
Si un ladrón se llevó el año pasado un jarrón de la casa de la familia de Salvatore Mancuso es muy probable que el exjefe paramilitar extraditado, quien conoce de las relaciones de expresidentes, otros influyentes políticos y poderosos empresarios con las AUC, tenga razón cuando se niega a decir todo lo que sabe porque siente “un miedo insuperable” por lo que le pueda pasar a los suyos.
Un policía en la puerta de la casa, según le dijo Jaime Paredes, abogado de Mancuso, a EL HERALDO, es todo el esquema de seguridad que tiene la familia del ex paramilitar en Montería.
Hace una semana, la magistrada del Tribunal de Justicia y Paz, Alexandra Valencia, ordenó a las autoridades competentes que se protegiera la vida de los familiares del ex comandante para poder desarrollar, con la profundidad debida, los temas atinentes a altos funcionarios estatales, políticos, empresarios y militares, entre otros, que apoyaron la causa paramilitar.
La solicitud se dio en medio de la audiencia de legalización de cargos contra el ex jefe de las AUC y otros excomandantes en el Norte de Santander, por las atrocidades cometidas por el Bloque Catatumbo.
Durante los últimos dos meses, el exparamilitar monteriano, también conocido como Santander Lozada o Triple Cero, ha señalado desde EU, con retransmisión virtual a Barranquilla, Cúcuta y Medellín, que se reunió con integrantes de la campaña del expresidente Álvaro Uribe para apoyar desde las Autodefensas su llegada a la Casa de Nariño, y que el ex mandatario, además, sabía del respaldo del grupo armado ilegal.
Además, ha dicho que el exjefe de seguridad de Uribe, el general (r) Mauricio Santoyo, preso en EU por apoyar a las AUC, hacía lo que le pidiera la ultraderecha armada y que era muy cercano al ex líder paramilitar Carlos Castaño; que el exsubdirector del DAS José Miguel Narváez sí instigó el crimen de Jaime Garzón y que las Autodefensas estuvieron en efecto planilladas para un golpe de Estado contra el presidente venezolano Hugo Chávez.
Sin embargo, cuando le preguntan nombres y le piden que amplíe sus declaraciones, Mancuso solicita que, antes, se les preste una seguridad adecuada a su esposa e hijos.
“El ministerio del Interior no ha dado respuesta a la solicitud que hizo la magistrada y la Fiscalía ha dicho que los esquemas que tienen dentro de su estamento no cumplen con las expectativas de lo requerido por la familia de Salvatore Mancuso”, señaló el abogado Paredes.
Sobre la seguridad que piden dijo que ellos han sido claros en asegurar que no quieren que el esquema sea atendido por las Fuerzas Militares porque “sería como poner el ratón a cuidar el queso”. “Lo que se necesitan —indicó— son hombres de alguna de las empresas de vigilancia privada adscritas al Ministerio del Interior, tal cual se hace con otras personas en el país, como representantes de ONG o sindicatos”.
También revela que han acudido a organismos internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, “pero el Estado, inclusive ante la Comisión, ha faltado a la verdad, porque han dicho que hay esquema de seguridad, y un policía no es un esquema de seguridad”.
En palabras del propio Mancuso, extraditado a Estados Unidos, cuando la magistrada le pregunta por qué no da a conocer las autoridades políticas, militares y económicas que participaron con las AUC, este responde que “el 95 por ciento de los políticos y diferentes militares ya los he señalado en mis diferentes declaraciones y hacen falta algunos, por los que realmente siento un miedo insuperable para poder decirlos”.
Añadió Mancuso que “si me garantizan el derecho a la vida de mis hijos y mis familiares, yo avanzaré. Pero desde que comenzó este proceso he pedido seguridad y aún no me la han dado, y eso me impide seguir contando lo que sé, porque esas verdades no les gustan a clase poderosa de este país. (…) Soy un testigo de crímenes de lesa humanidad”.
“Santoyo hacía los favores”
Sobre el general (r) Mauricio Santoyo dijo Mancuso que en 1999 le entregaron varios números de presuntos auxiliadores de la guerrilla, para que este les interceptara los teléfonos. Así mismo, señaló que el oficial trabajaba “de la mano” con Castaño y le entregaba información de inteligencia a las Autodefensas. Además, aseguró que hacía los favores que le pedían. No obstante, Mancuso se negó a hablar del hermano del exuniformado, el también general Julio Santoyo, exjefe de seguridad del prófugo ex comisionado para la Paz Luis Carlos Restrepo, hasta que no hubiera seguridad para los suyos.
Por Tomás Betín del Río
pais@elheraldo.co