar esto, lo creían imposible, pero está pasando”, puntualizó Santos.
El mandatario estuvo acompañado por el saliente alto comisionado para la paz,Sergio Jaramillo, así como por el entrante Rodrigo Rivera.
Jaramillo calificó como histórica la fecha y afirmó que es una oportunidad que se abre para Colombia y su futuro.
Las últimas armas que entraron a los contenedores entregados en el Punto Transitorio de Normalización de la vereda Pondores, fueron 250, las cuales pertenecían al esquema de seguridad de las Farc de los 232 miembros de la organización que están en este lugar.
Se completaron así 8.112 armas entregadas en los 27 campamentos ubicados en todo el país, informó el delegado de la ONU Jean Arnault.
También se han destruido 1,3 millones cartuchos de diferentes calibres y gran material inestable como granadas, explosivos y minas antipersonas.
El funcionario dijo que de las 873 caletas de las Farc se han recogido exitosamente 510, las cuales contenían 795 armas, 293.803 municiones de diferentes calibres, 22 toneladas de explosivos diversos, 25 kilómetros de cordón detonante y mecha lenta, 3.957 granadas, 1.846 minas antipersonas y 27.282 iniciadores o estopines.
El último momento de la entrega de las armas de las Farc a la ONU, la extracción de las mismas de la zona veredal de Pondores, sirvió para que se conociera cuál será el nombre que en la vida política llevará esa organización.
El anuncio lo hizo el exjefe negociador de esa guerrilla, Iván Márquez, quien manifestó que el nuevo nombre mantendrá la esencia de lo que fue la organización guerrillera, Fuerza Alternativa Revolucionaria de Colombia, pero que se ratificará a final de mes cuando se realice el congreso de la organización.
“No queremos romper los vínculos con nuestro pasado. Hemos sido y seguiremos siendo una organización revolucionaria. Queremos ser la voz de los excluidos, de los sin voz, de los que viven en la miseria, la voz de la gente honesta y buena de Colombia”, señaló Márquez.
El lanzamiento de la nueva organización partidista está previsto para el 1o. de septiembre en Bogotá, en el que los delegados deberán formalizar el nombre de la nueva agrupación política.
Así las cosas, una vez terminada su historia militar, las Farc se aprestan a hacer política pero también a enfrentar la justicia.
Los rebeldes y agentes del Estado se someterán a una jurisdicción especial de paz que prevé sanciones alternativas a la cárcel para quienes confiesen crímenes, reparen a las víctimas y se comprometan a nunca más ejercer la violencia
Entre tanto, con el adiós a las armas de las Farc, aún no termina el conflicto armado interno en Colombia.
Todavía quedan activos unos 450 disidentes de ese grupo, el Ejército de Liberación Nacional (Eln) –una guerrilla más pequeña con la que el gobierno intenta sellar la paz– y bandas dedicadas al narcotráfico de origen paramilitar. Colprensa
