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El juicio contra el agente Gilberto Valle, a quien los neoyorquinos conocen ya como el ‘policía caníbal’ de Queens, arrancó el lunes con la primera vista en un tribunal federal de Manhattan en el que declaró como testigo su esposa.
Valle, de 28 años y que fue policía de Nueva York durante seis años, fue acusado en noviembre pasado de planificar el secuestro de un centenar de mujeres para violarlas, torturarlas, asesinarlas y después cocinar y comer sus restos.
“Pensaba atarla a algún tipo de aparato (...) cocinarla a fuego lento y mantenerla viva el mayor tiempo posible”, según el fragmento de una de las conversaciones por internet que mantuvo Valle con otro acusado y que se pudieron escuchar durante el juicio.
La mujer detalló que por las noches Valle pasaba horas frente al ordenador viendo contenidos pornográficos, que en una ocasión encontró fotos de mujeres desnudas y ensangrentadas, e incluso leyó correos electrónicos en los que ella aparecía como posible víctima.
“Me encanta saber que ahora está dormida sin tener ni idea de lo que hemos planeado. Sus días están contados”, aseguraba Valle en uno de esos correos, en los que le pregunta a su interlocutor si no le parecía que su mujer está “sabrosa”.
Mangan, que tiene una hija con el acusado, relató entre lágrimas que su esposo y un cómplice tenían planes para atarla “por los pies y cortarle la garganta” para después “ver cómo se desangraba”.
El agente, de 28 años, mantenía una lista de posibles víctimas, con fotografías y direcciones, información que había obtenido de forma fraudulenta y sin autorización a través del National Crime Information Center, un banco de datos de la policía.
En caso de ser encontrado culpable, el policía se enfrenta a una pena máxima de cadena perpetua por conspiración para cometer un secuestro, y a otros cinco años de prisión por acceder a archivos federales sin autorización. Efe