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Política

Así fue la primera sesión presencial de Cámara en tiempos de pandemia

Representantes tuvieron que viajar hasta 16 horas. El senador Uribe ‘se coló’ en la sesión de la cámara baja.

Para algunos una necesidad democrática; para otros un despropósito. En todo caso este viernes, en medio de la pandemia, se reunieron desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde en el Congreso, por grupos de no más de 50 personas, 155 representantes a la Cámara para votar por el defensor del Pueblo.

Los parlamentarios estuvieron divididos por grupos en cinco salones del Capitolio, ataviados con sus tapabocas y provistos de botellas de alcohol, y entraron y salieron cuatro veces del Salón Elíptico, como se denomina el recinto de la plenaria, para el registro, la aprobación del orden del día, la votación y la declaración de la elección.

En cada entrada y salida del Elíptico los grupos guardaban distanciamiento en una fila y les tomaban la temperatura en la antesala.

Enviaron excusa 14 representantes en total, ya fuera por edad, comorbilidades o incapacidades médicas. Y estuvieron presentes veteranos como Germán Navas Talero, de 79 años, y recuperados del coronavirus como Erasmo Zuleta.

No obstante, la odisea para los legisladores, sobre todo los regionales, no empezó cuando pisaron el Capitolio, sino desde varios días antes. Una vez se enteraron de que por interpretación de lo dispuesto por la Corte Constitucional se debía adelantar la votación para defensor vía presencial, algunos viajaron, por ejemplo desde el Caribe, al menos 16 horas para llegar a Bogotá. Y otros pagaron vuelos privados.

“Nos pusimos de acuerdo un grupo de congresistas y particulares, completamos el cupo de un avión que salió de Cartagena. Estábamos Martha Villalba, Sara Piedrahíta, Yamil Arana y Erasmo Zuleta. Un pasaje bastante costoso, pero era fundamental para cumplir con la obligación de estar presentes”, le contó el representante César Lorduy a este diario.

De hecho, el mismo Lorduy criticó en Twitter la jornada: “Hoy hemos inaugurado en Colombia una nueva modalidad para sesionar en el Congreso. Las he llamado sesiones remotas presenciales remotas porque no estábamos en el Salón Elíptico, y presenciales porque sin hacer nada esperamos horas para simplemente votar”.

Por su parte, David Racero, de los Decentes, saludó la presencialidad: “Acá estamos los representantes. Cumpliendo con los protocolos de bioseguridad, haciendo cola y mostrando que sí podemos venir de manera presencial. Falta pulir cosas y tener mucha  paciencia. Pero le cumplimos al país”.

El único que asistió sin tapabocas, e incluso rejuvenecido, fue el expresidente y senador Álvaro Uribe. De hecho, el exmandatario estuvo 28 veces en el Salón Elíptico, ataviado con su banda presidencial y leyendo su discurso de posesión.

No se trató de una violación flagrante a las medidas de bioseguridad, ni a las disposiciones judiciales que lo tienen desde la semana pasada en la casa por cárcel en El Ubérrimo, ni de una nueva lectura de un discurso de posesión en un inédito golpe de Estado en la historia de Colombia ni de una clonación, sino de una protesta.

Sus copartidarios del Centro Democrático ubicaron temprano este viernes un ‘dummy’ de Uribe por cada curul que tiene la colectividad en la Cámara, para protestar por la medida dictada el pasado 3 de agosto por la Corte Suprema de Justicia.

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